¡Seguinos!

Año XVII - Edición 303 31 de mayo de 2018

Buscar

El debate sobre la despenalización del aborto en Argentina a la luz de la experiencia canadiense

  • Nota de Tapa

Con la organización del Centro de Derechos Humanos y Amnistía Internacional Argentina, el pasado 22 de mayo en el Salón Rojo tuvo lugar la actividad “El debate sobre la despenalización del aborto en Argentina a la luz de la experiencia canadiense”, en cuyo marco brindó su aporte Joanna Erdman. Cabe destacar que la oradora es profesora de derecho graduada en la Universidad de Toronto, magíster en derecho por la Universidad de Harvard y completó una residencia en la Facultad de Derecho de Yale. Es primera titular de la cátedra de MacBain en Derecho y Política de Salud en Schulich School of Law, Dalhousie University. Su investigación principal está centrada en la salud sexual y reproductiva desde un enfoque transnacional. Además trabaja en temas relacionados a la reducción de daños en el aborto seguro y la regulación de la anticoncepción de emergencia. Es una de las editoras del libro El aborto en el derecho transnacional: Casos y controversias, una compilación de ensayos que presenta la evolución del debate jurídico en torno al aborto desde una perspectiva del derecho transnacional durante el siglo XX y XXI.

Las palabras de apertura estuvieron en manos de la profesora titular de la Facultad, Mónica Pinto, quien recordó que “Canadá hace treinta años tiene despenalizado el aborto y esa despenalización se dio a partir de una decisión de la Corte Suprema de Canadá en el caso Morgentaler, que tuvo en cuenta los derechos de las mujeres”.

Acto seguido, Joanna Erdman contó que “en Canadá, no tenemos leyes que penalicen el aborto y no las hemos tenido en los últimos treinta años” y explicó que eso se debe a que “en 1988 la Corte Suprema de Canadá derogó la ley que penalizaba el aborto y su violación inconstitucional a los derechos de la mujer”. En este sentido, describió que la ley de ese momento permitía que los abortos se realicen en hospitales cuando continuar el embarazo ponía en peligro a la vida de la mujer o su salud pero solo si era autorizado por una comisión del hospital. Sin embargo, recordó, “la Corte derogó esta ley basándose en argumentos de lealtad procesal y sostuvo que la ley no era funcional porque generaba grandes desigualdades en el acceso al aborto, ya que en la práctica no era accesible, según lo estipulado en el código penal canadiense, para muchas mujeres que sí calificaban para poder realizárselo”. Esta dificultad en el acceso estaba dada por una cantidad de procedimientos obligatorios que la ley establecía y que reducían el acceso. En esta línea argumental, puntualizó que la ley desafiaba sus propios objetivos, de hecho no salvaba la vida ni protegía la salud de las mujeres, sino que generaba precisamente lo contrario: ponía en peligro la vida de las personas. Asimismo, destacó que luego de esta decisión de la Corte nunca más se volvió a sancionar una ley de este estilo. Por lo tanto, hoy en día el aborto no se encuentra regulado por ninguna ley federal. “Por el contrario, está regulado por leyes de salud provinciales, que son leyes de aplicación general que regulan los servicios de atención médica”, afirmó.

Como ejemplo, se refirió a la Canadian Medical Association que tiene una política en la interrupción inducida del embarazo que caracteriza a la decisión de interrumpir un embarazo como una decisión médica y trata el acto del aborto como un acto médico.

Por otro lado, señaló que “lo primero que la gente se pregunta es si la despenalización del aborto resultó en una mayor cantidad de abortos. La respuesta simple es que no”. El porcentaje de abortos que se realizan no ha aumentado en los últimos treinta años desde su despenalización. De hecho, lo que ha sucedido es lo contrario: en total de la tasa de abortos ha decaído desde los noventas a pesar de haber una tasa de natalidad estable. Además, indicó que, aproximadamente, en Canadá se practican 100 000 abortos por año, lo que está por debajo del promedio de las tasas de aborto en los países en los que este está legalizado pero también se encuentra por debajo del promedio de aquellos países que sí tienen leyes muy restrictivas de la interrupción de embarazo, como Argentina. “La tasa de aborto se redujo en Canadá en primer lugar porque tenemos un gran acceso a buenos métodos anticonceptivos así como también porque se produjo un incremento en educación sexual”, aseveró y reflexionó: “Cuando cambiás de un sistema penal a un sistema de salud, podés comenzar a diseñar un sistema que satisfaga las necesidades de las personas, lo cual solo es posible mediante la construcción de ambientes de protección y reconociendo a las mujeres como miembros completos e iguales de la sociedad”.
Seguidamente, Mariela Belski (directora ejecutiva y vocera de Amnistía Internacional en la Argentina) estableció un diálogo con la invitada y luego se abrió un espacio de preguntas.