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Año XVII - Edición 315 20 de diciembre de 2018

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Conferencias del profesor Ariel Dulitzky

  • Nota de Tapa

Los días 26 y 28 de noviembre, el profesor Ariel Dulitzky dictó una serie de conferencias, organizadas por la Secretaría de Investigación, el Centro de Derechos Humanos, el Seminario Permanente de Investigación sobre Teoría del Derecho Internacional de la Antigüedad a la Actualidad (SEMPITHIDIA), el Observatorio de Derecho Internacional Humanitario, la Maestría en Relaciones Internacionales y la Maestría en Derecho Internacional de Derechos Humanos. La primera charla se denominó “Liderazgo desde el horror: América Latina y las desapariciones forzadas”, y contó con los comentarios de los profesores Natalia Luterstein y Leonardo Filippini. En el segundo encuentro, que se tituló “Repensar las desapariciones forzadas desde los derechos sociales”, hizo su aporte Laura Pautassi.

Ariel Dulitzky es profesor de Derecho, director de la Clínica de Derechos Humanos, director de la Iniciativa Latinoamericana de la Universidad de Texas y experto líder en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. En 2010 fue nombrado en el Grupo de Trabajo de desapariciones forzadas e involuntarias de las Naciones Unidas y elegido Presidente-Relator del mismo en 2013. Fue Secretario Ejecutivo Adjunto de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Liderazgo desde el horror: América Latina y las desapariciones forzadas

En primer lugar, Ariel Dulitzky explicó la concepción tradicional de desaparición forzada y su origen. “Las desapariciones forzadas no surgieron en América Latina, su origen histórico, muchos lo ubican en la época del nazismo. Sin embargo, se comienza a hablar de desaparición forzada con el uso sistemático de las desapariciones fundamentalmente en Argentina, Chile, Uruguay y Brasil”, indicó. El orador recordó los fundamentos ideológicos de este mecanismo: la escuela francesa y la doctrina de la seguridad nacional: “Estas dos escuelas ideológicas consideraban que había un enemigo interno que ponía en jaque la estabilidad institucional e ideológica de un modelo político. Y al ser un enemigo interno, por un lado, había que eliminar al enemigo interno, y segundo, cualquier persona que fuera opositora al gobierno podía ser considerada enemiga interna. Y había que hacerlo no mediante mecanismos legales sino extralegales”.

Luego se dedicó a analizar las características de las desapariciones forzadas en la actualidad. “En Argentina no tenemos la práctica sistemática de desapariciones forzadas, pero sí hay desaparecidos de la democracia”. Y mencionó que “la mayor cantidad de desapariciones forzadas hoy se están dando en México y en El Salvador, donde no hay una política oficial necesaria de desaparición ni una política centralizada del Estado de desaparición forzada de personas sino grupos del crimen organizado que desaparecen personas muchas veces con la tolerancia, aquiescencia o cooperación de los agentes estatales”. En ese sentido, destacó que se trata de una “nueva dinámica que tenemos que aprender a dimensionar y recapacitar si el modelo con el que respondimos a las desapariciones de los años setentas y ochentas sigue siendo el mejor modelo para responder a un nuevo tipo de desapariciones hoy”.

En esa misma línea argumental, aseguró que estas transformaciones no van a suceder en la Comisión Interamericana o en el Grupo de Trabajo de desapariciones forzadas o en el Comité sino en cada uno de los países: “Y eso lo entendió el movimiento de derechos humanos de América Latina desde el principio que en su trabajo sobre desapariciones forzadas buscaron una respuesta legislativa. Si uno mira en cualquier otra parte del mundo no hay un marco legislativo sobre desapariciones forzadas como el que existe en América Latina”.

Repensar las desapariciones forzadas desde los derechos sociales

En la segunda charla, Ariel Dulitzky retomó algunas de las ideas compartidas en la jornada anterior vinculadas a la concepción tradicional de desaparición forzada. “El Grupo de Trabajo sobre desapariciones forzadas de Naciones Unidas, creado en 1980, en su primer informe habla de que las desapariciones forzadas violan todos los derechos humanos y, específicamente, menciona los derechos económicos, sociales y culturales, pero a partir de ahí no los desarrolla”. Este modelo surge de América Latina y luego se expande al resto del mundo.

Sin embargo, el expositor consideró que treinta años después es insuficiente para entender la complejidad de las desapariciones forzadas y para entender sus causas y consecuencias. “Hay nuevas realidades, nuevos actores, nuevas necesidades de las víctimas. Cuando hablo de víctimas de desaparición forzada estoy hablando de la persona que desapareció, así como cualquier otra persona que sufrió un daño como consecuencia de la desaparición forzada”, afirmó. Y agregó que “también hay nuevas tecnologías y nuevas prácticas tanto de cómo se llevan a cabo las desapariciones forzadas como la búsqueda de personas que desaparecen”.

Asimismo, recordó que hay estudios críticos que evidencian los avances en términos de derechos económicos, sociales y culturales sobre la indivisibilidad de interdependencia. Y detalló los lineamientos generales del informe del Grupo de Trabajo sobre desapariciones forzadas o involuntarias: “Por un lado, comenzar a comprender las relaciones entre derechos económicos, sociales y culturales (DESC) y desapariciones forzadas, y tratar de entender cuáles son las obligaciones del Estado desde esta perspectiva de relaciones mutuas entre DESC y desapariciones forzadas. Por otro lado, visibilizar estas relaciones, qué causas desde la perspectiva de derechos económicos, sociales y culturales producían o facilitaban las desapariciones forzadas. Y luego mirar las consecuencias, una vez que ocurrió una desaparición forzada desde los DESC”.

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