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Año XI - Edición 195 21 de junio de 2012

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Congreso de Derecho Público para estudiantes y jóvenes graduados - “Democracia y derechos”

  • Nota de Tapa

Durante los días 31 de mayo y 1º de junio se celebró en la Facultad de Derecho el Congreso de Derecho Público para estudiantes y jóvenes graduados “Democracia y derechos”, que contó con la presencia de destacados profesionales y profesores de esta Casa de Estudios.

La Decana Mónica Pinto brindó unas palabras de bienvenida destacando que el evento resulta de gran importancia porque “el tema de fondo, democracia y derechos, es determinante en la vida de todo el pueblo”.

A su vez, recordó que esta Casa de Estudios es una de las monopólicas proveedoras del Poder Judicial de la Nación, de las provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Comentó asimismo las actividades vinculadas con el desarrollo de los conocimientos académicos, remarcando que la apuesta consiste en que los estudiantes reciban y ayuden a construir el conocimiento del derecho para que cada día sea de mejor calidad y que salgan mejor formados a la vida profesional e institucional. Finalmente, estimó importante que cada día el Estado de Derecho y las instituciones en este país brinden posibilidades y una mejor calidad de vida para cada uno de todos nosotros.

A continuación, se desarrolló la presentación de ponencias de estudiantes y jóvenes graduados en las ramas de Teoría del Estado, Derecho Constitucional, Derecho Administrativo, Derecho Tributario, Derechos Humanos, Derecho Internacional Público y Derecho de la Integración, que contó con la participación de los Dres. Federico Winer, José Luis Gargarella, Alfredo Vítolo, Mirtha Abad, Gregorio Flax, Alfredo Silverio Gusman, Pablo Revilla, Fabiana Schafrik, Juan Vicente Cataldo, Adelina Loianno, Marta Vigevano, Omar Álvarez, Flavio Gonzalez y Luciana Scotti.

Por la tarde tuvo lugar en el Aula Magna la conferencia inaugural a cargo del Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Dr. Ricardo L. Lorenzetti, quien se centró en el rol de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la democracia en un contexto de cambios. De este modo, advirtió que las sociedades actuales viven en “democracias intensivas”, es decir, que todos los días hay procesos de legitimación o deslegitimación respecto de las decisiones de los representantes. Remarcó entonces que el debate se da en la justicia muchas veces, por ello, el altísimo nivel de judicialización de conflictos en el Poder Judicial del país y del resto del mundo. Aseveró que es necesario reformular el “estatuto del poder” en términos de obtener una mayor participación ciudadana en las decisiones, con una idea ascendiente, no descendiente. Explicó que el modelo ascendiente es el de una democracia deliberativa donde existe una multiplicidad de participantes y van ascendiendo las decisiones hasta producirse una decisión condensada que representa el debate de la sociedad. “La Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene claro que el modelo que debe seguirse consiste en fortalecer la participación ciudadana y los modelos de decisión ascendientes”, expresó.

Por otra parte, indicó que muchas veces se acude a la justicia en temas que deberían ser resueltos por el Poder Ejecutivo y Legislativo, generando un problema en cuanto a la división de poderes. En este supuesto, planteó tres posiciones: la autorrestricción, self restrain, que sostiene que el Poder Judicial no decide a pesar de tener una demanda del ciudadano, por tratarse de cuestiones no justiciables. En el otro extremo, se encuentran los Tribunales activos, que invaden las esferas de la Administración, los cuales no tienen la capacidad para atender con ese nivel de activismo tanta cantidad de casos. Aseguró entonces que la Corte Suprema de Justicia de la Nación sigue una posición intermedia, un sistema denominado “procedimental”, por el cual el Poder Judicial interviene indicando un mandato de obrar sin decir cuál es el modo, que queda como discrecionalidad de la Administración. Además, se cuestionó qué contribución deben hacer los Tribunales a la gobernabilidad, en cuanto al control de regulaciones que provienen de agencias intermedias y afectan a los ciudadanos.

Por último, subrayó la responsabilidad y la contribución que puede hacer la generación que tiene responsabilidades para que funcione un Estado de Derecho de modo razonable.

Posteriormente, el panel compuesto por Juan Vicente Sola, Carlos Balbín, Horacio Corti y Silvina González Napolitano abordó los “Desafíos actuales del Derecho Público”, siendo moderador Emiliano Buis.

En la siguiente jornada, se desarrollaron talleres de discusión sobre “Variaciones sobre la democracia Argentina del presente”, a cargo de Federico Winer y José Luis Gargarella. “El rol de la C.S.J.N.” fue analizado por Alberto Spota y Susana Maldonado. Por su parte, Ernesto Marcer, Carlos F. Balbín y Fernando García Pullés trataron “Temas polémicos del Derecho Administrativo”. Patricio Urresti y Gladys Vidal brindaron “Ideas para el fortalecimiento del federalismo fiscal argentino”. Juan Vicente Cataldo y Roberto Cacheiro Frías se centraron en “Los Derechos Sociales en la Justicia”. “La cuestión Malvinas y el Derecho Internacional” fue abordada por Lilian del Castillo y Roberto Malkassian. A su vez, Sandra Negro y Gonzalo Alvarez examinaron “El futuro de la integración latinomericana”.

Más adelante, Hernán Charosky, Manuel Garrido y Fernando García Pullés analizaron los “Organismos de control, participación ciudadana y transparencia”, con Elena Gómez como moderadora. Seguidamente, se trató la cuestión de la “Justicia Transicional”, a cargo de Carolina Varsky, Ricardo Gil Lavedra y Eduardo Barcesat. Actuó como moderador, Leonardo Filippini. En la conferencia sobre “Federalismo” disertaron Pablo Luis Manili, Gustavo Naveira, Marcelo López Alfonsín y Susana Cayuso, con Mario Campora como moderador.

La conferencia de cierre estuvo a cargo de los Dres. Roberto Gargarella, Raúl Gustavo Ferreyra, Alberto Dalla Via y Mario Justo López, quienes examinaron “Parlamentarismo vs. Presidencialismo”, actuando como moderador Leandro Martínez.

El primero en tomar la palabra fue Mario Justo López, quien se expresó como partidario de la forma parlamentaria, ya que resulta la forma de gobierno que permite la realización más plena del régimen democrático, tomando una concepción de la democracia en la cual se concibe al gobierno como moderado, que tiene un poder recortado, controlado, y donde lo más importante son los derechos del individuo. Señaló entonces que en el régimen de la democracia liberal, el gobierno es elegido en una disputa permanente en la que se enfrentan alternativas e ideas, basadas en construcciones que van más allá de las personas, por lo cual existe un combate permanente y un poder precario porque siempre está sujeto a perderlo. Así, comentó que el debate surge en dos ámbitos muy distintos: el académico y el político. Además, precisó que la democracia es un régimen que necesita ser consolidado y que la democracia presidencial tiende a quebrarse más que una parlamentaria.

En cuanto a la esencia de cada forma de gobierno, observó la elección del Jefe de gobierno que puede ser elegido con una elección popular en la forma presidencial, y designado a partir de otro órgano que es elegido por el sufragio popular, en el parlamentarismo. Concluyó entonces en que la legitimidad presidencial es mucho más fuerte que la parlamentaria, porque en el presidencialismo el Jefe de Estado tiene su propia legitimidad, que puede oponer al resto, y en el parlamentarismo, el Jefe de Estado depende su cargo de los otros, lo cual preserva la democracia.

A su turno, Roberto Gargarella comentó que la discusión sobre el presidencialismo y parlamentarismo se ha estacando y ha entrado en rieles equivocados. En cuanto al servicio que puede brindar el presidencialismo a la estabilidad política, planteó que la antítesis de la distribución del poder es la concentración de autoridad y que en Latinoamérica y Argentina adquiere una forma más robusta. También hizo referencia a la repercusión en Argentina de la discusión entre Madison y Jefferson referido a los riesgos frente al abuso de poder, a fin de tomar controles exógenos y populares para posibilitar que la ciudadanía controlase al poder, o una centralidad de controles en mecanismos internos, siendo el sistema de frenos y contrapesos una expresión de ese mecanismo. Señaló que en América Latina se radicalizan los peores rasgos, recortando los controles exógenos y fortaleciendo al Poder Ejecutivo. Agregó que el desequilibrio en los poderes genera un sistema de controles muy frágiles, y el fortalecimiento del presidente va perjudicando la independencia de los otros poderes. “Tanto el presidencialismo como el parlamentarismo comparten rasgos comunes, los dos son sistemas problemáticos y tienen vicios comunes”, manifestó el expositor. Se cuestionó finalmente, qué grado de decisión y control se deja a la ciudadanía sobre quienes ejercen la política.

Acto seguido, Raúl Gustavo Ferreyra se refirió a las enseñanzas del “Discurso del método” de Descartes, quien postulaba que a los hombres nos igualaba la razón, y que el fundamento no estaba en la divinidad, sino en la razón humana. “No deriva de la razón que una persona durante 4, 5 o 6 años pueda tener el suficiente equilibrio para tomar las decisiones necesarias para conducir el país”, criticó el expositor en relación al hiperpresidencialismo, también llamado ejecutivismo. En tal sentido, se pronunció en contra de una concentración del poder y estimó difícil que una extraordinaria movilización ciudadana con un consenso uniforme decida llevar adelante una reforma o cambio en la Constitución. Indicó asimismo que nos encontramos en una democracia no representativa, delegativa. Por ello, instó a colaborar y cooperar, no confrontar, quebrar la quietud y pensar un nuevo sistema de gobierno a partir de la licuación de potestades del Presidente de la Nación, y pensar la política tributaria y de recursos naturales.

Para finalizar, Alberto Dalla Vía recordó que el constitucionalismo tiene poco más de 200 años, resaltando la pretensión racional que analiza Descartes. Indicó que el problema surge cuando nuestros comportamientos no coinciden con lo que escribimos. Interrogó entonces cómo morigerar el hiperpresidencialismo hegemónico, teniendo en cuenta que de las crisis en general surge un híper Presidente por el temor a la anarquía y los hipergobernadores en todas las provincias. En cuanto a una posible reforma constitucional, señaló la que se produjo en el año 1994 y expresó que si bien cree en el debate de ideas, observa más problemas en los usos que en las normas.

A modo de cierre, se presentaron las auspiciosas conclusiones del Congreso por parte de cada comisión que trató cuestiones vinculadas con las ponencias y los talleres de discusión en materia de Teoría del Estado, Derecho Constitucional, Derecho Administrativo, Derecho Tributario, Derechos Humanos, Derecho Internacional Público y Derecho de la Integración y las palabras de clausura estuvieron a cargo de la Decana de la Facultad.

En el marco del Congreso de Derecho Público, se presentaron y discutieron más de sesenta ponencias que pueden ser consultadas en: www.derecho.uba.ar

 

“La Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene claro que el modelo que debe seguirse consiste en fortalecer la participación ciudadana y los modelos de decisión ascendientes”, expresó el Dr. Ricardo Lorenzetti.