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Año XVII - Edición 312 01 de noviembre de 2018

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VIII Jornadas sobre Enseñanza del Derecho

  • Notas

El Centro para el Desarrollo Docente de la Facultad, los días 3 y 4 de octubre llevó adelante las VIII Jornadas sobre Enseñanza del Derecho con el objetivo de compartir metodologías y experiencias de enseñanza de asignaturas jurídicas en distintos contextos, modalidades y niveles educativos.

En el Salón Azul, el 3 de octubre Juan Pablo Mas Velez (vicerrector de la Universidad de Buenos Aires), Daniel Ricci (secretario General de ADUBA) y Juan Antonio Seda (director del Centro para el Desarrollo Docente) realizaron la apertura de las jornadas.

Al comienzo, Juan Antonio Seda destacó que “las jornadas fueron pensadas inicialmente para auxiliares docentes, sin embargo, la trascendencia de las producciones, sus exposiciones, sus ideas fueron convirtiéndose en un laboratorio de debate y motivó que otras universidades nacionales del país también realizaran sus jornadas sobre enseñanza del derecho”. Y añadió que “uno de los objetivos de las jornadas es recuperar un poco la tradición en formación pedagógica que tenemos en nuestra universidad. Aquí tenemos carrera docente propiamente dicha desde 1961”.

En ese sentido, indicó que “esta Facultad no tiene una sola forma de enseñar, tienen muchas maneras. Y hay muchos docentes y muchos auxiliares que de alguna manera tienen una formación interdisciplinaria que no es tan sencillo de llevar a la práctica en el aula, justamente, porque hace falta un apoyo institucional que no todas las cátedras brindan”.

Luego aseguró que “la formación docente recién empieza en el momento en que uno termina la capacitación pedagógica propiamente y dura toda la vida. La preparación pedagógica que hacemos en la Facultad es apenas el inicio de un trayecto que dura posiblemente cincuenta años”.

Por su parte, Daniel Ricci puntualizó que una dificultad del docente universitario es que no se reconoce como tal. “En el caso del docente universitario, no nos definimos como docentes. Tenemos que reconocernos como docentes universitarios en cada uno de los ámbitos en los que nos movemos. (…) Para la construcción de este sujeto, del docente universitario, también es muy importante la formación que debemos recibir cada uno de nosotros”, señaló.

Asimismo, afirmó que la institución tiene la obligación de brindarle a todos aquellos que quieren ser docentes las herramientas correspondientes: “Si no sabe de su profesión nunca puede ser un buen docente, pero demás de esto hace falta tener conocimientos, herramientas pedagógicas, herramientas que tengan que ver con la psicología, para saber cómo se produce el proceso de enseñanza-aprendizaje, conocer de nuevas tecnologías para la educación”. Y añadió que “otro tema que tiene que ver con nuestra universidad pública es un fuerte compromiso social de saber qué es lo que estamos haciendo. No solo nos interesa como docentes formar un buen abogado y que sepa, sino que nos interesa de sobremanera el compromiso social que tenemos que tener”.

Por último, Juan Pablo Mas Velez expresó que como docente siempre se interroga acerca de lo que enseña y cómo lo enseña: “El desafío que tiene enseñar derecho te lleva a preguntarte permanentemente si vos podés presentar un sistema que tiene por vocación ser internamente coherente, pasar la prueba de ácido del test de la coherencia lógica interna sin presentar los hechos que ese derecho pretende regular y no presentar los hechos desde la perspectiva de un conjunto de soluciones que para determinados problemas particulares en aplicación de ese conjunto de normas podemos encontrar, dictados por algunas autoridades relevantes”. Y agregó que es importante “presentarle al alumno ese conjunto de hechos que ese derecho pretende regular de forma tal que él pueda ver en el tiempo como película y no como foto las tensiones que se producen y eventualmente hacer algo más que verlas, que es en definitiva, lo que intuitivamente nosotros vemos como primer defecto de nuestro método de enseñanza”.

Para finalizar, recordó que “muchos de nosotros fuimos formados dentro de esas cátedras, dentro de esos talleres, en una enseñanza que acompaña praxis con reflexión general. Es nuestro deber el preservar esa multiplicidad de colores. La deuda que tenemos es encontrar los ámbitos en los cuales podamos dialogar más con el otro”.