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Año XV - Edición 278 01 de diciembre de 2016

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Derechos humanos, acceso a un hábitat digno y políticas públicas

  • Nota de Tapa

Con la organización en conjunto del Centro de Derechos Humanos de la Facultad (CDH), el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), la Red Internacional para los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Red DESC) y la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), el pasado 15 de noviembre se llevó adelante en el Aula Magna un debate público sobre derechos humanos, acceso a un hábitat digno y políticas públicas.

El encuentro comenzó con una introducción por parte de Chris Grove (Red DESC) y Martín Sigal (CDH). Luego, se dio paso a una serie de exposiciones. En primer lugar, Eduardo Reese (CELS) disertó acerca del derecho a un hábitat digno: avances y retrocesos recientes en Argentina. “El derecho al hábitat digno no es solamente un problema de un déficit que hay que más o menos solucionar sino que es la base importantísima para poder desarmar la violación permanente y agregada de derechos”, manifestó y agregó que este tema hay que enmarcarlo en una tendencia mundial de agravamiento de la desigualdad. La imposibilidad de acceder a un hábitat digno es la confluencia de un mercado inmobiliario con enormes problemas de funcionamiento en América Latina, con enormes tasas de violación sistemática de derechos y además de un conjunto de políticas públicas que son absolutamente inadecuadas. Ha sido el mercado inmobiliario el que ha imposibilitado a partir de sus crecientes precios, de una creciente financiarización de la tierra y de la vivienda que muchísimas familias en Argentina y en América Latina puedan acceder a una vivienda y a una tierra.

Acto seguido, Marcela Creciente (Barrio El Garrote) relató su experiencia personal desde el Barrio Garrote (Tigre). “Para nosotros compartir con el CELS la demanda que les están haciendo al Municipio y a la Provincia es muy importante. Primero porque visibiliza el problema y después porque a largo plazo podemos terminar con una organización del Garrote”. Pablo Vitale (ACIJ), por su parte, expuso acerca del derecho a la Ciudad y políticas públicas de hábitat en CABA. “La CABA es una ciudad con segregación, que tiene que ver con una manifestación espacial de las diferenciaciones sociales en el territorio que se pueden dar a escalas medianas y a escalas micro”, explicó. Asimismo, señaló que “parte de esta segregación se aplica en términos de las diferencias de los precios de suelo en la zona norte y en la zona sur y hacia el interior de la CABA, en general, un crecimiento exponencial de los precios del mercado que hacen cada vez más difícil el acceso a la vivienda para los sectores populares”. En la misma línea, observó que esto “se corresponde también con el crecimiento de la vacancia de la CABA donde hay cada vez más inmuebles sin ser ocupados. (…) La vivienda es cada vez más un depósito de dinero que no cumple la función de vivienda sino que lo que cumple es la función de resguardo financiero.Por otro lado,indicó que las políticas urbanas de los últimos años, entre el 2005 y el 2015, la asignación presupuestaria de viviendas fue decreciendo hasta el año pasado y esto se conjugó con una política urbana más dispersa.

Seguidamente, Leilani Farha (relatora especial sobre vivienda adecuada/Derechos Humanos, ONU) se expresó acerca de que el derecho a la vivienda es un derecho humano, además de hacer mención de la reciente cumbre de Hábitat III y el debate internacional. “Lo primero que noté es la forma en que la vivienda no ha entrado en la agenda internacional de los derechos humanos”. En este marco, sostuvo que esto podría estar relacionado con un proceso evolutivo: la vivienda no es más atractiva, sería una de las razones económicas articuladas. También podría ser porque hace 50 años se tomó una decisión de dividir la Declaración Universal de Derechos Humanos en dos partes distintas: el derecho a una vivienda adecuada del derecho a la vida, derechos que se integran el uno al otro, mutuamente importantes y que necesitan coexistir para generar compromiso. Pero, la oradora cree que también podría ser que el derecho a una vivienda desafía paradigmas fundamentales en los cuales las sociedades están basadas. Mencionó, como uno de ellos, la idea de que aquellos que pueden deberían maximizar sus ganancias a costa de los derechos humanos y de las personas más vulnerables. Independientemente de estas razones, los marcadores que indican que la vivienda es el “primo pobre” de los otros derechos están en todos lados.

Posteriormente, se llevó adelante un debate con el público asistente moderado por Martín Sigal.