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Año XIII - Edición 235 28 de agosto de 2014

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Sociedad, información y transparencia en el Estado mexicano. Actualidad y perspectivas

  • Notas

El pasado 5 de agosto se realizó en el Salón Verde una conferencia sobre la “Sociedad, información y transparencia en el Estado mexicano. Actualidad y perspectivas”. El evento fue coordinado por Soledad Ramati, docente de Sociología del Derecho, y contó con la participación de Eber Betanzos Torres, asesor del Instituto de Investigaciones Jurisprudenciales y de Promoción y Difusión de la Ética Judicial de la Suprema Corte de México.

En primer lugar, Eber Betanzos Torres expresó que el paso del hombre en el tiempo va dejando huellas de aquello que ocurre, y estas son sin duda una parte del conocimiento, donde luego aparece la idea de información. “Este concepto de información es relevante porque va a conducir a la conformación de nuevos espacios sociales para la interacción humana”, manifestó. De este modo, hizo mención al derecho a la información, el cual nos lleva a pensar en una libertad para buscar, recibir y difundir información. Así, observó que el derecho a la información va a tener un interés para el Estado, debido a que es visto como un instrumento regulador. En cuanto al ciudadano, remarcó que este ve a la información como algo que le es útil porque le permite generar, entender y proyectar conocimientos.

“El derecho a la información y la sociedad conduce a un modelo de democracia. Y un modelo de organización social democrático requiere sin duda alguna de la información para funcionar. En la democracia la información importa”, afirmó. De esta manera, entendió que al hablar del derecho a la información se está refiriendo a la información de carácter público que el Estado genera, es decir, aquella información que es plasmada y gravada en cualquier documento físico o digital gestionada o producida por el Estado, ya sea pasada, presente y futura. Asimismo, aseveró que la información es necesaria para la conformación de una voluntad de carácter estatal, y es necesario que el ciudadano conozca sus obligaciones para dar cumplimiento y, por sobre todo, para ejercer sus derechos. Indicó que el Estado debe garantizar su sistema normativo e hizo mención a los estados pluriculturales, como por ejemplo el Estado mexicano, donde el acceso a las leyes se encuentra solamente en español. “El principal reto para vivir una cultura de la información es conocer el marco en el cual esta se desarrolla”, evocó. Señaló que la información es un derecho social, ya que no puede alcanzarse un bienestar colectivo si no se comprende cual es el sentido del propio Estado, y esto solo puede conocerse a través de la garantía de un Estado abierto que garantice el acceso a toda la información. Resaltó que en el caso mexicano hay una estadística que señala que el noventa por ciento de los mexicanos en el extranjero, que tienen la posibilidad de votar en las elecciones federales mexicanas, no lo hacen, mientras que el 60% de la población méxico-americana si lo hacen en las elecciones norteamericanas. Así, puntualizó que los mexicanos no votan en las elecciones mexicanas porque no confían en el sistema electoral, en cambio, votan en las elecciones norteamericanas porque confían en su sistema, y esto sucede porque el trabajo de los legisladores si se conoce.

Seguidamente, distinguió a la seguridad nacional de la seguridad pública y describió a la primera como aquellas amenazas del exterior que pueden llegar a afectar a la soberanía nacional, mientras que la seguridad pública son aquellas amenazas del interior que afectan el funcionamiento de las instituciones del Estado. Por otra parte, aclaró que reglamentar la información no significa controlarla, sino facilitar su acceso y sistematizarlo. “El principal obligado a vivir una cultura a la verdad es el Estado, quien debe propiciar este tipo de costumbres dentro de su sociedad, lo cual la hace transformarse. El Estado no debe convertirse en un guardián de secretos”, opinó. En lo que respecta a la tecnología, Betanzos Torres examinó que juega un papel muy importante, ya que si se vive en una sociedad de la información y en una sociedad del conocimiento, es responsabilidad del Estado difundir aquello que está pasando.

Hacia el final, el expositor realizó una breve síntesis de lo que ha ocurrido en el caso mexicano. “En el caso mexicano, es el Poder Judicial aquel que da los primeros pasos en materia de transparencia, cuando en 1870 crea el Semanario Judicial de la Federación”, recordó. Consecuentemente, en los años ’70 ocurre una reforma, donde se establece que el derecho a la información va a ser regulado por el Estado. Luego, en el 2002 se crea la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, la cual da origen al Instituto Federal de Acceso a la Información Pública Gubernamental. Este tipo de organismos ofrece a la sociedad la posibilidad de saber qué hace el Estado, cómo lo hace, y cómo puede participar en la vida del mismo. “El acceso a la información no tendrá otra regla más que la razonabilidad de aquello que debe difundirse. Todo en algún momento se sabrá, porque la verdad siempre caerá por su peso maravilloso”, finalizó.

Por último, Ricardo Rabinovich-Berkamn, director del Departamento de Ciencias Sociales, recordó que es importante asistir a este tipo de conferencias, las cuales cumplen una función de gran complementación con los trabajos que se realizan durante las horas de los cursos. “Este tipo de actividades son enormemente enriquecedoras y se aprende muchísimo”, manifestó.

 

“El principal obligado a vivir una cultura a la verdad es el Estado, quien debe propiciar este tipo de costumbres dentro de su sociedad, lo cual la hace transformarse. El Estado no debe convertirse en un guardián de secretos”, opinó Eber Betanzos Torres.