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Año XXI - Edición 382 27 de octubre de 2022

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Entrega del doctorado honoris causa a Rafael Mariano Grossi

  • Nota de Tapa

El pasado 17 de octubre, en el Aula Magna, tuvo lugar la entrega del diploma honoris causa a Rafael Mariano Grossi, quien actualmente se desempeña como director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). El acto fue presidido por el secretario general de la Universidad de Buenos Aires, Juan Alfonsín; el decano Leandro Vergara y lavicedecana Silvia Nonna.

Para comenzar, Rafael Manóvil tuvo a su cargo la laudatio académica: “La Universidad de Buenos Aires ha resuelto distinguir al embajador Rafael Mariano Grossi con el grado de doctor honoris causa de esta casa de estudios, en mérito a su extraordinaria trayectoria en el ámbito de la diplomacia y sus compromisos de toda una vida con la actividad y la política nuclear e internacional”. Luego, hizo un breve recorrido por su trayectoria, puntualizando en su cargo de director de la OIEA. “Frente a tal cargo tiene un desempeño sobresaliente. Sus principios éticos, su imparcialidad, su compromiso y responsabilidad, sus dotes de conciliación, se traducen en sensibles beneficios para una humanidad amante de la paz y de la convivencia pacífica. Ha posicionado al organismo en materia de generación de electricidad de manera sostenible”, expresó. En último término, reconoció como sus proyectos más destacados la creación del Centro de Entrenamiento contra el Terrorismo Nuclear, la construcción de nuevos laboratorios, los Siete Pilares de la Seguridad nuclear y el Programa “Rayos de Esperanza”.

A continuación, el decano Leandro Vergara hizo entrega al doctor Rafael Mariano Grossi del diploma y la medalla que lo acreditan como doctor honoris causa de la Universidad de Buenos Aires.

Posteriormente, el homenajeado dictó su conferencia magistral, titulada “Átomos para la paz en tiempos de guerra: el rol del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). “La OIEA es un organismo internacional jugando el papel que tiene que estar jugando en el mundo complejo que estamos viviendo actualmente. Estamos jugando con fuego y esto tiene que terminar ya”, enfatizó. En tal sentido, se refirió a su labor diplomática tendiente a establecer un régimen de protección para la central nuclear de Chernobyl en el contexto de la guerra entre Ucrania y Rusia: “Hay ciertos problemas y ciertas circunstancias que no sólo existen, sino que hacen de las soluciones cooperativas y multilaterales la única solución posible a esos problemas. No sabemos si vamos a tener éxito en la gestión que estamos intentando llevar a cabo, pero lo estamos haciendo, estamos trabajando. La energía nuclear es una de las respuestas, es una energía que está para dar soluciones”. En la misma línea argumental, citó los programas Rayos de Esperanza, ZODIAC y la acción en materia de solución plástica en la Antártida. Hacia el final, manifestó: “Generacionalmente, nos ha tocado vivir este momento en el cual la crisis energética, la crisis alimentaria, los problemas de no proliferación y la posibilidad de accidentes nucleares nos llevan a revalorizar, analizar y defender el papel del multilateralismo frente al unilateralismo”. Por último, afirmó: “Muchísimas gracias a los/as presentes y a quienes han decidido compartir hoy conmigo este momento”.

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