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Año XV - Edición 267 02 de junio de 2016

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Encuentro con Mutuma Ruteere, relator de la ONU sobre racismo

  • Nota de Tapa

El pasado 23 de mayo tuvo lugar en el Salón Rojo un encuentro con Mutuma Ruteree, convocado por el Centro de Derechos Humanos y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Cabe destacar que Ruteere es relator especial de Naciones Unidas sobre las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia. Para comenzar, la decana Mónica Pinto dio la bienvenida y presentó a Ruteere. “Los relatores especiales son parte de los procedimientos especiales del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas”. Puntualizó que las capacidades de los relatores cubren tres áreas: recibir comunicaciones, hacer informes sobre el tema sustancial del mandato y, en tercer lugar, proponer “lo que llamamos mover las fronteras del derecho tratando de dar interpretaciones más actualizadas e integradoras”.

Por su parte, Mutuma Ruteere destacó que esta es su segunda visita a la región. “Es un placer poder regresar a esta región para poder evaluar la situación en la Argentina”, indicó. Ruteere enfatizó que uno de los desafíos se vincula con el cumplimiento de los valores cosmopolitas en un mundo de naciones-estado. “La buena noticia es que en los últimos 50 años los derechos humanos han logrado una importancia hegemónica. Nadie niega hoy la validez o importancia de los derechos humanos; ningún Estado rechaza la idea de los derechos humanos. Hemos avanzado muchísimo para llegar a este punto”, expresó. Así, esto representa un consenso respecto de ciertos valores. En la misma línea argumental, Ruteere aseveró que los derechos humanos se han convertido en la lengua franca. No obstante, Ruteere afirmó que se ven masacres, conflictos letales, poca empatía por los refugiados. “El sistema de derechos humanos con sus leyes e instituciones refleja las fortalezas, debilidades y contradicciones del sistema de política internacional”, describió. Hizo alusión a la sombra que surge de las guerras entre países por los intereses nacionales y la fortaleza de los distintos miembros de la ONU. “Si bien la ley ha cambiado en los últimos 50 años, el sistema internacional sigue reflejando de manera considerable la lógica de su fundación y sus orígenes”, entendió.

Con relación al sistema de relatores especiales, recordó que tiene capacidades independientes. “El diseño de estos mecanismos busca complementar de alguna manera las debilidades del sistema actual de las Naciones Unidas y muchas veces es hasta difícil seguir la huella de todos los mandatos”, explicó Ruteere. Asimismo, manifestó “parte del trabajo que tenemos es analizar todos los temas y generar informes que se presentan anualmente a la Asamblea General”. Estos informes permiten examinar algunas cuestiones específicas, les permiten ver a los Estados cuales son las condiciones subyacentes respecto de una cuestión en particular. “También presentan una evaluación del avance y algunas veces recomendaciones prácticas”, agregó. Según el expositor, esta capacidad de presentar informes tan complejos sobre cuestiones tan difíciles es algo que probablemente no se haría sobre el sistema de tratados. Los relatores especiales conocen a las víctimas durante las visitas y tienen una interacción con las organizaciones de la sociedad civil que les permite fortalecer la voz de las víctimas. Otro aspecto importante es la función de investigación de los relatores especiales. “Por supuesto que las visitas están limitadas por muchísimos factores. El Estado tiene que prestar consentimiento y aceptar la visita del relator especial y trabajar con el relator especial en la visita. Los estados tienen muchísimos recursos para aparentar que cooperan pero no cooperan, afortunadamente con Argentina no tuvimos ningún problema”, desarrolló el expositor.

Además, aseguró que el sistema de relatores especiales se trata de “hacer mucho con muy poco, tiene muchas imperfecciones pero también muchas fortalezas”. De esta manera, permite demostrar que el mundo no es indiferente al sufrimiento y transmite esperanza. Señaló que Argentina ha implementado una ley muy integral para la promoción de derechos humanos. “El lenguaje de los derechos humanos lo manejan todos los funcionarios de gobierno, ha pasado a ser parte de la política de gobierno”, remarcó. Ruteere subrayó que uno de los desafíos fundamentales por resolver se vincula con los pueblos originarios. “También noté que hay una represión cada vez mayor de los pueblos originarios y una criminalización de su protesta”, adicionó. El orador apuntó que Argentina les da la bienvenida a los migrantes pero hay problemas respecto a normas y políticas que deberían aprobarse para poder ayudar a estos migrantes a integrarse a la sociedad. El relator especial también hizo alusión a la importancia de la educación multicultural. 

"La buena noticia es que en los últimos 50 años los derechos humanos han logrado una importancia hegemónica. Nadie niega hoy la validez o importancia de los derechos humanos", subrayó el relator de la ONU sobre racismo.