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Año IX - Edición 159 22 de abril de 2010

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El Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Lic. Álvaro M. García Linera, fue investido como Doctor Honoris Causa por la UBA

  • Nota de Tapa

EN SU LECCIÓN MAGISTRAL, EL HOMENAJEADO DESTACÓ Y APOYÓ LA LUCHA QUE HAN LLEVADO ADELANTE LAS ABUELAS Y MADRES DE PLAZA DE MAYO Y EXPRESÓ QUE NO SON SÓLO MADRES DE LOS DESAPARECIDOS SINO “DE TODOS LOS QUE LUCHAMOS Y AMAMOS LA PATRIA”.

El 8 de abril pasado se celebró en el Aula Magna el acto por el cual se invistió al Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Prof. Lic. Álvaro Marcelo García Linera como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Buenos Aires. En la ceremonia estuvieron presentes junto al homenajeado la Vicerrectora de la Universidad de Buenos Aires, Dra. María Beatriz Guglielmotti, el Decano de la Facultad de Ciencias Sociales, Prof. Sergio Caletti; el Profesor de la Carrera de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales, Mario Toer; y la Secretaria Académica de nuestra Facultad, Dr. Silvia C. Nonna.

En primer término, el Prof. Mario Toer pronunció la laudatio académica remarcando que la práctica del homenajeado siempre estuvo entrelazada y enriquecida con el compromiso social. Comentó además que su indagación en el terreno de los conflictos sociales con la toma de partido no se debe a una mera complementación de vocaciones, “se desprende de una concepción de la práctica inherente a la producción de conocimiento claramente expuesta en toda su obra”. Asimismo, señaló que su consiguiente práctica política se vuelca a alentar la insurgencia indígena en tiempos en que los discursos neoliberales se concentran a dar una vuelta de tuerca al sometimiento de nuestros pueblos en toda la región. Señaló entonces que en sus escritos, el Prof. García Linera no sólo nos permite entender en profundidad las variadas vicisitudes de los tiempos actuales de la sociedad boliviana, sino que incluso nos otorga la posibilidad de contar con elocuentes conceptos para entender distintos escenarios y poner en evidencia los variados momentos que el movimiento de masas necesita transitar para consolidar sus conquistas.

A su vez, destacó que junto al Presidente de Bolivia, Evo Morales, han compuesto un dueto que ha contribuido a que este colosal movimiento que lleva a cabo el pueblo boliviano siga avanzando a paso firme. Consideró entonces que “sus trabajos pueden ayudarnos a encontrar nuestro propio camino de convergencia con las mayorías de nuestra patria y de todo nuestro continente; su obra es una permanente invitación a que debatamos el sentido de la producción de conocimiento en el ámbito de las ciencias sociales”, manifestó.

Estimó necesario, finalmente, interrogarnos sobre la recuperación del sentido de lo público y la manera de reconstruir la potencia democratizadora que pueda contraponerse a la trasnacionalización mercantil con la perspectiva de una política de integración regional basada en la solidaridad, como contribución a una estrategia que facilite también la incorporación de las mayorías a la posibilidad de la práctica universitaria.

Acto seguido, la Dra. María Beatriz Guglielmotti hizo entrega del diploma y la medalla que acreditan al Lic. Álvaro Marcelo García Linera como Doctor Honoris Causa de la Universidad de Buenos Aires, quien agradeció la distinción y aseguró que existe una aparente dicotomía entre la razón y la pasión, entre el pensar y el hacer ya que, aseveró, “no hay reflexión sin compromiso”. En este sentido, postuló que es posible construir un argumento teórico, respetar las reglas de la construcción lógica y razonable de los conceptos, sin abandonar la comprensión de que esa abstracción intelectual tiene un efecto práctico. “El ser humano es producto de su tiempo y solamente puede trascender en la medida en que logra captar en el tiempo en que vivimos la fuerza de la historia, del argumento y de la lógica de lo que tenemos alrededor de nuestras vidas”, concluyó.

Por la tarde, el Decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, Prof. Sergio Caletti, presidió el acto donde el distinguido profesor dictó la lectio magistralis de su investidura, titulada “La construcción del Estado”. También estuvieron presentes la Embajadora del Estado Plurinacional de Bolivia, Leonor Arauco Lemaitre; y el Decano de la Facultad de Filosofía y Letras, Dr. Héctor Hugo Trinchero.

En primer lugar, el Prof. Sergio Caletti comentó que no es una mera coincidencia que Álvaro García Linera provenga de Bolivia, donde razón y pasión son una misma cosa, y se encuentra en los movimientos sociales. “Sólo esta manera de conjugarse las pasiones y los argumentos es capaz de explicar el modo en el que antes y después de la puesta en marcha de su proceso revolucionario ha ido transformándose el carácter callado y reconcertado del pueblo del altiplano, en el carácter alegre que hoy sorprende al visitante”, aseguró. Así, opinó que la grandeza de Bolivia es la que hace, al menos desde décadas, que se convierta en un verdadero laboratorio político que anticipa, desnuda o desentraña elementos del futuro de otros países de la región.

Indicó entonces que “aunque tenga grandes diferencias con los países vecinos o que su propia heterogeneidad sea insoslayable, ha sido y es un lugar al que todos los países latinoamericanos deben observar y acompañar con suma atención y especial ahínco”. Por último, deseó que la presencia del Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia en nuestro país “constituya un puente para que la reflexión y el compromiso fortalezcan su unidad y su afán transformador”.

Acto seguido, el Lic. Álvaro Marcelo García Linera resaltó y apoyó la lucha que han llevado y llevan adelante las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo y expresó que no son sólo madres de los desaparecidos sino “de todos los que luchamos, de todos los que amamos la patria, de todos los torturados, de todos los perseguidos, de todos los comprometidos en esta América Latina; por ustedes estamos aquí y de ustedes sacamos la energía para hacer lo que hacemos”.

Explicó que los procesos de privatización, que ha vivido nuestro continente, y la trasnacionalización de los recursos públicos, que caracteriza al neoliberalismo contemporáneo, “no lo han hecho seres celestiales ni fuerzas transterritoriales sino han sido llevados adelante por los propios Estados”. En tal sentido, subrayó que la lectura extincionista del Estado olvida que los flujos financieros que se mueven en el planeta no se distribuyen por igual entre las regiones y los Estados, sino que benefician a unos en detrimento de otros. Inversamente, agregó que existe una lectura opuesta que postula que los Estados no han perdido su importancia como cohesionadores territoriales, que el actual sistema es un sistema interestatal y que los sujetos son los Estados en una dimensión de interdependencia a nivel mundial. Sin embargo, advirtió que “esta visión olvida que hay ciertas decisiones e instituciones, de carácter mundial, por encima de los propios Estados: regímenes de derechos, ámbito de decisión económica y ámbito de decisión militar”. Por ende, aseveró que no son correctas las lecturas anteriores sino que existe una dinámica, un movimiento y un proceso. De esta manera, la globalización se entiende como un proceso de mutación y no como extinción de los procesos de soberanía política, aunque “en los últimos 30 años se ve una complejización territorial de los mecanismos de cohesión social y legitimación social”, expresó. A su vez, definió al Estado como una serie de elementos, diversos, tanto objetivos, materiales y etéreos, y observó que no hay Estado sin instituciones: gobierno, Parlamento, justicia, cultura, educación, comunicación, en dimensión de instituciones, de normas procedimientos y materialidad administrativa que le da vida a esa función gubernativa. En la misma línea, resumió que no sólo se compone de elementos materiales, sino también son concepciones, enseñanzas, saberes, expectativas, conocimientos y ésta sería dimensión ideal del Estado, o sea que también “es un régimen de creencias, es un régimen de percepciones, es decir es la parte ideal de la materialidad del Estado”, manifestó. A su vez, analizó que detrás de esa materialidad e idealidad, el Estado son relaciones y jerarquías entre personas, sobre el uso, función y disposición de los bienes, jerarquías en el uso, mando, conducción y usufructo de esas creencias, que no surgen de la nada sino que son el fruto de luchas, de correlaciones de fuerzas, de enfrentamientos. Concluyó entonces con la definición del Estado tomando en cuenta cuatro dimensiones: institución como parte material; creencia como parte ideal; correlación de fuerza; y monopolio. En consecuencia, sostuvo que un Estado es un aparato social territorial de producción efectiva de tres monopolios: recursos, coerción y legitimidad.