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Año V - Edición 83 30 de marzo de 2006

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Acto de la DAIA en la Facultad de Derecho a 30 años del golpe de Estado

  • Nota de Tapa

El 24 de marzo pasado se conmemoraron 30 años del último golpe de Estado que puso en vilo a toda la sociedad argentina. Desde nuestra Facultad, en consonancia con las múltiples manifestaciones congregadas en el país, se realizó un sentido homenaje en el Aula Magna, organizado por la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas), para no olvidar los terribles hechos del pasado y poder vislumbrar a partir de allí las responsabilidades que la democracia nos depara hacia el futuro.

El acto contó con la presencia de innumerables personalidades argentinas y del exterior, entre las cuales se pudieron ver a diplomáticos de países extranjeros, familiares de desaparecidos, representantes de organizaciones sociales, magistrados y funcionarios de la Administración, entre otros asistentes. Durante la actividad se escucharon las palabras del Decano de la Facultad, Dr. Atilio Alterini, el Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Dr. Eduardo Luis Duhalde, los ex camaristas integrantes del Juicio a las Juntas, Dres. Ricardo Gil Lavedra y León Arslanian, la representante de Abuelas de Plaza de Mayo, Rosa Roisinblit, y el Presidente de la entidad organizadora, Dr. Jorge Kirszenbaum.

El Dr. Alterini extendió un “fuerte abrazo argentino” hacia quienes sufrieron pérdidas en aquella época y expresó que el 24 de marzo es una fecha en el calendario que “lleva un crespón para la historia contemporánea, no sólo argentina sino de toda la humanidad”. En tanto anfitrión, sostuvo que la Facultad de Derecho jamás puede desentenderse de este tema porque las violaciones a los derechos humanos hieren no sólo a la condición humana sino también a la juridicidad. Así, se comprometió a hacer desde lo jurídico “todo lo que dependa de nosotros para que esto nunca más se repita”.

A continuación, tomó la palabra el Dr. Eduardo Luis Duhalde, quien lamentó que ni el dolor ni la atrocidad de los crímenes puedan apaciguarse con el paso de los años. “Tenemos hoy los 30 años del golpe más siniestro de la historia argentina, por lo que significó como plan sistemático de exterminio, que alcanzó a todos los sectores de la sociedad, que buscó el aniquilamiento de toda oposición, de todo disenso, pensamiento crítico y disidente” —indicó. En tanto, ligó la motivación de tales crímenes con el afán desmesurado de las Fuerzas Armadas, el Estado, y parte de la sociedad civil, por llevar a cabo “una política económica aún tan atroz como haber concebido un plan de exterminio”. Más allá de eso, el Secretario de Derechos Humanos felicitó la valiente actuación de los camaristas del Juicio a las Juntas, por haber ayudado a recuperar la democracia. “Estos años no fueron fáciles, pero llegamos hasta acá con un gran consenso colectivo, sobre todo de los jóvenes que levantan las banderas de la justicia y la democracia” —agregó orgulloso. En la misma línea, explicó que son éstas las mismas premisas que impulsa el Gobierno actual: la justicia, la verdad y la memoria. “Construir ciudadanía significa que todas las generaciones futuras sepan que lo acontecido no debe suceder más y que el nunca más debe ser no sólo una conciencia ética sino una decisión política del conjunto” —culminó.

Ricardo Gil Lavedra, por su parte, reconoció con indignación y sinceridad que todos los ciclos golpistas del siglo XX no pudieron existir sin la aquiescencia masiva de grandes sectores de la sociedad, incluidos muchas veces los partidos políticos. “El golpe de estado de 1976 tuvo algo más que los otros; fue la dictadura más sangrienta y más cruel”. Lo que más lamentó fue que toda esa estructura se haya diseñado desde el Estado, que es paradójicamente quien tiene el deber ético de cuidarnos. “Se hizo clandestinamente y en silencio, con una fachada de legalidad que ocultaba a toda una banda de delincuentes” —agregó. Sin embargo, instó al auditorio a no quedar atados al pasado y a volcar los aprendizajes en el desarrollo del presente y la planificación del futuro. “Democracia es respeto de los derechos de la persona, es el goce de necesidades materiales mínimas, es  respeto por el estado de derecho y erradicación de la impunidad. Mientras esto no esté satisfecho la democracia no está acabada. De todos nosotros depende” —culminó.

Seguidamente, el Dr. León Arslanian aseguró que la finalidad de ese golpe fue apoderarse del producto bruto de la clase trabajadora, que en ese momento era muy alto, “para privilegiar a un sector muy pequeño de la población”. Además, destacó que para llevar a cabo el terror y las desapariciones “se hechó mano a doctrinas extranjeras sin reparar en los límites éticos que todo Estado debe tener en su accionar, aún en la peor de las emergencias”. Por otro lado, el ex camarista reconoció la labor de los organizadores del evento y recordó que la comunidad judía fue una de las grandes víctimas de la dictadura militar, sobre todo por el ensañamiento de los perpetradores. No obstante, el Dr. Arslanian sostuvo que “la sociedad va progresivamente cerrando esta herida” y abogó porque se sigan realizando gestos de memoria como éste. “Yo no recuerdo que en otros aniversarios se haya convocado a tantos actos y tantos recordatorios. Esto indica que estamos en buen camino”.

Más tarde, la abuela Rosa Roisinblit se mostró sensibilizada y muy honrada de integrar la mesa. “Todos los días de todos los años de estos 30 años hemos estado luchando por la búsqueda de la verdad y la justicia” —expresó— y explicó que se pusieron en campaña en el momento en que se dieron cuenta que no les iban a devolver a sus nietos” en lugar de “y explicó que fue recién cuando se dieron cuenta que no les iban a devolver ni a sus nietos que se pusieron en campaña. “Todo fue muy difícil, pero no hay abuelas que busquen a sus nietos secuestrados en ningún país del mundo” —reconoció. A su vez, también comentó que la finalidad ya no es que los nietos (que ya son mayores) vuelvan con sus familias biológicas, sino que el objetivo es que puedan recuperar su verdadera identidad; la misma que debe reconstruir el país. “Hemos estado apoyadas por muchos argentinos”, pero también exigió que cada uno de los que cometió delitos cumpla su pena. Finalmente, habló esperanzada del provenir y de la importancia de que la gente joven pueda continuar el camino. “Todavía faltan 500 chicos por recuperar”.

Para concluir el acto, hizo uso de la palabra el presidente de la DAIA, Dr. Jorge Kirszenbaum, quien resaltó que “la memoria sin justicia y sin verdad constituye una mutilación en la vida de un pueblo y de una Nación”. Además, repudió a los genocidas de todos los tiempos y honró a las victimas de todas las latitudes que los han sufrido. En este sentido, Kirszenbaum pidió que se castigue “con todo el peso de la ley” a quienes profanaron la vida y cometieron hechos aberrantes, “sin puntos finales ni vergonzosos indultos”. Mirando a los camaristas y al fiscal del Juicio a las Juntas, culminó dedicándoles un merecido reconocimiento por haberse comprometido con la verdad, la justicia y la democracia; mientras que bregó por una sociedad más justa y más fraterna.