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Año IX - Edición 165 01 de septiembre de 2010

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Simposio sobre Ética de la Investigación Biomédica y Derechos Humanos

  • Notas

Organizado por el Laboratorio de Estudios en Bioética y Ética de la Investigación, el 24 de agosto se desarrolló un Simposio sobre “Ética de la Investigación Biomédica y Derechos Humanos” del que participaron expresando unas palabras Patricia Sorokin, Dirce Guilhem, José Antonio Pagés (representante de la Organización Panamericana de la Salud –OPS- en Argentina), Tulio Ortiz (Profesor Emérito y Presidente de la Comisión del Bicentenario, Facultad de Derecho, UBA), Marcelo Alegre (Secretario de Investigación, Facultad de Derecho, UBA), Fernanda M. Ledesma (coordinación del Comité de Bioética del Hospital de Pediatría Juan P. Garrahan), Juan A. Seda (Director de Carrera y Formación Docente, Facultad de Derecho, UBA) y María Silvia Villaverde (Jueza del Tribunal de Familia Nº 3 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora).

En primer lugar, José Antonio Pagés agradeció a Salomon Feldberg por “su desprendimiento, por su legado, porque la decisión de entregar una serie de relatos testimoniales de lo que fue solo una parte de esas investigaciones en seres humanos, con personas inconsultas y obligadamente, que durante todo el Holocausto se llevaron a cabo, siendo necesario cada vez más recuperar esos testimonios”. Por ello, reconoció que el testimonio es una contribución importante para la comunidad científica internacional, para los profesionales de la generación de ahora y las futura, ya que “los materiales que se están produciendo con su testimonio, es un material tremendamente importante para contribuir a la formación de mucha gente en materia de ética médica”.

Seguidamente, el Dr. Tulio Ortiz recordó a Victor Frank y su pensamiento sobre la vida: "La muerte como final del tiempo en que se vive, solo puede causar pavor a quien no sabe llenar, el tiempo en que les es dado vivir", tras lo cual hizo un fuerte alegato por la vida, creencia que debe unir -sostuvo- a todos, creyentes y no creyentes, dada su singularidad en el Universo. Finalmente, expresó que Salomon Feldberg "supo llenar el tiempo que le fue dado vivir". Acto seguido le hizo entrega de una medalla conmemorativa del Bicentenario acuñada por nuestra Facultad.

Posteriormente, se presentó el “Proyecto Memoria”, cuya finalidad es rescatar con textos, discursos e imágenes la historia de la ética de la investigación para utilizarlos como nexos históricos y mejorar la práctica científica actual.

Luego de la proyección del video “Infancia a prueba”, el Dr. Marcelo Alegre felicitó y agradeció al equipo de trabajo como a Salomon Feldberg por la iniciativa que “es inmensamente importante para la comunidad y, en particular, para la nuestra Facultad, ya que en esta Casa entendemos al derecho no simplemente como una actividad profesional o como el manejo de ciertas habilidades o técnicas sino como una al servicio de los derechos humanos, fundamentada en principios y valores éticos”.

Fernanda M. Ledesma manifestó la obligación que siente de reflexionar sobre el testimonio de Feldberg, que “contó todo lo que no se tiene que hacer en investigación y sobretodo en investigación con chicos”.

Asimismo, sostuvo que los fines no justifican los medios, ni los niños pueden ser un objeto de investigación ya que son un fin en sí mismo, como tampoco “ningún conocimiento de la humanidad puede justificar el tratar a las personas como un objeto de investigación”.

Entretanto, María Silvia Villaverde hizo referencia al documental en el que se encuentra el testimonio de Feldberg, como acto personal de recordar y narrar, “constituye una manifestación del lazo de solidaridad entre las víctimas que sobrevivieron y los potencialmente victimables de la experimentación científica”.

En relación al documento testimonial, subrayó que constituye una buena práctica en el marco de la experimentación científica “como una salvaguardia efectiva contra la repetición de tales actos en la experimentación científica, en el sentido de preservar para la memoria colectiva su experiencia”.

Por su parte, Juan A. Seda destacó el trabajo de las productoras en la realización del material pedagógico que es de suma importancia porque “un testimonio de tal índole favorece un debate fundamental, habilita la posibilidad de no olvidar y de retomar discusiones pendientes”.

Consecuentemente, resaltó la aparición del profesor de la Universidad que se acerca a los chicos sin explicarle en que consiste el experimento y “pone su conocimiento académico en una mala vía, y nos interpela como universitarios para ver que uso estamos haciendo de nuestro conocimiento y como ponemos a este en juego respecto del poder”.

Para cerrar el evento, la actriz Luisa Kuliok reconoció que es un día de felicidad porque “Salomon pudo contar su historia y nosotros escucharla, de manera que la memoria se hizo presente y se impuso con toda si fuerza y toda su posibilidad reparadora”.