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Año X - Edición 182 22 de septiembre de 2011

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Seminario de Extensión sobre Derechos del Niño

  • Notas

Durante la jornada del 2 de septiembre se desarrolló en el Aula 1 de Extensión de esta Facultad el primer encuentro en el marco del Seminario de Extensión sobre Derechos del Niño. En esta oportunidad, los distintos disertantes que participaron del evento centraron su atención en la situación actual de los derechos del niño en la Argentina.

Le seguirá a este primer encuentro otros tres -30 de septiembre, 28 de octubre y 25 de noviembre- en los que se analizarán entre otras temáticas los derechos del niño en el ámbito educativo, los derechos del niño en niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad y, asimismo, la relación presentada entre la salud y los derechos del niño.

Encargado de las palabras introductorias, el profesor Juan Seda, Subsecretario de Extensión Universitaria de esta Universidad, destacó que la organización del seminario correspondió al Rectorado de esta Universidad, como así también a la Secretaría de Extensión Universitaria de esta Casa, anfitriona del evento, conjuntamente con el resto de Facultades que integran la UBA.

Complementariamente, explicó la propuesta formulada por el seminario, remontándose también a aquellos principales elementos que le dieron origen. “Tiene como objetivo producir un intercambio y poner en cuestión muchas de las verdades académicas que tenemos, que aprendemos en los libros, que vamos leyendo, ponerlas un poco en juego con lo que está pasando”, concluyó.

Seguidamente, la Lic. Nilda Vainstein, consultora del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), comentó acerca de su paso por este organismo internacional fundado en el año 1946, luego de concluido uno de los conflictos bélicos más sanguinarios que la humanidad ha vivenciado. Por su parte, Vainstein definió a la UNICEF como un organismo de cooperación internacional dependiente de las Naciones Unidas.
Inicialmente, su labor estuvo dedicada a la problemática de la deserción escolar en la Provincia de Buenos Aires, especialmente en la Isla Maciel, en el Partido de Avellaneda.

Luego de que la Junta Militar se hiciera del poder, viajó a Barcelona donde siguió trabajando intensivamente en cuestiones relativas a la infancia y justicia juvenil. Ya de regreso en la Argentina, se desempeñó como asesora del Ministerio de Educación de la Nación, principalmente en programas ideados para el noreste de nuestro país.

En otro sentido, advirtió “los organismos de cooperación internacional en general son organismos muy controvertidos, porque históricamente ha sido y aún lamentablemente lo siguen siendo bastante colonizadores” y agregó que “a pesar de que a nivel internacional ha habido jornadas y encuentros en donde de alguna manera los organismos de cooperación internacional se comprometieron a alinearse con las políticas públicas de los Estados y a trabajar partiendo de lo que las propias comunidades tienen como recursos potenciales y ayudará a que esto se desarrolle, sigue existiendo en amplios sectores de la población un resquemor importante hacia lo que son estos organismos”. Los motivos fueron resumidos en la generación intencional de dependencia y el trato clientelar.

En contraste, la expositora señaló que UNICEF posee la clara intención de ser acompañante del protagonismo que deben asumir los integrantes de cada comunidad local. En la Argentina, se apoya al Estado y a la sociedad argentina en la formulación, ejecución y monitoreo de políticas públicas a favor de la niñez y la adolescencia. Resaltó que UNICEF; como organismo permanente de la ONU, elabora proyectos, los cuales son siempre convenidos previamente con las autoridades locales a los efectos de evitar intervenciones unilaterales de tinte arbitrario e intempestivo.

A su turno, Dra. Mary Beloff, Directora del Departamento de Publicaciones, aclaró que “alguien podría interpretar (erróneamente) que la cuestión de los derechos del niño empieza y terminan cuando los abogados decidimos sobre los derechos del niño”.

Se refirió a la Convención sobre los Derechos del Niño, instrumento internacional hoy en la órbita de la Naciones Unidas, cuyas principales cláusulas se prestan a múltiples interpretaciones a la hora de su aplicación. Comentó sobre lo que la oradora ha dado en llamar la “traducción latinoamericana de la Convención de los Derechos del Niño”.

Esta particular traducción trae aparejadas diversas dificultades, producto de que el modo en que este instrumento fue leído en el continente latinoamericano limitó la propia potencialidad del tratado para impactar en la transformación real en las condiciones de vida de los niños y adolescentes. “Como cualquier Tratado, no se trata de lo que dice, sino lo que de él se interprete”, sentenció Beloff.

Uno de los principales escollos es el hecho de que no contamos con la figura del intérprete último, sí presente en nuestra legislación local encarnada la Corte Suprema de Justicia de la Nación. En el caso de esa convención, la expositora afirmó que tal vez podríamos considerar al Comité de Derechos de Niño como un intérprete último, aunque desde el punto de vista formal y jurídico insistió en que dicho Comité carece de toda posibilidad de generar un estándar legal obligatorio.

Ante la ausencia de una interpretación unívoca, alegóricamente resaltó: “por lo tanto, estamos un poco sin rabino, sin pastor, sin sacerdote, sin ninguna guía espiritual que nos de una interpretación recta sobre la Convención de los Derechos del Niño”.

Invitó al público presente a leer lo que se dice de esta misma Convención en otras partes del mundo y así advertir la amplia heterogeneidad interpretativa que se ha venido presentando.

“Estamos un poco sin rabino, sin pastor, sin sacerdote, sin ninguna guía espiritual que nos de una interpretación recta sobre la Convención de los Derechos del Niño”, enfatizó Mary Beloff.