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Año XV - Edición 271 25 de agosto de 2016

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IV Congreso de Derecho de Ejecución Penal

  • Nota de Tapa

Durante los días 11 y 12 de agosto, se realizó el IV Congreso de Derecho de Ejecución Penal, en el cual se llevaron adelante diversas exposiciones.

En el Aula Magna, la apertura de las mesas de exposición estuvo en manos de Mónica Pinto, decana de la Facultad, y Leonardo Pitlevnik, director académico del Centro de Estudios de Ejecución Penal (CEEP). En este marco, Pinto pronunció unas palabras de bienvenida. “Me parece sumamente auspicioso que nosotros podamos seguir organizando este tipo de eventos. Entendemos que el tema de la ejecución de la pena es un tema sumamente importante. El encierro es un ámbito en el cual la tutela del Estado está cada día más erosionada pero es un ámbito en el cual el Estado es plenamente responsable de un montón de situaciones que allí se dan”, indicó la decana. Luego, Pitlevnik realizó una descripción de la actividad y pronunció una serie de agradecimientos. El orador manifestó, asimismo, que uno de los principales objetivos que se tienen desde el CEEP es discutir las cuestiones carcelarias desde un lugar que no tenga que ver solamente con pensar la ley.

Seguidamente, y con la coordinación de Ramiro Gua, se llevó adelante una ponencia titulada “Violencia, orden y disciplina en prisión”, a cargo de Máximo Sozzo y Ana Vigna. En primer lugar, Vigna centró su ponencia en los modos en que se aplica la norma en la cotidianeidad dentro de los establecimientos de reclusión. Para comenzar, discutió conceptos tales como legitimidad, abuso de poder y funciones de la pena privativa de libertad. Posteriormente, manifestó por qué le parecen interesantes esas discusiones para el contexto penitenciario latinoamericano y, en particular, para el contexto penitenciario uruguayo. Explicó que es justamente a partir de los vínculos interpersonales entre los dos colectivos que se dan dentro de la prisión, los internos y el staff, que las políticas penitenciarias toman forma y son aplicadas en el día a día. Se refirió, además, al concepto de street-level bureaucrats,acuñado por Michael Lipsky. “Este término refiere a los burócratas del nivel de calle o también llamados burócratas de la línea de frente, que son, nada más y nada menos, aquellos que tienen que aplicar la normativa abstracta en situaciones concretas cara a cara con el ciudadano”, explicó Vigna. Por otra parte, señaló que el sistema penitenciario uruguayo ha sido objeto de múltiples denuncias de violación de los derechos humanos de la población reclusa, tanto a nivel nacional como a nivel internacional.

A su turno, Máximo Sozzo se enfocó en las formas, condiciones y significados de la violencia en prisión y presentó una serie de apuntes en torno a exploraciones empíricas. Con relación a la violencia en prisión, indicó que, en general, “se piensa la prisión como un lugar en donde la violencia, tanto actual como potencial, constituye un recurso fundamental y recurrente en las distintas interacciones que se construyen entre los agentes que configuran este mundo social. La violencia aparece como un rasgo definitorio en el sentido común culturalmente difundido”. Luego, por un lado, presentó una serie de datos que están vinculados a una muestra representativa de las personas privadas de su libertad en las prisiones santafesinas. En segundo lugar, expuso una serie de datos empíricos construidos a partir de una encuesta de guardias y funcionarios penitenciarios que trabajan en las prisiones de Santa Fe. Por último, presentó un análisis documental sobre los partes diarios de cada una de las prisiones santafesinas, de cada uno de los días de los últimos once años. “Los guardias, en particular, nos muestran altísimos niveles de inseguridad, una fuerte definición de su trabajo vinculada a la posibilidad de ser víctima de una agresión (…). No se trata solo de los presos, sino también de los guardias”, reflexionó. Para concluir, se preguntó cómo pensar el crecimiento que se vio en los partes de los volúmenes de autolesión y tentativas de suicidio.

Durante el mismo día, se continuó con distintas exposiciones y el 12 de agosto, tras una jornada de ponencias, Leonardo Filippini. subdirector académico del CEEP, realizó el cierre de la actividad.