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Año III - Edición 56 07 de octubre de 2004

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Doctorado Honoris Causa para el Profesor Sandro Schipani

  • Nota de Tapa

El 14 de septiembre en el Salón Rojo se honró con la entrega del título de Doctor Honoris Causa al Profesor Sandro Schipani. El evento estuvo presidido por el Rector de la UBA Dr. Guillermo Jaim Etcheverry, el Decano de la Facultad Dr. Atilio Alterini, el Excmo. Embajador de Italia en Argentina Roberto Nigido, y el Profesor Titular de Derecho Romano Dr. Norberto Rinaldi.

Previa entrega del diploma, se dio lectura a la carta de adhesión del Presidente del Consejo Nacional Universitario Italiano Dr. Luigi Labruna, Honoris Causa de la UBA, y a la carta de adhesión de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario.

El Elogio Académico estuvo a cargo del Dr. Norberto Rinaldi, quien resaltó la trascendencia de las ideas y obras del ilustrado huésped. Lo calificó como un investigador tenaz, severo y prolijo, que ayudó a divulgar el Derecho Romano en Latinoamérica y Oriente. Contó que el primer contacto de Sandro Schipani con Buenos Aires fue en 1975 cuando vino a participar del Primer Congreso Latinoamericano de Derecho Romano. A partir de allí, todos los años él y sus colegas científicos han colaborado y aún financiado los eventos. También ha impulsado la entrega de becas a egresados de nuestra Facultad para dedicarse al estudio del Derecho Romano, y gracias a eso hoy hay gente muy preparada en el país. El Prof. Schipani es egresado de la Universidad de Turín donde comenzó su carrera docente. Tuvo participación protagónica en el Comité para la Investigación Científica, en la Dirección del Departamento de Historia y Teoría del Derecho, en el Centro Interdisciplinario de Estudios Latinoamericanos, entre otros. Fue propulsor de la Ley 209 sancionada por el Parlamento Italiano en el año 2000, por la que se encomienda al Gobierno de Italia a pedir desde la Asamblea General de las Naciones Unidas, una Opinión Consultiva a la Corte Internacional de Justicia sobre los aspectos jurídicos de la deuda externa. Por último, pontificó el orador que la historia de la obra de Sandro Schipani “es una auténtica lucha por la libertad” en todas sus acepciones.

Tras recibir el diploma de manos del Rector, el Dr. Schipani inició su conferencia. Propuso tres temas que son los que le han dado mayor reconocimiento en nuestro continente. En primer lugar, el papel de los juristas como fundadores del derecho; luego, los principios jurídicos que deben prevalecer sobre la deuda externa; y por último, la unificación supranacional del derecho regional en América Latina.

En cuanto al carácter fundador del jurista, sostuvo que en el derecho romano la ciencia jurídica romana ha tenido valor productivo y creador de derecho en múltiples niveles, y era practicada con la conciencia de tal. La creación de un derecho más justo, dijo,  implica una discusión intensa entre ideas diferentes de juristas que se enfrentan en sus discursos. “El hombre es la causa y el fin de todo el derecho”. Remarcó que los juristas son los fundadores y los responsables de perseguir que el fin del derecho sea la justicia. Como dijo anteriormente, esto no es nuevo sino que nació con Justiniano, pero lamentablemente mucho se ha perdido en el último siglo. Graficó cómo Justiniano valoraba para cada problema aquello que resultaba más justo, sin importar quien lo decía. Recordó también que un momento importante de sus estudios fue la lectura de Vélez Sársfield, cuyo código “es la versión más acabada de la historia de la codificación civil desde Justiniano; Vélez Sársfield con sus notas ha continuado con la tarea de fundador del derecho”. No reparó en elogios al decir que la obra del civilista argentino es de un altísimo nivel y muestra el gran trabajo científico innovador, combinado con la continuidad de la tradición jurídica. Para cerrar este punto, sugirió que la ciencia jurídica no debe ceder la fundación del derecho al estatal-legalismo (NdR: la creación monopólica del derecho por parte del Estado). “El jurista debe ser responsable de su compromiso”.

Ya en el segundo tema –la deuda externa- comentó que desde hace más de tres años con esta Facultad y otras del país se están estudiando los aspectos jurídicos de la deuda externa en Latinoamérica. Explicó que a lo largo de las investigaciones se han visto violados principios civiles universales como la buena fe y la lesión, entre otros. En su momento, concluyeron en que la cuestión debe ser estudiada por la Corte Interamericana de Justicia y para eso ha intercedido frente al Parlamento Italiano para ejercer presión en la ONU. “La deuda externa debe ser recalculada debido a que se ha faltado el respeto a numerosos principios jurídicos y además ya se ha pagado más de lo que se ha prestado”. Lamentó que la gravedad de no haber aplicado el derecho correctamente haya tenido consecuencias tan malas.

Finalmente, sostuvo que la sociedad pide hoy el ius gentium y los juristas deben fundar tal necesidad. “Gayo siempre reconoció la convivencia interétnica y reconoció la comunidad de derechos”. Según él, debe reconocerse una unidad del sistema latinoamericano que ha optado en su conjunto por la tradición jurídica romanística. Propuso intentar una armonización de los derechos latinoamericanos respetando las particularidades propias de cada país. “Esta realidad de múltiples intercambios actuales no ha sido pensada por los primeros juristas latinoamericanos y tal hecho hace ver lagunas en la legislación de la integración regional”. Por último, planteó la urgencia de mirar al derecho común en América Latina y la utilidad que tendría la construcción de un código modelo común de las obligaciones de dimensiones continentales, que podría ser de gran fuerza frente a las legislaciones hegemónicas, y sería un precedente de altísimo valor jurídico, como siempre lo ha tenido el derecho en este continente.