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Año XII - Edición 217 12 de septiembre de 2013

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Conferencia de Yuval Shany. La efectividad de los tribunales internacionales

  • Nota de Tapa

Organizado por la Facultad de Derecho (UBA) y la Asociación Amigos Argentinos de la Universidad Hebrea de Jerusalem, el 22 de agosto se llevó a cabo en el Salón Azul de esta casa la conferencia “La efectividad de los tribunales internacionales” con la disertación de Dr. Yuval Shany, Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Hebrea de Jerusalem. La jornada contó también con la presencia de la Decana Mónica Pinto e Isidoro Kepel, una de las autoridades de la Asociación.

Para comenzar, la Decana Mónica Pinto dio la bienvenida. Isidoro Kepel, por su parte, contó la historia y evolución de la Universidad, receptora de ocho Premios Nobel.

Acto seguido, el Dr. Yuval Shany inició su conferencia que se enfocó en el proyecto de investigación del que se ha ocupado en los últimos años en la Universidad Hebrea de Jerusalem con el subsidio de la Unión Europea.

La pregunta analizada en los últimos cinco años es qué hace que algunos tribunales internacionales sean efectivos.

Para comenzar, explicó los antecedentes de este debate: hasta fines de la década de los ‘80 del siglo pasado había muy pocos tribunales internacionales que funcionaban en todo el mundo, había una Corte Internacional de Justicia, algunos tribunales o cortes de derechos humanos (una en Europa y otra en América Latina) y comerciales. En términos generales, la adjudicación internacional era un fenómeno muy excepcional: existían pocos tribunales y pocas causas. El Derecho Internacional se trataba, entonces, de problemas que se resolvían a través de una negociación, mediación, arbitraje o no se resolvían. Sin embargo, en un breve período las cosas cambiaron de manera dramática, “hemos pasado de un mundo prácticamente sin tribunales, a una situación que ha sido descrita por algunos como la proliferación de los tribunales internacionales”, comentó Shany. Tan sólo en 2012 el Tribunal Europeo recibió más de 60 mil causas. Pero pocos son los que se preguntan si se trata de un desarrollo positivo. “Existe una teoría de que por lo menos en algunos contextos algunos de los tribunales internacionales, especialmente en la esfera penal, han hecho más daño que bien”, sentenció el expositor, “no debemos dar por sentado este supuesto de que los tribunales internacionales siempre son efectivos, de que siempre están promoviendo el imperio de la ley o el bienestar de la comunidad internacional”, continuó.

La tasa de cumplimientos de los fallos de un tribunal no garantiza la efectividad del mismo, sino que hay que analizar el historial de cumplimiento. A modo de ejemplo, mencionó que la Corte Europea otorga dos remedios: uno es declarativo, es decir, afirma que se ha violado una convención, por lo cual es un remedio que no se puede incumplir; el otro es una compensación financiera que generalmente demanda muchísimo tiempo que se pague y las sumas asignadas son bajas. Al analizar estos factores, como la naturaleza de los remedios y la carga que significan para el Estado, uno comprende que no es algo tan importante lograr tener un alto índice de cumplimiento. También se analizó el índice de uso o utilización. Generalmente se considera que si un tribunal se usa frecuentemente es un tribunal popular, que atrae la confianza de los litigantes; sin embargo, también significa que ha fracasado en influir en los Estados para que no perpetren esas violaciones.

El siguiente punto al que se abocó Shany fue a una rama de la Sociología sobre estudios organizacionales. En este sentido, el expositor tomó el enfoque racional basado en objetivos, el cual sostiene que una organización efectiva es la que sostiene los objetivos que le fueron prescriptos dentro de una unidad de tiempo predefinida. De esta manera, se evaluaron las expectativas de los Estados que crean tribunales, escriben sus estatutos e instrucciones y que los financian. Se tomó como fin de los tribunales el apoyar la operatividad de las normas, que introduzcan el imperio de la ley. Por lo tanto, un tribunal es efectivo, no si se cumplen los fallos, sino si los Derechos Humanos se implementan; los fallos son simplemente un medio para un fin. Se analizó también que el hecho de tener más facultades significa el tratamiento de causas que no son apropiadas para una resolución judicial “es más importante tener la capacidad de seleccionar las causas que de recibir todo tipo de ellas, teniendo en cuenta que no hay mecanismos de cumplimiento”.

A lo largo de la conferencia se abordó también el problema de la independencia, las expectativas de las partes y el cumplimiento de sentencias.

Shany indicó que la tasa de cumplimientos de los fallos de un tribunal no garantiza la efectividad del mismo, sino que hay que analizar el historial de cumplimientos.