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Año XVIII - Edición 320 23 de mayo de 2019

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La Facultad lanzó el Centro de estudios sobre transparencia y lucha contra la corrupción

  • Nota de Tapa

El 14 de mayo en el Salón Azul la Facultad lanzó el Centro de estudios sobre transparencia y lucha contra la corrupción. En este marco, expusieron Marcelo Gebhardt, vicedecano de la Facultad, Delia Ferreira Rubio, presidenta de Transparencia Internacional, Jorge Fontevecchia, cofundador de la Editorial Perfil y CEO de Perfil Network, Carlos F. Balbín, director del Centro de estudios sobre transparencia y lucha contra la corrupción, y Ricardo Gil Lavedra, miembro del Consejo Asesor del Centro.

En primer lugar, Marcelo Gebhardt recordó: “Hace un poco más de un año y habiendo transcurrido muy pocos días de la asunción del decano Bueres, siguiendo sus indicaciones hubo de dictarse la resolución que crea este centro. Este acto administrativo, lejos de ser un elemento burocrático, empieza a vertebrar una política fundamental de esta Facultad, que está destinada a estudiar científicamente una de las problemáticas estructurales, de mayor gravedad y preocupante arraigo en la vida institucional del país y de la región”. Además puso de manifiesto la “generalizada falta de transparencia en la gestión estatal que se propaga a los ámbitos privados y, consecuentemente, la proliferación de la corrupción”, y agregó que “se espera de este centro un fecundo trabajo y frutos abundantes para proponer acciones concretas cuya evaluación sí compete al poder político del cual confiamos lograr una mirada atenta y comprometida”.

Por su parte, Delia Ferreira Rubio señaló que “las universidades del mundo tienen centros que se ocupan de la transparencia y la anticorrupción en sus múltiples aspectos por eso celebro que la Universidad de Buenos Aires y la Facultad de Derecho se pongan al frente de esta tarea para ocuparse de un tema que es central, no solo en el país y la región, sino en el mundo entero”. Luego detalló que Transparencia Internacional es una institución que tiene capítulos y organizaciones en 115 países del mundo. En todos ellos se trabaja por elevar los estándares de transparencia, integridad, acceso a la información y terminar con la impunidad en materia de corrupción. “Nos ocupamos de la corrupción porque es un problema político que afecta la calidad de las instituciones democráticas, afecta nuestras libertades, la libertad de prensa, la igualdad, la integración de las personas, las inversiones y aumenta la pobreza”, resaltó.

Acto seguido, Ricardo Gil Lavedra explicó que desde el centro se tratará de dar una mirada académica, objetiva e imparcial a través de talleres, cursos, seminarios e informes respecto de iniciativas y políticas públicas en torno al fenómeno de la corrupción que definió como grave y complejo. También aseveró: “La corrupción tiene que ver con la formulación de políticas preventivas, alinear los incentivos para tratar de evitar o disminuir sus ventajas porque siempre tiene un vínculo con un sistema normativo concreto: en todo acto de corrupción hay una violación de alguien que toma una decisión para obtener algún beneficio particular y hay otro que le da ese beneficio para intentar obtener una ventaja mayor”.

A su turno, Jorge Fontevecchia indicó: “En los últimos años del Gobierno anterior llevamos adelante una misión que era tratar de construir las condiciones desde la comunicación para algo parecido al nunca más de la corrupción (…) Nos parecía que se había llegado a un nivel legal de corrupción que ameritaba poder pensar en algo similar y a lo largo de estos tres años y medio debo confesar mi desazón respecto a los avances en este tema”.

Por otro lado, puntualizó que “si la corrupción es un tema cultural además de político y la política está dentro de la cultura evidentemente la comunicación es el tema central”. Enfatizó que  el tema de la corrupción es el más trascendente no solo al nivel de derechos, sino también al nivel de la geopolítica

“Nosotros no estamos aquí para predicar, enseñar o señalar, sino para colaborar en la construcción de un modelo mejor, más justo y más igualitario”, comenzó diciendo Carlos F. Balbín. En este sentido, añadió: “Queremos crear un centro de reflexión más profunda y atemporal que contribuya en el debate a Argentina”. Sostuvo que “se debe construir una mirada mucho más profunda de la corrupción” y para ello propuso establecer tres capítulos: cómo construimos la matriz reguladora de la política de corrupción en Argentina, la construcción en términos de propuesta de un mapa de riesgo y pensar brevemente sobre cuáles son las raíces de la corrupción.

Hacia el final, reflexionó: “El Estado no es neutro. Crea igualdad o desigualdad, transparente u opacidad. Es verdad que tenemos un Estado burocrático y que es necesario desburocratizarlo para que sea más eficiente pero no se trata solo de eso, sino de crear un Estado sin privilegios e igualitario”.