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Año VI - Edición 115 01 de noviembre de 2007

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IX Congreso Internacional de Derecho de Daños – Derecho Tecnológico

  • Nota de Tapa

Durante los días 10, 11 y 12 de octubre se desarrolló el IX Congreso Internacional de Derecho de Daños que tuvo como eje de discusión y reflexión al Derecho Tecnológico y que fue organizado por la Asociación de Abogados de Buenos Aires (AABA). Para el acto de apertura, estuvieron presentes los Dres. Beinusz Szmukler, Elena Highton de Nolasco, Atilio Alterini, Tulio Ortiz, Aída Kemelmajer de Carlucci, François Chabas y Carlos Mas Velez. También brindó unas palabras de presentación el Dr. Eduardo Molina Quiroga.

En primer término, el Presidente de la Asociación de Abogados de Buenos Aires, Dr. Beinusz Szmukler, explicó que el objetivo del encuentro fue analizar las diversas facetas de la responsabilidad civil, centrándose en la protección del más débil por su situación social o económica. En ese sentido, indicó que el temario se ha ido ampliando hasta cubrir la extensa gama de preocupaciones que exceden el concepto clásico de responsabilidad civil. En esta IX edición del congreso, el temario ha incorporado nuevos tópicos y desarrollos más amplios a los ya tratados.

Por otro lado, destacó la importancia de inaugurar este congreso en un momento muy especial para la democracia argentina por la lucha incansable del movimiento de los derechos humanos, por la decisión política del Presidente y la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que han permitido romper con la impunidad de los crímenes de terrorismo de Estado generada por las leyes de punto final y obediencia debida, y los indultos de las cúpulas de las Fuerzas Armadas. “Hay que celebrar esta victoria de la verdad y la justicia, que son los pilares de una sociedad democrática” -agregó. Asimismo, instó a no olvidar que la usurpación y el genocidio de 1976 a 1983 respondieron a un plan sistemático de destrucción de la sociedad y la economía argentina con beneficiarios puntuales. En esa línea de ideas, advirtió que el daño que han infringido a las sociedades latinoamericanas las políticas de ajuste impulsadas desde las instituciones financieras nacionales e internacionales ha sido inconmensurable. “El daño a la niñez, a la ancianidad, a los hombres y mujeres que han visto y siguen viendo afectada su salud, su educación, alimentación, sus condiciones de vida, sus esperanzas, debe ser reparado por los que se beneficiaron con su deterioro” -remarcó.

Finalmente, terminó diciendo: “creo que los juristas democráticos tenemos asignaturas pendientes en la materia, que es la de aportar nuestro saber a profundizar la lucha contra la impunidad para lograr penalidades accesorias que sean reparadoras, en la medida de lo posible, de los daños ocasionado. Asumamos el compromiso que para el próximo congreso ese sea el tema principal”.

Seguidamente, la Jueza de la Corte Suprema de Justicia, la Dra. Highton de Nolasco señaló que los jueces y los abogados siempre han sido socios en pos del mejoramiento de la justicia y que cada vez es mayor la complejidad en lo que a las pericias y las pruebas se refiere. “Es por esta complejidad que debemos aportar los elementos a los jueces, pero también los abogados deben tener los elementos propios de esta evidencia antes de empezar un juicio porque de esta forma podrán colaborar mejor”. Para concluir auguró porque jueces y abogados continúen trabajando conjuntamente con la finalidad de perseguir la mejor y más rápida resolución de los conflictos.

A continuación, el Decano Dr. Atilio A. Alterini se refirió a las “Perspectivas éticas y jurídicas de las tecnologías convergentes”. Se trata de las nuevas tecnologías denominadas NBIC (Nano-Bio-Info-Cogno) que abarcan la nanociencia y la nanotecnología; la biotecnología y la biomedicina, incluyendo la ingeniería genética; la tecnología de la información, incluyendo computación avanzada y comunicaciones; y la ciencia del conocimiento, incluyendo la neurociencia del conocimiento. Señaló el avance vertiginoso del progreso científico y que, con palabras de Sirinelli, “las nuevas técnicas de una época aparecen en los museos de otra”.

Dijo que no es dudoso que el avance científico-tecnológico ocurrido a partir de la mundialización da un perfil especial a estos tiempos, y permite a algunos sectores sociales acceder a situaciones ventajosas en lo que concierne al confort, al cuidado de la salud mediante medicinas, técnicas y aparatos nuevos, en general, al mejoramiento de la calidad de vida y a la prolongación de su duración. Pero la Declaración sobre la Ciencia y el Uso del Saber Científico adoptada por la Conferencia Mundial sobre la Ciencia de la UNESCO (Budapest, julio de 1999) señaló con precisión que, “Además de sus ventajas manifiestas, las aplicaciones de los avances científicos y el desarrollo y la expansión de la actividad de los seres humanos han provocado también la degradación del medio ambiente y catástrofes tecnológicas, y han contribuido al desequilibrio social o la exclusión”.

Asimismo, recordó el monólogo final de “Vida de Galileo” de Bertolt Brecht, en el cual hace decir a su personaje: “El único fin de la ciencia consiste en aliviar la miseria de la existencia humana”. “Tal vez, con el tiempo, ustedes lleguen a descubrir todo lo que hay para descubrir, pero ese progreso sólo los alejará más y más de la humanidad. Y el abismo entre ella y ustedes los científicos puede llegar a ser tan profundo que cuando griten de felicidad ante algún nuevo descubrimiento, el eco les devolverá un alarido de espanto universal”. Y enseguida afirmó que éste es tiempo de principios y de valores, de principios con carácter axiológico que privilegian a lo que es bueno, y de valores con carácter deontológico que privilegian al deber ser.

Propuso arremeter contra lo que Ullrich Beck alude como “esclerosis conceptual dominante” pues, se pregunta “¿Qué hacen actualmente los intelectuales?”, y se responde “Los intelectuales han dejado de pensar”, sugiriendo que es tiempo de las grandes preguntas: ¿Qué es lo bueno? ¿Qué es lo malo? ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Para quién? ¿Qué y quién se beneficia? ¿Qué y quién se perjudica? De ese modo, manifestó que determinar cómo se usa la ciencia de modo racional, eficaz y valioso es tema de la filosofía política, y ello exige superar la tendencia generalizada a baratear al Derecho, al que muchos economicistas quieren degradar porque sienten a las normas jurídicas como un obstáculo para su ofuscada búsqueda de eficiencia, y muchos cientificistas quieren rebajar porque ponen en contradicción lo que ellos hacen -que es investigar e inventar sin límites ni ataduras- con los paradigmas de lo jurídico, que son la centralidad de la persona y los derechos humanos y la supremacía de los valores.

“La respuesta adecuada proviene de la UNESCO, que propugna asignar a las ciencias sociales una función prevalente en el análisis de las transformaciones relacionadas con la evolución científica y tecnológica y en la búsqueda de soluciones a los problemas que provoca ese proceso”. Y a tal fin -concluyó- “se debe contar con el empeño de juristas, pero también de filósofos, de sociólogos, de moralistas, de economistas sin economicismos, de profesionales de la salud, de técnicos en general, de políticos, de comunicadores sociales y de todos quienes estén fuertemente comprometidos con la condición humana y con su eje en la dignidad, porque dignus es lo valioso”.

Luego, la Dra. Aída Kemelmajer de Carlucci presentó una obra titulada “Responsabilidad Civil” que fue producida para homenajear al profesor François Chabas y en el cual importantes juristas escribieron diversos artículos. En primer lugar leyó el prólogo para después referirse a la persona del homenajeado al que destacó como “jurista ejemplar que le ha brindado gran parte de su vida a la academia”.

Respecto a la temática del congreso, indicó que en nuestro sistema se indemniza la privación del derecho de propiedad. Para ilustrar su apreciación, citó un caso donde unos vecinos, luego de la construcción de una autopista, vieron limitado su derecho de propiedad al impedirles construir a más de determinada altura. Ante esta situación, la Corte sostuvo que el menoscabo no era indemnizable por tratarse de una restricción y no de una prohibición. Sin embargo, la Dra. Kemelmajer de Carlucci subrayó que esta regla se torna un poco oscura dado la dificultad para distinguir lo que constituye una restricción de aquello que es una prohibición.

Para terminar su reflexión, manifestó que la Argentina es un país donde parece que los hechos se han revelado contra el Derecho. Por eso, tomó las palabras de Paulo Freire que dice “la realidad no es así, la realidad está así”. “Y está así no porque ella quiera, ninguna realidad es dueña de si misma, nuestra lucha es cambiarla y no acomodarnos a ella” -agregó.

Cerró el acto de apertura el Dr. François Chabas, quien se mostró muy emocionado expresando su agradecimiento, y explicó que el honor que ha recibido, en realidad, se dirige a la Universidad de París XII. “¿Qué hicimos para merecer un favor tan grande?” –se preguntó, y a continuación respondió a este interrogante resaltando que se ha reestablecido un puente entre América Latina y el mundo jurídico francés. “Me había enterado que los vínculos intelectuales entre estas dos partes habían estado interrumpidos por la guerra. Los libros y las revistas ya no atravesaban el Atlántico. De tal modo que deseamos traer un remedio a esta situación” -indicó Chabas y añadió que la idea siempre fue tender un puente de doble vía.

Durante los tres días se realizaron conferencias, mesas redondas y talleres:
Conferencias:
Fundamentos constitucionales de la responsabilidad civil (Dr. Ricardo Lorenzetti) / Responsabilidad civil de los menores (Dr. François Chabas) / Reparación y punición (Dr. Eugenio R. Zaffaroni).
Mesas redondas: Relaciones de Familia y tecnología / El mundo del homo faber: producir y consumir / Biomedicina / El ciberespacio / Derecho a vivir, derecho a morir / Transgénicos / El impacto ambiental y las zonas saturadas / El Derecho Tecnológico en la Constitución Nacional / Medidas de acción positiva para garantizar los derechos humanos afectados por la tecnología / Violencia y género.
Talleres: Pruebas con ADN / Pericias accidentológicas / Pericias médicas / Pericias informáticas.