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Año VI - Edición 112 20 de septiembre de 2007

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Seminario - Usos Pacíficos de la Energía Nuclear

  • Notas

Los pronósticos de distintos analistas especializados indican que el consumo energético en el mundo continuará incrementándose. Mientras existe un gran consenso alrededor de ello, mucho se debate acerca de cuál será la fuente que podrá satisfacer esa demanda agregada de energía. Una de las soluciones propuestas se encuentra en la energía nuclear, que actualmente aporta alrededor del 20% de la energía mundial y que se supone es menos contaminante que otras fuentes, pero cuyo tratamiento divide fuertemente las aguas en materia de seguridad y usos no benévolos.

Para discutir algunos de estos temas, sobre todo en nuestro país en el cual el gobierno actual se ha propuesto recientemente acrecentar la producción de este tipo de energía, el 22 de agosto pasado se dio cita en el Salón Rojo de la Facultad a un seminario sobre Usos Pacíficos de la Energía Nuclear, organizado por la Sección de Relaciones Internacionales de la Asociación Argentina de Derecho Internacional, en el cual especialistas en aspectos jurídicos y técnicos disertaron acerca de los potenciales beneficios y peligros del uso de dicha energía.

En la apertura, el Dr. Miguel Ángel Ciuro Caldani, Director del Departamento de Posgrado, dio su más calurosa bienvenida a los presentes y expresó su alto interés por la materia a tratarse.

Al dar por inaugurado el encuentro, el Dr. Armando Daniel  Abruza, Presidente de la Asociación Argentina de Derecho Internacional, mencionó la importancia de la defensa de los usos pacíficos de la energía nuclear, por los cuales se ha venido luchando desde mediados del siglo XX. “Es fundamental el control que se efectúa a través del sistema de salvaguardias del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), a los efectos de asegurar el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales”, recordó, agregando luego que “con el seminario se cumple uno de los objetivos principales de la Asociación, cual es la contribución de la formación de una conciencia colectiva que procure la solución de los problemas internacionales a través del Derecho y la Justicia y el afianzamiento de los valores fundamentales de la República”.

En el primer grupo de exposición, disertaron la Representante de la República Argentina ante la el OIEA, Embajadora Elsa Kelly; el Vicepresidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica, Ing. Francisco Carlos Rey; y el Presidente del Directorio de la Autoridad Regulatoria Nuclear, Dr. Raúl Oscar Racana.

“La energía atómica y su utilización pacífica constituye uno de los ejes políticos estratégicos más importantes, ya que en el futuro la energía nuclear va a ser un componente importante de la energía del país”, comenzó diciendo Elsa Kelly acerca del tema “Panorama general de la política de no proliferación”.

En cuanto a la no proliferación de armas nucleares, explicó que la base jurídica para su normativización se encuentra en el Tratado de No Proliferación, el cual establece grandes limitaciones y distingue entre países poseedores de armas nucleares de países no poseedores. “Los países poseedores de armas nucleares son aquellos que alguna vez desarrollaron una explosión nuclear”, agregó, y respecto de ello se estableció que no pueden transferir a otros países ni tecnología ni materiales nucleares para desarrollar un arma de destrucción masiva. Por su parte, los países no poseedores de armas nucleares tienen la obligación de no perseguir el propósito de fabricar dichos armamentos.

Desde un panorama histórico, en 1956 se creó el OIEA, del cual nuestro país es miembro originario. El OIEA es el encargado de la verificación y control del uso de la energía nuclear y funciona a través de las salvaguardias que hacen los países que ingresan a dicho Organismo. “Su rol es fundamental ya que ejerce como controlador y guardián: debe verificar la no proliferación y promover la compensación para los países que no poseen estas armas y usan la tecnología nuclear con fines pacíficos”, continuó Kelly.

Sin embargo, la expositora criticó que el OIEA no se ocupe de perseguir el desarme general y completo de los países poseedores de armamento nuclear, cuando se trata de uno de los pilares más importantes de la política de no proliferación. No obstante ello, Kelly expresó que el Tratado debe aún así ser defendido, puesto que es el único que actualmente existe y difícilmente pueda volverse a alcanzar algún acuerdo internacional sobre este tema.

Con respecto a las “Aplicaciones de la energía nuclear”, el Ing. Francisco Rey destacó que en nuestro país la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) fue dividida en tres organismos, uno de los cuales es Nucleoeléctrica Argentina S.A., que es la operadora de las centrales nucleares en potencia y tiene a su cargo actualmente la construcción definitiva de Atucha II. Los restantes organismos internos son la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN), que verifica todos los aspectos de seguridad y salvaguardias, y la CNEA propiamente dicha, que se ocupa de asesorar al Poder Ejecutivo en lo que respecta a temas nucleares y también se encarga de la investigación, el desarrollo y la producción.

Las actividades nucleares formales en nuestro país comenzaron en 1950 con la creación de la CNEA, con el objeto del uso pacífico y el desarrollo científico de la energía nuclear. “No hay ninguna provincia en nuestro país que no tenga actividades nucleares”, comentó Rey, dentro de las cuales se pueden encontrar dos centrales nucleares en operación, una en construcción, seis reactores de investigación, aceleradores de partículas, centros atómicos, centros tecnológicos, plantas de agua pesada, plantas de irradiación, yacimientos de uranio, plantas de purificación de uranio, aplicaciones industriales, etc. Actualmente, se está investigando sobre los usos médicos de la energía nuclear, en lo que hace al diagnóstico y el tratamiento de enfermedades oncológicas, y  también se está explorando su utilización para conservación de alimentos.

El último expositor del panel fue el Dr. Raúl Oscar Racana, quien se refirió a los “Aspectos de seguridad de la energía nuclear”. “En toda energía hay una radiación mala, una buena, y una diferente; el asunto es cómo diferenciarlas”, comenzó aclarando. Para ello debe trabajar la Autoridad Regulatoria Nuclear, distinguiendo aquello saludable de lo no saludable, e informando sobre el peligro que la radiación puede causar en las personas, que puede ir desde un mero daño hasta la muerte en algunos casos.

Finalmente, sugirió extender los análisis de estos tipos más allá de las dos bombas atómicas y de los sucesos de Chernobyl, dado que el aumento de la radioactividad en el mundo se ve también generado por los ensayos nucleares y explosiones de prueba que a menudo se llevan a cabo y de los que poco se conoce.

En dos paneles que siguieron, el Embajador Juan Carlos M. Beltramino,  Representante de la República Argentina ante el OIEA de 1982 a 1986, expuso sobre “Normas, Política y Poder en el OIEA”, y la Lic. Sonia Fernández Moreno y el Lic. Gabriel E. Terigi, ambos funcionarios especializados de la ARN, disertaron sobre los tratados e instrumentos del “Régimen internacional de la no proliferación nuclear”.