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Año XV - Edición 266 19 de mayo de 2016

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La Facultad lanzó la IV edición del Programa “Mi voto, mi elección”

  • Nota de Tapa

Conjuntamente organizado por la Facultad de Derecho, la Cámara Nacional Electoral y el Ministerio de Gobierno CABA, el 12 de mayo en el Salón Azul se llevó a cabo el acto de lanzamiento de la IV edición del Programa “Mi voto, mi elección”. En el mismo acto, tuvo lugar el panel "A 100 años de la primera elección presidencial bajo la Ley Sáenz Peña".

Para comenzar, la Decana Mónica Pinto destacó que hace cuatro años la Facultad de Derecho, la Cámara Nacional Electoral y el gobierno de CABA “tuvieron a bien unirse para permitirnos a nosotros, profesores de la Facultad de Derecho, cumplir con una clara tarea de extensión, que consistió en armar los primeros pasos de lo que puede llegar a ser una nueva política electoral para la Argentina del siglo XXI”. Remarcó, asimismo, que la Facultad cuenta con una buena experiencia desarrollada para llevar adelante la misión de esclarecerles a los ciudadanos una de las posibilidades más importantes para el manejo de la cosa pública que otorga la Constitución.

A su turno, Alberto R. Dalla Via,presidente de la Cámara Nacional Electoral, hizo alusión a que cuando se comenzó con este programa hubo una novedad de participación política, ya que comenzaron a votar los jóvenes de 16 años. “La participación política se ha venido extendiendo en Argentina de manera notable y continúa haciéndolo cada vez más”, subrayó y añadió que probablemente “tengamos que enfrentar en el próximo tiempo la incorporación de distintas modalidades de votación”. Dalla Via comentó que el programa permite a los profesores ayudantes de Derecho Constitucional y de Teoría del Estado interactuar, llevando un mensaje a los jóvenes que tienen que votar por primera vez.

Acto seguido, Hernán Charosky, subsecretario de Reforma Política del Ministerio de Gobierno CABA, indicó que más de cien mil estudiantes han recibido esta capacitación. “Pensemos en esa cantidad de personas que se les despertó la curiosidad cívica y la desconfianza democrática, la desconfianza activa. Creo que la democracia y las elecciones generan confianza en la medida en que se canaliza la posibilidad de, institucionalmente, desconfiar y comprobar la transparencia y la calidad de las instituciones. Esa curiosidad es lo que el programa hizo y va a seguir haciendo”, enfatizó. Luego, se dio paso a la firma del nuevo ciclo de capacitación de jóvenes.

A continuación, se abrió el panel, el cual tuvo como motivo recordar los 100 años de la primera aplicación de la llamada Ley Sáenz Peña en una elección presidencial y  que contó con la moderación de Alberto R. Dalla Via. En este marco, el senador nacional Federico Pinedo reflexionó, con relación a la mencionada ley: “Cuando la Argentina tomó esa decisión, se puso adelante de muchos países que reputan como grandes democracias y que en realidad tenían sistemas electorales muy amañados para que quienes tenían el poder no lo perdieran”, reflexionó. Pinedo entendió, de esta manera, que si no hubiera existido la convicción de que el pueblo era soberano, Argentina no hubiera existido como país. “Existimos como país porque quienes nos dieron vida independiente pensaban que era el pueblo quien tenía que definir quiénes eran sus gobernantes”, entendió. En este sentido, en Argentina, desde el comienzo se impuso llevar a la práctica la doctrina de la soberanía del pueblo.

Posteriormente, Diego Barovero, miembro del Instituto Nacional Yrigoyeneano, recordó que en 1916 se concreta el más trascendente cambio político de la historia argentina, las primeras elecciones presidenciales con el sistema de voto universal, secreto y obligatorio, con padrón militar, bajo control de la justicia federal y “dejaba de lado una etapa de fraude, de falseamiento de la verdad electoral y desinterés del pueblo argentino por la elección donde se consagraba a los gobernantes”. Finalmente, consideró importante reconocer que en las figuras de Roque Sáenz Peña e Hipólito Yrigoyen Argentina se encarrilló en la vida constitucional, “haciendo realidad el principio del artículo primero de nuestra Constitución, la construcción de una república democrática y representativa”.

Del mismo modo, Mario Justo López, profesor titular de Teoría del Estado, hizo mención de la elección de 1916 como parte de un proceso más largo, “iniciado por lo menos en 1910 y terminado después en 1930, un proceso que comienza con muchas ilusiones y no termina tan bien”. En la misma línea, identificó dos partes, la primera que es la transición hacia la primera democracia argentina y una segunda parte que es el desarrollo, su no consolidación y finalmente su quiebre. “Fue una transición a la democracia dentro del régimen porque partió de ese régimen prodemocrática, república oligárquica o semidemocracia, a raíz de una ruptura que se produjo entre quienes eran los protagonistas en la lucha por el poder, que fue la ruptura entre Roca, por un lado, y Pellegrini, por el otro”, explicó. Así, fue Roque Sáenz Peña quien puso en marcha este proceso de transición. “Lo que no funcionaba en Argentina eran las elecciones, las elecciones eran manejadas desde el poder”, describió el orador.