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Año XIV - Edición 250 18 de junio de 2015

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Seminario del Centro de Estudios de Ejecución Penal
Democracia y Derecho Penal en Anthony Duff

  • Notas

El pasado 21 de mayo se llevó a cabo un nuevo encuentro del seminario permanente del Centro de Estudios de Ejecución Penal en el aula 217. En esta oportunidad, tuvo lugar una exposición a cargo de Roberto Gargarella, quien trató el tema “Democracia y Derecho Penal en Anthony Duff”.

Tras la presentación de Leonardo Pitlevnik, Roberto Gargarella se propuso abordar la relación entre la reflexión penal y la democracia, partiendo del supuesto de que existe una relación muy problemática entre ambas áreas. “Es imprescindible pensar en un vínculo más fluido entre ambas esferas, a la luz de la relativa hostilidad que hoy hay entre ambos campos”, remarcó. Asimismo, destacó que hay muy buenas razones para pensar en la necesidad de un vínculo más íntimo, teniendo en cuenta que vivimos en comunidades democráticas y que queremos que nuestras vidas tengan que ver con aquello que elegimos. “En lo personal, parto de un doble supuesto, que es un supuesto que yo encuentro muy enraizado en las tradiciones del pensamiento en Latinoamérica”, explicó. Así, uno es la idea de autonomía individual, el derecho debe reconocer que somos dueños de nuestras propias vidas. El otro pilar se vincula con el autogobierno colectivo, “también entiendo que como comunidad debemos ser dueños de nuestra propia vida en común, esto quiere decir que las normas deben ser un reflejo de nuestras convicciones más profundas”, adicionó. No obstante, afirmó que este no es un mero reclamo teórico abstracto, sino que se debe aplicar en la realidad. “La realidad es la contraria, el derecho es producto de unos pocos, la interpretación del derecho está bajo control de unos pocos y es aplicado por unos pocos”, describió. Todos estos individuos, según Gargarella, o no son controlados o son controlados deficitariamente.

En cuanto a Anthony Duff, el orador consideró que es un autor muy poco conocido en Argentina pero que “es un excelente ejemplo de cómo tomarse en serio esta reflexión sobre democracia y derecho penal”. En la misma línea argumental, remarcó que Duff es uno de los autores que ha empezado a trabajar en tratar de poner juntas a las preocupaciones democráticas y las relacionadas con el mundo penal. Luego, Gargarella destacó que busca partir, como en parte lo hace Duff, de una cierta teoría de la democracia. “Es un paso crucial aclarar de qué hablamos cuando hablamos de democracia”, remarcó. De esta manera, el expositor abogó por una concepción deliberativa de la democracia, que sostiene que si se debe decidir sobre ciertas cuestiones, es necesaria la discusión entre todos. “Muchas de las descalificaciones que se hacen a los intentos de poner juntos a la democracia y el derecho vienen a partir de estar pensando en ideas muy pobres de la democracia”, advirtió Gargarella. En resumen, se trata de una idea de la democracia que implica inclusión y discusión. “Ese es el ideal regulativo, es el modo con el cual evaluamos, criticamos y pensamos arreglos institucionales concretos”, resaltó. Por otra parte, declaró que existe un presupuesto muy arraigado que sostiene que si se le da alguna cabida a la democracia en el derecho, no debe ser en el derecho penal. “Yo diría que sobre todo en el área penal, es un reclamo polémico porque se lleva mal aun con el texto de la Constitución y con la doctrina hispanoamericana. La doctrina hispanoamericana le teme a la democracia y considera que democracia es igual a populismo o salvajismo penal”, aseveró. Esta relación entre democracia y derecho penal debe ser especial porque lo que se juega en el ámbito penal es muy importante. “En todas las áreas debe haber un involucramiento democrático muy intenso pero más decisivamente en casos vinculados con el derecho penal”, reclamó. En idéntica tesitura, aclaró que lo que se juega es la reflexión sobre cómo va a hacer la coerción estatal. Además, consideró que en Argentina y el mundo sucede que en sociedades cada vez más heterogéneas y plurales las cárceles reflejan una composición homogénea. “La doctrina penal contemporánea se anima a decir que el sistema penal selecciona, pero no está cómodo cuando uno replica que la sociedad democráticamente se haga cargo de eso. La crítica penal que se hace también es una crítica que viene del elitismo”, declaró. En este sentido, hoy se padece un derecho penal producto de ciertas elites penales, que a veces hablan en nombre del pueblo y a veces en contra del pueblo, pero que son siempre elites penales.

El expositor declaró, con relación a Duff, que proviene de una concepción formada por el liberalismo. “Mucho de lo que se escribe y leemos en el área penal está escrito por autores que uno podría describir a grandes rasgos como conservadores, luego hay autores vinculados con el liberalismo, luego hay autores más cercanos al abolicionismo que pueden tener algún vínculo con el marxismo. Creo que el pensamiento de una persona como Duff está formado por cierto liberalismo, pero ha mostrado siempre por su buena fe y honestidad intelectual a posturas críticas”, describió. Sostuvo, seguidamente, que el liberalismo hace una defensa muy fuerte de ciertos derechos pero esto va a acompañado de la restricción de la democracia. “En Duff está esa alma liberal, pero también está la otra alma, un alma donde hay una preocupación efectiva por tomarse en serio la democracia”, diferenció. En Duff se ve una gran cantidad de escritos donde late esa pulsión democrática y muestran su compromiso con su alma democrática.

“(Anthony Duff) es un excelente ejemplo de cómo tomarse en serio esta reflexión sobre democracia y derecho penal”, aseguró el profesor Roberto Gargarella.