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Año VII - Edición 119 27 de marzo de 2008

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Conferencia inaugural de la Maestría en Magistratura

  • Nota de Tapa

El pasado 25 de febrero se realizó en el Salón Rojo la conferencia inaugural del ciclo lectivo 2008 de la Maestría en Magistratura. Estuvieron presentes en el evento los Dres. Tulio Ortiz (Vicedecano), Miguel Ángel Ciuro Caldani (Director del Departamento de Posgrado); Alberto Dalla Vía, Adrián Ventura, Aurora Besalú Parkinson (Director, Subdirector y Secretaria de la Maestría, respectivamente), Jorge R. Vanossi (miembro de la Comisión de la Maestría), Víctor Ticona Postigo (Magistrado de la Corte Suprema de Justicia de Perú) y funcionarios judiciales. Durante el acto se celebró la firma de un Anexo del Acuerdo Marco de Cooperación entre el Poder Judicial de la República del Perú y la Facultad, el cual fuera suscripto en septiembre de 2007 en la ciudad de Cuzco.

Luego de dar la bienvenida a los presentes, el Dr. Tulio Ortiz remarcó la incesante labor de la Maestría, sus directores y colaboradores en una de sus primeras proyecciones hacia el exterior. Seguidamente, cedió la palabra al Director del Departamento de Posgrado, Dr. Miguel Ángel Ciuro Caldani, quien señaló la importancia del emprendimiento conjunto para “pensar y construir la magistratura”.

El Dr. Víctor Ticona Postigo agradeció al Departamento de Posgrado y a la Facultad por llevar adelante la Maestría e indicó que el magistrado es uno de los elementos fundamentales en la búsqueda de la eficacia del proceso judicial.

Del mismo modo, el Dr. Alberto Dalla Vía, manifestó que la Maestría que dirige tiene como objetivos comunes el fortalecimiento del Poder Judicial en América Latina y el crecimiento de la confianza de la ciudadanía en la magistratura. En ese sentido, subrayó la importancia de “reflexionar, pensar y replantearnos lo que hacemos” como mecanismo para la consecución de aquellas metas.

Posteriormente, el Dr. Jorge Vanossi tuvo a su cargo la exposición principal, y para dar comienzo citó una idea de Ihering: “la función del Derecho es realizarse, puesto que lo que no es realizable nunca podrá ser Derecho”. A continuación expresó que el Derecho a la autorrealización del Derecho depende en gran medida del Poder Judicial, pero también de los otros poderes estatales; todos ellos deben ponderar la viabilidad y las consecuencias de las normas que instauran. Señaló también que la mensura de las potenciales consecuencias no es ninguna novedad y recordó que ese fue el mecanismo utilizado por el juez Marshall en el célebre caso Marbury vs. Madison para crear el control de constitucionalidad. Afirmó que los jueces tienen a su disposición diversos instrumentos para asegurar la efectividad de sus decisiones; utilizarlos de manera tal que no incidan negativamente en la confiabilidad ciudadana es lo que hará a la eficiencia de la función jurisdiccional.

Por otra parte, hizo referencia al cincuentenario de la consagración judicial del amparo e indicó que los magistrados no deben permanecer indiferentes ante actos u omisiones de poderes públicos tendientes a incumplir o dilatar la aplicación de sus decisiones, ya que tal situación atenta contra la autonomía judicial. Seguidamente, enunció que no se trata de predicar “el gobierno de los jueces” sino de energizar la actividad jurisdiccional dentro de su competencia, para lo cual, los magistrados cuentan con tres tipos de controles: de constitucionalidad, de razonabilidad (según el criterio de inalterabilidad sustancial de los derechos) y de operatividad. En similar sentido, agregó que la proclama de nuevos derechos sin medios para efectivizarlos genera expectativas irrealizables que, a su vez, provocan resentimiento y sensación de anomia. La anomia, en palabras de Nino, “desata la anemia en el cuerpo social”.

En otro orden de ideas, opinó que el nivel cuantitativo y cualitativo de acceso a la justicia es un dato fundamental en la medición de la calidad de vida de una sociedad. Para lograr avances en dicha senda, añadió, debe ponerse el acento en: derechos subjetivos plenos, puntualidad temporal de la justicia y sistemas de premios y castigos en el sentido de la efectividad de las penalidades como correctivos.

Además, aseguró que los jueces suelen encontrarse con diversos inconvenientes en el desempeño de su tarea relativa a “hacer efectivo el derecho”. Señaló al respecto que uno de los problemas mayores se produce en la investigación de hechos de falta de transparencia de funcionarios públicos, ya que en la actualidad los actos de corrupción se dan en forma organizada mediante grupos que intentan valerse de su cercanía al poder para mantenerse impunes.

Para finalizar, el Dr. Dalla Vía agradeció a los expositores y a los presentes y dio por finalizada la conferencia.