¡Seguinos!

Año XVII - Edición 299 05 de abril de 2018

Buscar

Sistemas restaurativos: problemas y soluciones

  • Notas

El Centro de Estudios de Ejecución Penal (CEEP) llevó adelante el primer encuentro del año el pasado 15 de marzo en el Aula 1 de Extensión Universitaria. En esta oportunidad, la charla se tituló “Sistemas restaurativos: problemas y soluciones”. La charla estuvo a cargo del profesor Raúl Calvo Soler, docente de las carreras de la Universidad de Girona y director del Programa de Prácticas Restaurativas en Justicia Juvenil de San Isidro, provincia de Buenos Aires, y Ramiro Gual, subdirector del CEEP.

Calvo Soler tomó la palabra y recordó su estadía durante diez años como docente e investigador en la Facultad. En la presentación de su intervención manifestó la intención de discutir e intercambiar opiniones en torno a los conceptos de justicia retributiva, justicia restaurativa y práctica restaurativa. Sin embargo, aclaró que con esa finalidad, retomaría categorías nodales tales como culpabilidad e imputabilidad, entre otras, para repensar el modo en que históricamente fue concebido el mundo jurídico y en particular del derecho penal.

“El primer gran objetivo del mundo jurídico en el ámbito penal es identificar al culpable, identificar a la persona que quebrantó la norma. A partir de la idea de culpabilidad damos paso a la idea de imputabilidad. Necesitamos entender cómo imputamos a ese culpable la comisión del acto ilícito (…) El tercer concepto importante es el concepto de prueba, cómo pruebo que lo hizo para los juristas en general nos preocupa seriamente la idea de generar todo un andamiaje encaminado a probar la realización del ilícito (…). Mi pregunta ahora es cómo logro probar que lo hizo y para qué”, sostuvo Calvo Soler.

El profesor invitado volvió a las preguntas iniciales que dan lugar al proceso penal: ¿Por qué y para qué castigamos? En ese sentido, planteó que la justicia restaurativa introduce una serie de cambios que cuestionan los argumentos deontológicos y utilitaristas que sostienen a la justicia retributiva.

Sin embargo, estas posiciones no han contribuido a disminuir el delito. “No hay encima de la mesa ni datos, ni referencias, ni debate filosófico serio que concluya con el sostenimiento de estos argumentos”, aseveró Calvo Soler. “El discurso moral plantea un problema muy importante: ¿Tiene sentido realizar un acto llamado sanción que es un acto que produce un daño en el otro para corregir un acto negativo, es decir, podemos moralmente provocar daño a alguien porque provocó daño?”, apuntó.

Así es como surge el interrogante por el carácter disuasorio de la pena. “El 95% de las personas que hoy están en prisión fueron castigadas de jóvenes por la comisión de un ilícito. La pregunta interesante es cuál es el volumen y la capacidad disuasoria cuando vemos que la continuación dentro de la actividad delictiva parece que se sostiene en el tiempo”, afirmó.

La justicia redistributiva plantea un cambio “porque nos obliga a preguntarnos cosas distintas a las que la justicia retributiva nos enseñó a preguntarnos”, según Costa Soler. “La primera pregunta no es quién es el culpable, sino cuál ha sido el daño producido. Lo primero que hace la justicia restaurativa es trasladar el foco del discurso de la culpabilidad al discurso de daño”, aclaró.

Por otro lado, también aparece la distinción entre “tener una obligación y sentirse obligado”. “Para el restaurativista, la pregunta interesante es no si tienes una obligación, sino si se sienten obligados. Nosotros tenemos chicos que incumplen normas en su entorno cotidiano, sin embargo, los ponés en un entrenamiento de fútbol y respetan todas las normas. No tienen ninguna obligación, pero en un contexto determinado se sienten obligados. No es un problema de anomia boba, es un problema que tiene que ver con el compromiso del individuo con la norma”, señaló el orador. “Nosotros no buscamos detentadores de obligaciones, buscamos un derecho que pueda construir espacios de compromiso del sentirse obligado con esa interacción”, concluyó.

“El 95% de las personas que hoy están en prisión fueron castigadas de jóvenes por la comisión de un ilícito. La pregunta interesante es cuál es el volumen y la capacidad disuasoria cuando vemos que la continuación dentro de la actividad delictiva parece que se sostiene en el tiempo”, afirmó Raúl Calvo Soler.