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Año V - Edición 97 17 de noviembre de 2006

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Conferencia – La Constitución Europea: salidas a la crisis actual

  • Nota de Tapa

Retomando la cuestión de la Constitución Europea, el 24 de octubre visitó nuestra Facultad el Dr. Antonio Estella de Noriega (Catedrático Jean Monnet de Derecho de la Unión Europea y Profesor Titular de Derecho Administrativo de la Universidad Carlos III de Madrid), quien dedicó una conferencia titulada “La Constitución Europea: salidas a la crisis actual”. Esta clase abierta, que formó parte del Módulo Jean Monnet sobre Derecho Europeo de nuestra Facultad -financiado por la Unión Europea-, tuvo como objetivo examinar una propuesta de solución para la crisis actual en la que se encuentra el proceso de ratificación de la Constitución Europea, vislumbrando una eventual eliminación de la Tercera Parte de la Constitución (sobre políticas) y la modificación del actual Tratado de la Unión Europea, de tal forma que puedan coexistir dos textos legales: la Constitución por un lado, y el Tratado por otro, estando este último subordinado al anterior.

El Dr. Estella de Noriega comenzó indicando que existe una situación de “turbulencia” en el ámbito europeo, producto de que algunos Estados Miembro de la Unión han firmado el tratado constitucional y otros no. Recordó que, tanto en Francia como en Holanda, los referéndum a los que se sometió la decisión dieron resultados negativo, con una importante mayoría encontrada. El estado actual es de parálisis y lo que debe hacerse, para este experto, es encontrar una salida pronta y viable.

A continuación, Estella de Noriega comentó que en los últimos tiempos ha existido una especie de “furia reformadora” en la institucionalidad europea. Sin embargo, paradójicamente, la ciudadanía pide una mayor estabilidad. Es por eso que para este profesor madrileño, debe rescatarse la idea de una Constitución Europea, puesto que uno de sus objetivos era dar esa estabilidad.

Actualmente, la estructura institucional de la Unión Europea está establecida en pilares. Existe un primer pilar comunitario, formado fundamentalmente por el antiguo Tratado de la Comunidad Económica Europea; y otros dos pilares intergubernamentales: la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC) y la Cooperación Policial y Judicial en Materia Penal (CPJMP). La diferencia fundamental entre estos pilares es que en el primero hay instituciones supranacionales, como el Parlamento Europeo y la Comisión Europea, y se adoptan las decisiones por mayoría. En los otros dos, por el contrario, no hay instituciones supranacionales y las decisiones se toman fundamentalmente por unanimidad. En este orden de ideas, explicó que el segundo objetivo de la Constitución pretendía eliminar este complejo sistema institucional y sustituirlo por otro más sencillo, donde todo fuera derecho comunitario.

En cuanto a la Constitución en sí, Estella de Noriega señaló que ésta consta de cuatro partes. La primera recoge aspectos institucionales y generales; la segunda parte acopia una carta de derechos fundamentales; la tercera comprende las políticas y el funcionamiento de la Unión; y la última es la parte relativa a las disposiciones finales. En cuanto al proceso de ratificación de la Constitución, explicó que hay siete Estados Miembro que aún no se han pronunciado y que las negativas francesa y holandesa han hecho que el proceso se congele.

Yendo a las soluciones posibles, el especialista anticipó tres opciones. Una, es mantener el statu quo. Otra alternativa es seguir con los procesos de ratificación, sin alterar el texto propuesto. Y la tercera opción sería realizar alteraciones en la Constitución y reiniciar los procesos de ratificación.

Para nuestro invitado, las primeras dos opciones son las menos costosas pero también las menos alentadoras. En cuanto a su propuesta personal, plantea una convivencia entre un tratado y la Constitución. Según su idea, habría que dejar en la Constitución la parte de aspectos institucionales y generales y una versión relativa a los derechos fundamentales. No obstante, Estella de Noriega reduciría el número actual de derechos sociales que tiene la Constitución para hacerla más agradable a los países neoliberales, como Reino Unido y Alemania. A su vez, quitaría la tercera parte, que es la relativa a las políticas.

En una segunda instancia, este experto tomaría los tratados que existen actualmente y los uniría. Pero el contenido de este tratado unificado consistiría sólo en políticas comunitarias que definan la competencia de la Unión Europea; qué es lo que puede y no puede hacer. Más aún, reduciría esas competencias intentando llegar a fórmulas simples donde no hubiera controversia alguna. Finalmente, establecería un sistema de relación entre la Constitución y el tratado, en donde la primera se imponga sobre el segundo.

Lo que más dificulta el proyecto, según Estella de Noriega es el costo que implicaría un nuevo proceso de negociación, lo que requiere de mucho tiempo y esfuerzo por parte de los Estados Miembro. En cuanto a los beneficios, subrayó que éstos se ven con relación a cómo quedaría la situación de los países: los que han dado el “sí” por referéndum, no tendrían inconveniente en reiterarlo; los que han votado “no”, tendrán una propuesta más rebajada y atractiva.

El Profesor Antonio Estella de Noriega es Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid. Posteriormente obtuvo el título de Master en Derecho Comunitario en el Instituto de Estudios Europeos, y alcanzó el grado de Doctor en el Instituto Universitario Europeo. Sus ámbitos de interés científico son fundamentalmente los relacionados con aspectos institucionales y constitucionales de la Unión Europea, en los que cuenta con un número importante de publicaciones, entre las que sobresale su libro El Dilema de Luxemburgo: el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas ante el principio de subsidiariedad (2000). Ha realizado asimismo un buen número de investigaciones en el ámbito del derecho administrativo y, en particular, en materia de sectores antiguamente sometidos a régimen de monopolio público y actualmente liberalizados, como las telecomunicaciones, los correos y el gas natural.