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Año V - Edición 99 14 de diciembre de 2006

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Jornada - Derechos humanos y políticas estatales

  • Nota de Tapa

Con la idea de disertar acerca de los desafíos en la implementación de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales en la Ciudad de Buenos Aires, durante los días 28 y 29 de noviembre se desarrolló en nuestra Facultad un encuentro denominado Derechos Humanos y Políticas Estatales. La jornada fue organizada por la Secretaría de Derechos Humanos y Sociales del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y tuvo como objetivo acercar una visión integral de los derechos económicos, sociales y culturales con la idea de identificar y discutir los obstáculos con lo que se enfrentan los poderes del Estado y así poder determinar los nuevos pasos en pos de una solución.

Fueron especialmente invitados para exponer Alicia Ruiz, Jueza del Superior Tribunal de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires; Facundo Di Filippo, Presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires; Alicia Pierini, Defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires; Jorge Telerman, Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires; y el Premio Nóbel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, que no pudo estar presente debido a problemas de salud pero transmitió su beneplácito porque finalmente se discutan en este espacio plural las cuestiones centrales relacionadas con el cumplimiento de tan esenciales derechos.

La encargada de abrir las disertaciones fue Alicia Ruiz, quien sostuvo que discutir acerca de la implementación de los derechos sociales en la Ciudad implica hablar de políticas públicas y plantearse una perspectiva peculiar con relación a los derechos humanos. Para Ruiz, lo más importante es caracterizar a los derechos sociales como derechos humanos que pueden ser reclamados, ejercidos y que reconocen como titular tanto a sujetos individuales como a sujetos colectivos, dado que esto forma parte de lo que una sociedad compleja como la nuestra tiene que encarar. “A lo largo de la historia de los derechos humanos ha habido distinciones que llevaron a una clasificación de los derechos en diferentes generaciones. Esto ha conducido, en el caso de los derechos sociales, a un resultado no querido que tiende a pensar que los derechos de primera y segunda generación son derechos operativos y que los derechos sociales, económicos, culturales y demás son programáticos. En ese sentido, la Dra. Ruiz resaltó que “esta distinción es anacrónica en virtud de que los derecho incorporados a los Tratados Internacionales a los que la Argentina ha adherido están en el mismo nivel y jerarquía. Culminó su exposición indicando que la discusión debe girar en torno a cómo se satisface lo que la Constitución ordena, cuanto se ha logrado satisfacer y cuáles son las dificultades existentes y los caminos para tratar de superar esas dificultades, destacando que la Sociedad Civil y las organizaciones deberían ampliar los ámbitos de discusión para tratar de encontrar las mejores soluciones, que significarán siempre un paso adelante en la búsqueda de la solución del problema.

Seguidamente, Facundo Di Filippo destacó que los derechos sociales se encuentran en nuestra Constitución y que los ciudadanos tienen el derecho de exigir al Estado el cumplimiento de estos, con la correlativa obligación de generar políticas públicas para reconocerlos y hacerlos efectivos. Las políticas que se implementen no pueden ser construidas de cualquier manera. Para Di Filippo, el Derecho Internacional ha avanzado y sólo resta aplicarlo en la Ciudad de Buenos Aires. Si bien este no es un tema sencillo, el legislador consideró que “esta jornada genera un espacio de debate amplio desde dónde se puede obtener conclusiones para encauzar esta discusión”.

En cuanto a la gestión legislativa explicó que es importante poder orientar a futuro reglas y leyes más claras y más efectivas El Estado debe garantizar el derecho a la salud, a la educación, a la vivienda ya que son temas centrales en la Ciudad de Buenos Aires. “Lo que nos toca a nosotros es analizar y definir la tensión que hay entre el ser y el deber ser en los derechos humanos y sociales, entre lo que dice la letra y lo que pasa día a día. Creo que esta jornada sirve para eso” –concluyó Di Filippo.

A continuación, Alicia Pierini opinó que los términos “económicos, sociales y culturales” en realidad están expresando mayores dimensiones del ser humano en su lucha por la dignidad, no sólo como un sujeto individual que defiende su vida y su libertad, sino como un sujeto que es parte de una sociedad. Esto significa que podría repensarse la doctrina que se está cuestionando.“Quizás analizando el problema desde las dimensiones de la dignidad humana podemos observar la multidimensionalidad y multidiversidad de los derechos humanos y en esa mirada podemos englobar la totalidad de esos derecho a través de una visión más integradora. Sería como dar un escalón más” –indicó Pierini.

Por otra parte, Pierini expresó que la Defensoría brinda una asistencia mensual de más de 7.000 reclamos que, obviamente, no todos son de la misma jerarquía ni gravedad pero existe un gran número de personas que reclama acciones penales en materia de exigibilidad de los derechos.

Finalmente, manifestó que hay problemas en la gestión de Estado y que los conflictos han constituido una “máquina de impedir que le exige a los funcionarios el triple para llevar a cabo cada gestión”. “Nosotros como instituciones queremos aportar todo lo que podamos y colaborar para poder desatar estos nudos que tienen los circuitos de gestión porque creemos que nuestra sociedad lo merece, porque tenemos una normativa adecuada, porque tenemos un consenso amplio y profundo en materia de vigencia de los derechos humanos y porque sabemos que con un consenso en estos temas vamos a lograr que todos los derechos humanos en su multidimensionalidad tengan efectiva vigencia en nuestra ciudad”.

Para cerrar el acto de apertura, Jorge Telerman remarcó que es imprescindible poder trabajar interdependientemente entre los poderes. Recordó que una de las primeras medidas que tomó fue la creación del Ministerio de Derechos Humanos y Sociales. En ese momento, se dudaba de la eficacia de trabajar en áreas distintas dos problemáticas que no necesariamente son equivalentes. Sin embargo, dejó de escucharse rápidamente al punto de que hoy nadie duda, o la gran mayoría al menos, de poner en el mismo universo los derechos humanos y sociales.

Telerman consideró que el desafío fundamental es lograr grados de homogeneidad mayores a los existentes. “Hemos tomado la decisión de elevar y modificar cualitativamente la proporcionalidad de la inversión social, del presupuesto social en el presupuesto global. En ese sentido, para el Jefe de Gobierno de la Ciudad también comienzan a contar las destrezas de los funcionarios. Pero para conseguir una mayor homogeneidad no alcanza solamente con la resolución de problemas, sino que es necesario el trabajo responsable de la sociedad civil. “Estoy convencido que se puede lograr una mayor homogeneidad porque hay acuerdo con respecto al sentido que se le quiere atribuir a las políticas públicas, y que implican hacer de ésta una sociedad más justa” –reflexionó Telerman.

Las Comisiones de Trabajo tuvieron los siguientes ejes de debate:¿A quienes debe alcanzar las políticas públicas de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Ciudad de Buenos Aires? ¿Quién queda incluido en la noción de habitante de la Ciudad  de Buenos Aires?¿Qué es lo que debe garantizar el Estado en materia de derecho a la vivienda, a la alimentación, a la salud y a la educación?¿Qué mecanismos pueden considerarse adecuados para garantizar esos derechos?¿Cómo deben articularse los distintos niveles gubernamentales (nacional, provincial y municipal) y los tres poderes del Estado a la hora de adoptar medidas para asegurar el efectivo disfrute de esos derechos?