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Año VI - Edición 107 14 de junio de 2007

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VI Encuentro “Invisibles en la UBA”

  • Notas

El 29 de mayo pasado se realizó la sexta edición del Encuentro “Invisibles en la UBA”. Esta actividad anual tiene como objetivo favorecer la difusión, el intercambio y el debate en torno a temas inherentes a la discapacidad en el ámbito universitario. Para ello se convoca a especialistas provenientes de distintas áreas y unidades académicas, asociaciones sindicales y organizaciones y redes de discapacitados para fomentar la reflexión y los debates con los asistentes. Hasta aquí, se han tratado temas como la discriminación en la sociedad y en la propia universidad, el censo de alumnos de la UBA, la medicalización de la discapacidad, investigaciones en torno a redes sociales, entre otros.

Para esta ocasión, el Salón Rojo contó con la presencia de tres especialistas, precursoras en la instalación de programas permanentes dedicados a la discapacidad en el ámbito universitario. Estuvieron así, la Lic. Verónica Rusler, profesora e integrante del Programa Universidad y Discapacidad de la Facultad de Derecho de la UBA; la Arq. Nélida Galloni de Balmaceda, profesora de la Facultad de Aquitectura de la UBA especializada en temas de accesibilidad; y la Lic. Sandra Katz, profesora de Educación Física y coordinadora de la Comisión Universitaria sobre Discapacidad de la Universidad Nacional de La Plata. Cada una de ellas, desde su lugar, intentó transmitir sus fructíferas experiencias a los presentes.

La Lic. Verónica Rusler se propuso explicar cuáles son los lineamientos de trabajo del Programa Universidad y Discapacidad de nuestra Facultad. “Se trata de una instancia que tiene un perfil netamente académico”, se explayó Rusler, puesto que se genera un espacio de trabajo teórico a través del encuentro con otras instituciones que también estudian las mismas problemáticas.

Históricamente, desde el año 2002 se fueron dictando sucesivas resoluciones en el seno de la UBA que fomentaron la creación de estos programas. “Al principio los objetivos se limitaban a realizar una actividad de promoción”, amplió la profesora. Fue en abril de 2003, cuando un profesor de Derecho Civil solicitó asesoramiento a la Facultad para evaluar a un estudiante de su clase que no podía darse a entender de manera fluida oralmente, ni podía escribir debido a una discapacidad motora extendida, que la Dirección de Carrera y Formación Docente, dependiente de la Secretaría Académica, elaboró y llevó adelante un programa de atención a las necesidades educativas especiales que se denominó “Universidad y Discapacidad”, cuyos destinatarios directos son los docentes de la Facultad y cuyos objetivos son la visualización de los estudiantes discapacitados, el fomento del debate sobre desigualdades de hecho y la capacitación docente para garantizar el proceso de aprendizaje a todos los estudiantes. Este programa ha sido declarado de interés parlamentario por la Cámara de Diputados de la Nación.

En el año 2005 se intensificó el trabajo del Programa de tal modo que ya en 2006, y gracias al apoyo de la Facultad, fue auspiciante y sede de las IV Jornadas Nacionales Universidad y Discapacidad, lo que le abrió un enorme espectro de posibilidades de estudio. “Este año se creó el Programa Universidad y Discapacidad, pero ahora en el marco de la Secretaría de Extensión Universitaria y Bienestar Estudiantil de la UBA”, continuó comentando Rusler, quien destacó como algunos de los logros más visibles del Programa en nuestra Facultad, la mejora del acceso a biblioteca, las becas especiales, el Programa de Actualización de Posgrado, y el seminario de investigación sobre discapacidad que actualmente lleva a cabo el Instituto Ambrosio L. Gioja.

La Arq. Nélida Galloni de Balmaceda compartió con el público presente su experiencia en la realización de una encuesta a los docentes en la Facultad de Arquitectura, que tuvo como finalidad realizar una prueba piloto que midiera la interacción entre las personas discapacitadas y la universidad.

La profesora comentó que las encuestas no daban una definición de persona con discapacidad, de modo que dejaban al entendimiento de los profesores dicha percepción. Entre la gran cantidad de cuestiones sobre las que se interrogaban, la Arq. Galloni resaltó algunas como las más curiosas. Entre ellas, la diferencia notoria que se pudo ver en las respuestas dadas según se tratase de un profesor de una u otra carrera de las que se dictan en su Facultad. “Un 32% de los docentes no recordaba haber tenido alumnos discapacitados en toda su carrera”, señaló con cierta sorpresa la profesora, mientras que además sacó como conclusión que el grupo más numeroso de personas discapacitadas es el de sordos e hipoacúsicos y que luego lo siguen aquellas personas que tienen dificultades de desplazamiento.

En cuanto a las modificaciones que algunos profesores debieron adoptar en sus programas por la presencia en sus cursos de personas con discapacidad, la mayoría de ellos señaló cambios en el dictado de clases, en los exámenes, y en la elección de las aulas. “El 45% dice no haber tenido que realizar modificaciones”, agregó la arquitecta, quien se mostró un tanto indignada porque el 74% de los encuestados respondió que no estudia temas de discapacidad en sus materias. Próximamente, la idea de esta profesora es rediseñar la encuesta y extenderla al resto de las unidades académicas.

Para finalizar con el panel, la Lic. Sandra Katz se dispuso a comentar la evolución de la Comisión Universitaria sobre Discapacidad que ella coordina. En primer lugar, compartió las dificultades presupuestarias que en general sufren quienes se dedican a encontrar soluciones para las personas discapacitadas, aunque celebró que en el último año les hayan asignado una renta y un pequeño presupuesto para destinar a gastos.

Esta profesora explicó que la Comisión se creó en el año 2000 por inquietud de un grupo de graduados y que actualmente está conformada por integrantes de diversas facultades y distintos colaboradores de la UNLP, con la intención de realizar un abordaje interdisciplinario. “El objetivo es instalar el tema de la discapacidad dentro de la universidad, porque es una deuda social”, explicó.

Entre las actividades que actualmente realiza la Comisión, se encuentra un seminario anual que se lleva a cabo cada año en una Facultad distinta, intentando incorporar programas especiales en algunas cátedras puntuales, y el dictado de un ciclo de charlas mensuales abiertas a la comunidad como una forma de extender todos estos temas al conjunto de la sociedad.