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Año XV - Edición 276 03 de noviembre de 2016

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Violencia obstétrica: un abuso invisible

  • Notas

El pasado 20 de septiembre en el SUM del Instituto Gioja se llevó adelante la conferencia “Violencia obstétrica: un abuso invisible” organizada por el Observatorio de Derecho y Salud. Coordinaron Maximiliano Nitto y Mónica Pires y presentó Marisa Aizenberg, quien señaló que “en Argentina se han dictado una cantidad importante de leyes entre las que se destacan la ley 26.529, la ley 26.485 de protección de violencia contra la mujer, la ley 25.929 de protección del embarazo y del recién nacido, con lo cual se logra la protección o se intenta lograr la protección de los derechos de estas mujeres que tienen que vivir situaciones terribles en un momento en donde todo debería ser distinto”.

Seguidamente, Carmen Storani (directora provincial de Salud Comunitaria, Entornos Saludables y No Violentos del Ministerio de Salud) indicó en primer lugar que “la responsabilidad que tenemos es de sensibilizar, capacitar y analizar conjuntamente con todo el plantel médico de los hospitales provinciales de la Provincia de Buenos Aires”. Luego, se refirió al marco normativo para explicar “donde estamos parados para intervenir”. En este sentido, mencionó la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la Mujer, la Declaración de las Naciones Unidas sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, todo esto analizado conjuntamente con la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer y con la Convención de Belem do Pará. Esta última “incorpora dentro del articulado algo sumamente importante: aquella inacción o aquella negligencia o aquella falta de políticas públicas por parte del estado, nacional, provincial y municipal, que no lleve adelante algún tipo de acción incurre también en violencia”. La normativa acerca de la violencia obstétrica viene a través de ley 26.485 en el art. 6, inc. d.

Acto seguido, Marina Lembo (presidenta de la Asociación Argentina Parteras Independientes) afirmó que los nacimientos son la realidad que mueve ingresos y egresos hospitalarios y el mayor presupuesto en salud. En las últimas estadísticas se registraron alrededor de 290 muertes de mujeres en un año, 180 de esas sucedieron en la Provincia de Buenos Aires y otra terrible realidad es que en lo que va de la primera mitad del año se triplicaron las muertes maternas en Provincia de Buenos Aires. Por otra parte la oradora expresó por qué motivo hay muchas mujeres que eligen un parto a domicilio. “Básicamente están buscando que no se medicalice innecesariamente su parto. También están evitando intervenciones que son peligrosas (…) y una de las grandes causas es evitar la violencia obstétrica de mujeres que ya la han padecido y no quieren volver a padecerla o porque tienen la suerte de haberse informado”.

Perla Prigoshin (coordinadora de la Comisión Nacional Coordinadora de Acciones para la Elaboración de Sanciones de la Violencia de Género) recordó que la violencia obstétrica debe ser entendida como una acción u omisión que recae tanto sobre la mujer como en el varón, y también en la persona por nacer. Manifestó, además, que formó parte de la comisión que elaboró el decreto reglamentario de la ley 26.485 y remarcó la importancia de plasmar este tipo de conductas antijurídicas en una norma, puesto que de lo contrario no se podrían sancionar y que mediante la capacitación se apunte a erradicar estos comportamientos disvaliosos. Finalmente, sostuvo que la violencia obstétrica es diferente a la mala praxis, aunque puede que en una situación se den ambas a la vez. Por ese motivo, consideró valioso desnaturalizar ciertas prácticas médicas que se encuentran enraizadas y que hoy en día son consideradas contrarias a derecho. Para ello, se requerirá un cambio social.