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Año XVIII - Edición 316 28 de marzo de 2019

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Travesticidio: ¿un crimen de odio?

  • Notas

En el Salón Rojo, el pasado 4 de diciembre tuvo lugar la actividad “Travesticidio: ¿un crimen de odio?”, organizada en conjunto por el Programa de Actualización en Género y Derecho, el Observatorio de Género en la Justicia (Consejo de la Magistratura) y el INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo).

Participaron en calidad de expositoras Mariela Labozzetta (titular de la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres, UFEM), Luciana Sánchez (abogada litigante, lesbiana y feminista; y abogada de la querella familiar encabezada por Sasha Sacayán) y Alba Rueda (activista trans de Mujeres Trans Argentina e integra el Observatorio de la Discriminación del INADI). Coordinó el panel Diana Maffía, directora del Programa de Actualización en Género y Derecho y del Observatorio de Género en la Justicia de la CABA.

En primer término, Diana Maffía comenzó diciendo que el título del encuentro “tiene que ver con el tratamiento en particular del juicio por travesticidio de Diana Sacayán”. En este sentido, explicó: “El concepto de travesticidio es un concepto en cuya definición participó el movimiento travesti-trans y es un trabajo que se intensificó precisamente con el asesinato de Diana”, y enfatizó “me parece muy importante que la Justicia haya recibido esta definición”.

Por su parte, Mariela Labozzetta expuso que “cuando hablamos de crímenes de odio, o de crímenes por prejuicio o por discriminación hay algunas cuestiones generales que tenemos que tener en cuenta”. En este sentido, sostuvo: “Más allá de que el fenómeno criminal en el sentido fáctico está instalado hace mucho tiempo porque la discriminación contra este colectivo no es nueva, (...) para el ámbito jurídico y judicial es un fenómeno nuevo que se está instalando ahora y que no tiene precedentes en nuestro país. De hecho, el caso de Diana es un caso que no tiene precedentes en un montón de sentidos”. Afirmó, además que “nos enfrentamos con un sistema de justicia que carece de las herramientas para poder procesar los casos, para poder investigar eficientemente los casos y para poder sancionarlos”.

A tu turno, Luciana Sánchez subrayó: “Una de las grandes cuestiones que para mí tuvo este proceso es que fuimos encontrando un equipo que tuvo la sensibilidad suficiente como para poder llevar adelante esto”, y agregó que “fue un equipo clave porque se requiere mucho talento para convencer a dos fiscales varones de que apliquen el protocolo de femicidio desde el inicio de la investigación, algo que nunca se había hecho”.

Finalmente, Alba Rueda se preguntó si “podemos pensar de manera comunitaria un marco de derechos para las travestis y las trans en Argentina”. Y aclaró: “Me refiero comunitariamente a un debate dentro de la cuestión del derecho porque se constituyó como parte de lo que es un planteo basado en la autonomía y en la individuación de las personas”.

Por otra parte, se refirió al significado de comunidad “como grupo poblacional no solamente fue un tema de pertenencia por orientación sexual o identidad sino también de alianzas en virtud de esto. (…) La comunidad está pensada como un islote de democracia donde nosotres nos reconocíamos para poder sentir que no había que explicar todo de antemano, que podíamos construir y ponernos espalda con espalda para pelear determinados contextos de violencia policial, jurídica e institucional”.