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Año XVI - Edición 286 15 de junio de 2017

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Día del ambiente: pequeñas acciones que hacen la diferencia

  • Nota de Tapa

El pasado 5 de junio en el Aula Magna tuvo lugar la jornada “Día del ambiente: pequeñas acciones que hacen la diferencia”, organizada por las cátedras de las profesoras Leila Devia, Beatriz Krom y Silvia Nonna y auspiciada por el Programa “EcoDerechoVerde”.

Las palabras de bienvenida a la jornada estuvieron a cargo de las profesoras Silvia L. Coria, Leila Devia, Beatriz Krom y Silvia Nonna.

En primer lugar, Silvia L. Coria contó que todos los 5 de junio de cada año desde al año 1973 se celebra el día mundial del ambiente, fecha establecida por la Asamblea General de Naciones Unidas en su resolución del 15 de diciembre de 1972.
Por su parte, Silvia Nonna manifestó que el 5 de junio es una fecha que “utilizamos los ambientalistas para celebrar esta vocación que tenemos de cuidar el ambiente. El día fue instituido con el propósito de propiciar iniciativas, pequeñas acciones, y la finalidad es crear conciencia y mostrar esas cosas que uno hace a diario y cómo podría hacerlas mejor”. Y resaltó que “lo que queremos mostrar desde la Facultad de Derecho son pequeñas acciones que realmente hacen la diferencia”.

Luego, Leila Devia destacó la iniciativa de ver pequeñas acciones “porque a veces estamos enfrascados en grandes temas, en grandes conferencias, participamos de distintos foros, y estos procesos que son muy largos a veces no se ven plasmados en acciones pequeñas”.

Seguidamente, Beatriz Krom expuso que “hoy es la partida de nacimiento del Derecho Ambiental y la Facultad lo ha demostrado con diversas acciones”. Por ejemplo, con el cambio de la currícula que ha ido haciendo desde que se empezaron a tratar los temas de la naturaleza en la Facultad “y siguió con una impronta muy grande, llegando ahora a desarrollar el Derecho Ambiental tal como se desarrolla en las mejores universidades del mundo”, puntualizó.

Acto seguido, Cristina Lescano (presidente de la Cooperativa El Ceibo) contó que la cooperativa que preside se inició en el año 1989. “Cuando nosotros comenzamos a trabajar con el tema de los residuos, con la separación en origen, lo hicimos por necesidad. No sabíamos lo que era el medio ambiente ni el cambio climático”, relató y agregó que la cooperativa comenzó con un grupo de diez mujeres. Luego, la oradora desarrolló acerca de cómo fue evolucionando la cooperativa. “Hoy recuperamos papel, plástico, metales, cartón, vidrio y telgopor”, puntualizó.

Por otro lado, Javier Ureta Sáenz Peña (presidente de Cascos Verdes) expuso que “su vida cambió a raíz de ponerse en contacto con personas con discapacidad y trabajar con ellas”. Asimismo, explicó que “en la medida en que la persona pueda capacitarse y pueda luego enseñar a través de una lectoescritura básica y un habla que se entienda, dan charlas, y la sensación que generan en el resto de la sociedad es impresionante”. En este sentido, sostuvo que “nosotros encontramos en la discapacidad de estas personas una oportunidad, que es la oportunidad del asombro (…). Entonces, en esa oportunidad en la cual una persona con discapacidad se para y te enseña los temas tan sensibles y cotidianos como pueden ser la separación de residuos, generan una empatía mucho más fuerte y un mensaje mucho más directo que hace que la sociedad se movilice”.

A su turno, María José Leveratto (especialista en sustentabilidad ambiental en arquitectura) se refirió a la importancia del diseño de los edificios como una estrategia para avanzar a hacia una mayor sustentabilidad urbana y ambiental. En esta línea, expresó que, en general, no tenemos una real dimensión del impacto que las construcciones, particularmente las construcciones en las ciudades, tienen sobre el ambiente.

“Uno de los factores importantes es la contribución de lo construido de los edificios a la generación de gases de efecto invernadero”, subrayó y explicó que “la energía que consumimos en cada una de nuestras casas, particularmente el sector residencial, emite más gases de efecto invernadero aun que el sector transporte”. Otra cuestión está relacionada con la impermeabilización del suelo. “En ciudades como Buenos Aires, este factor es particularmente importante porque es por impermeabilizar el suelo que las inundaciones son más recurrentes”, indicó.

Finalmente, Sebastián De Simone (abogado del área delitos ambientales de la PFA) señaló que él se encarga de la prevención de los delitos ambientales. Con relación a los delitos ambientales, explicó que para saber qué son uno se tiene que remitir al concepto de delito. Pero, específicamente, los delitos ambientales “están referidos a una conducta penal cuya consecuencia es la degradación de la salud de la población, de la calidad de vida de la misma y del ambiente, y que se encuentra sancionada con una pena determinada”, describió. Como ejemplo de delito ambiental, se refirió a contaminar el medio ambiente por la disposición incorrecta de residuos peligrosos, el cual es un delito tipificado por la ley nacional de residuos peligrosos 24.051. “Lo que se trata también con los delitos ambientales es la prevención de la seguridad pública y de la salud pública”, especificó.