¡Seguinos!

Año XX - Edición 359 12 de agosto de 2021

Buscar

Ciclo Norberto Bobbio sobre Justicia y Derecho de la Vejez

Seguridad económica y derechos

  • Notas

El pasado 14 de junio se llevó a cabo la décima edición del ciclo de conferencias Norberto Bobbio sobre Justicia y Derecho de la Vejez organizado por el Seminario permanente de investigaciones sobre Derecho de la Vejez del Instituto Ambrosio L. Gioja y el Curso Profesional Orientado sobre Derecho de la Vejez (Departamento de Derecho Privado I).

En primer lugar, expuso Claudio Zuchovicki (gerente de Desarrollo de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y Secretario General de la Federación Iberoamericana de Bolsas). "Hoy una persona de 80 años es vital, consume, usa pantalón chupín, anda en rollers, gasta, tiene un sentido de la finitud completamente distinto al nuestro, disfruta el presente y está muy interconectada. Para muchos en el marcado de capitales se convirtió en un potencial de ingresos fenomenal por su capacidad de consumo, y repito, por su concepto de la finitud (...) Y, hay una generación que desde ese punto de vista tiene otra relación con el dinero de la que tenía la generación anterior", comenzó señalando. “Yo creo que tenemos que cambiar la manera de expresarnos. Muchos en Argentina toman al adulto mayor como una carga, como un peso que hay que mantener (...) Entonces cuando te dicen el gasto público argentino 62% es seguridad social, jubilaciones, empleado público y el resto de los gastos. Por lo que, en cualquier lado del mundo, el gobierno lo licua devaluando (...) Baja el gasto, pero no porque tenga mayor poder adquisitivo”, resaltó. Y se preguntó: “¿Qué pasa si lo planteamos al revés? Y es la persona mayor la que recibe más recursos”.

Por último, reflexionó: "Una persona mayor, por lo que decía antes de la herencia y el concepto de finitud, va a gastar. En cambio, si a mí me ingresa un ingreso extra hoy, dado mi visión de país, mi plata va a ahorro, a la caja de seguridad, la saco de la economía; es malo para un país (...) porque la capacidad de rotación a la economía". Y concluyó: "Tenemos que cambiar la manera de hablar, no es una carga, es una unidad de negocio fenomenal porque tienen experiencia, porque vivieron y porque la gastan, no tienen incentivo para ahorrarla".

En segundo lugar, expuso Cecilia Meirovich (directora de Derechos Humanos de la Cancillería). Como diplomática destinada en la misión permanente ante la OEA donde negoció los términos de la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las personas mayores, comentó: "Es el primer instrumento jurídicamente vinculante en protección de las personas mayores (...) Va a ser el puntapié para que a nivel universal podamos negociar una convención internacional".

En relación con esta Convención, que todavía no entró en vigencia, ya que necesita 2 ratificaciones más, detalló: "Hubo grandes discusiones que tenían que ver con miradas en las cuales logramos consensos dificilísimos (...). Uno de los temas que se agregaron al final fue a pedido de Colombia: agregar progresivamente en todo lo que tuviera que ver DESC (...) Porque tenían miedo a tener que dar viviendas, a tener que dar derechos previsionales, a tener que dar accesibilidad (...) Otra de las cuestiones en las que tardamos en ponernos de acuerdo fue la edad. Porque había países que decían ‘bueno yo tengo que empezar ahora a reconocer a personas mayores y a pagarles seguramente una jubilación o una pensión, a personas que antes no reconocía’ (...) Un gran debate que tuvimos también, fue el final de la vida y los cuidados al final de la vida”.

En tercer lugar, expuso Sol Prieto (coordinadora de la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género en el Ministerio de Economía de la Nación). "Generalmente, cuando se habla de trabajo se lo toma como una actividad que se realiza en el mercado a cambio de una remuneración", inició exponiendo. Y añadió: "Cuando nosotros introducimos la perspectiva de género a esa definición nos hace ver que existe una idea de trabajo más amplia (...) Aparecen un montón de actividades que si no se llevaran a cabo cotidianamente el mercado o aquello que llamamos 'el trabajo' o 'la economía' no podrían existir (...) Estas tareas son invisibles porque las realizan mujeres".

Teniendo en cuenta la encuesta sobre usos del tiempo llevada adelante por el INDEC en el 2013, explicó: “El 75, 7% de las tareas domésticas y de cuidados no remuneradas son realizadas en la Argentina por mujeres. Como consecuencia de esto, en promedio las mujeres en nuestro país dedican 6,4 horas diarias a estas tareas. Al dedicar 6,4 horas diarias a estas tareas, ese tiempo no lo tienen disponible ni para venderlo en el mercado de trabajo ni para conseguir una formación que le permita acceder a mayores puestos (...)”, entre otras imposibilidades. A partir de esto, detalló: "Por esta desigual inserción que las mujeres poseen en el mercado laboral es que justamente gran parte de las mujeres que están en edad jubilatoria no tienen o no se les realizaron los aportes jubilatorios necesarios para poder acceder a una jubilación". En este sentido, comentó: "La moratoria previsional resulta una herramienta importante para la inclusión de las mujeres, que de hecho del total de jubilaciones por moratoria previsional el 74% de quienes las perciben son mujeres y el 84% de las mujeres que se jubilan lo hacen a través de esta". Sin embargo, aclaró: "La moratoria resulta una suerte de parche más que una medida estructural".

En cuarto lugar, expuso Rosana Di Tulio (profesora de la Facultad Nacional de Rosario y autora de artículos jurídicos referidos al Derecho de la vejez y al Derecho de las familias). Disertó sobre la situación patrimonial de la mujer mayor en las relaciones de familia. "Vivir más no se significa vivir mejor (...) Si hablamos de la feminización de la vejez, también tenemos que hablar de la feminización de la pobreza", declaró teniendo en consideración el último Censo Nacional (INDEC, 2010) y la Encuesta Nacional sobre Calidad de Vida de Adultos Mayores (INDEC, 2012). Entonces, señaló: “Las mujeres mayores son más propensas a ser pobres y dependientes económicamente respecto de los varones. He escuchado decir que las mujeres cuando llegan a la vejez se empobrecen, no siempre es así. Lo que pasa es que a través de su vida siempre han sido dependientes económicamente y al llegar a la vejez esto se profundiza (...) Esto tiene que ver con los roles asignados a la mujer a lo largo de su vida". Esto último lo relacionó con lo mencionado por la expositora anterior. Además, añadió: "Esta dedicación de las mujeres a lo largo de su vida a ocuparse del hogar, sin una remuneración (...) Ha hecho que en gran porcentaje las mujeres queden fuera del sistema de las prestaciones sociales propias, si tiene una obra social es asociada a su pareja o cónyuge".

Con relación a la sanción del Código Civil y Comercial en el 2015, resaltó: “En las relaciones de pareja tenemos tres institutos que me parecen muy interesantes: Alimentos, Compensación económica y Vivienda (...) También reguló las uniones convivenciales". Primero, en materia de Alimentos: "El Código Civil y Comercial prevé la posibilidad de que ante un divorcio pueda solicitar alimento aquella persona que considera que lo necesita porque tenía una enfermedad preexistente al divorcio o porque se encuentra en una situación de no poder proveerse a sí misma alimentos". En materia de Compensación económica, mencionó: "Da la posibilidad que ante la ruptura de la convivencia o ante el divorcio, aquel integrante de la pareja que considere que esta circunstancia del divorcio la coloca en una situación de desventaja económica pueda pedirla".

En quinto lugar, expuso Leonor Benedetto (actriz y activista a favor de los Derechos de las mujeres contra todas las formas de discriminación). Comenzó reflexionando respecto a las exposiciones anteriores: "Lo que sentía cada vez que escuchaba era que son trabajos y deseos muy nobles puestos en un país en donde no sé si todo esto se ha reconocido o puesto en práctica (...) Además pertenecemos a una sociedad donde el no cumplimiento de las leyes es casi un orgullo", y ejemplificó con el fallo del juez santafesino que liberó a un violador por utilizar preservativo o los incumplimientos que se dan a la ley de Acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo.

Asimismo, se refirió a un artículo de una revista titulado Peinados para mujeres de más de 50 y resaltó: "Esto que parece banal, no lo es (...) Busqué quién lo había escrito, y era una mujer. Una mujer seguramente más joven que yo, pero esta mujer estaba diciéndonos a las de más de 50 cómo nos tenemos que peinar". También, analizó un artículo publicado en Clarín titulado Los actores y gente de la radio y TV que ya cumplieron los 80 años y siguen trabajando. A partir de este, señaló: "No hay diferenciación en las mentes de las personas más jóvenes hacia una fecha de nacimiento, que implica, va de suyo, decrepitud e imposibilidad (...). Finalizó mencionando la cuestión de la tecnología: "Los jóvenes manejan mejor la tecnología, pero nosotros hemos demostrado adaptabilidad. Y no sé si no es mayor el esfuerzo o más meritoria la adaptabilidad que el aprender algo porque ellos desconocen lo que había antes".

En sexto lugar, expuso María del Carmen Squeff (representante permanente ante Naciones Unidas en Nueva York). Primero, se refirió al Grupo de trabajo de Composición Abierta sobre Envejecimiento que preside. Luego, en el marco de los datos recolectados por la OMS, comentó: "La pandemia dejó al descubierto todo tipo de discriminaciones, la legislativa porque no tenemos ningún tipo de Convención Internacional. Pero también dejó al descubierto (...) que hay una discriminación por la pérdida de recursos económicos y en el caso de la pandemia por la dificultad para que los adultos mayores fueran atendidos en su totalidad y con todas las posibilidades que la ciencia y la medicina en los distintos países tienen". Y remarcó: "Esto se une a la falta de autonomía y a que de alguna manera los adultos mayores no forman parte en la toma de decisiones de sus propios problemas. Y esto es un punto clave", a diferencia de los Niños, Niñas y Adolescentes no tienen una convención.

"Tratamos de hacer otro enfoque para el año que viene, la delegación argentina junto con otras delegaciones como el GRULAC y algunos europeos, logramos dos temas que nos parecen importantes: el derecho al trabajo y al mercado laboral, y el derecho al acceso a la justicia", declaró.

De este modo, volvió a destacar la importancia y la necesidad de la creación de un instrumento internacional vinculante para la protección de este grupo vulnerable. En este sentido, aclaró: "Argentina entiende que el consenso para este tipo de cosas es fundamental, para que el instrumento que salga tenga base sólida. Forzar a los Estados a que escriban un texto que sea muy débil, la verdad que no conviene. También es cierto que no podemos pretender que una convención resuelva o de ideas para todo porque sería imposible lograr un consenso. Tenemos que lograr un piso básico a través del cual construir. Y por supuesto en ese piso básico aquellos países que han hecho un poco más tratar de introducirlas". Así, mencionó qué se necesita para lograr consenso. Primero, coordinar con todos los actores relevantes (los Estados miembro, las ONG, entre otros). Segundo, escucharnos mutuamente, "escuchar a los Estados. Ustedes saben muy bien que el problema que presentan los países desarrollados es la posibilidad de que una convención les genere mayores costos económicos (...) Yo me pregunto cuántos tuvieron que asumir desde febrero del 2020 hasta hoy sin convención. Entonces en cuanto a los costos, con la pandemia mediante, hay una mirada diferente sobre ese tema". Tercero, tener una mirada realista del terreno. Cuarto, abordar los desafíos y avanzar hacia un objetivo común.

Por último, expuso Claudia Mahler (oriunda de Austria y experta independiente de Naciones Unidas). "Estamos en un momento crucial a causa de la actual crisis en todo el mundo suscitada por la protección insuficiente de los derechos humanos de los adultos mayores. Podemos alcanzar ciertos compromisos para crear un marco internacional obligatorio para los derechos humanos de las personas mayores", introdujo.

Con relación a las consecuencias de la pandemia, explicó: "Muchas personas mayores han quedado relegadas, y que pueden ser un grupo que sufra especialmente después de la pandemia debido al impacto negativo en sus derechos económicos y sociales. También hemos visto que las personas mayores no son una prioridad en planes de emergencia y no han sido una prioridad para las medidas preventivas durante esta crisis sanitaria". Resaltó el apoyo político de las Naciones Unidas a este grupo vulnerable.

En relación con el Informe del Secretario General al comienzo de la pandemia, expuso: "Permítanme reiterar la necesidad de actuar en las 4 áreas principales señaladas (...) Nombró las dificultades en el sector de la salud, que tienen serios efectos para las personas mayores. También debemos reforzar la inclusión social y la solidaridad durante el distanciamiento físico, e integrar y enfocarnos en las personas mayores en la respuesta socioeconómica y humanitaria al COVID-19. Debemos reforzar la participación de las personas mayores. Asimismo, deberíamos compartir buenas prácticas para aprovechar conocimientos e información. Y, además, pidió que ser reforzara el marco legal nacional e internacional para la protección de las personas mayores".

Asimismo, subrayó: "Debemos tener en cuenta que los sistemas regionales de Derechos Humanos no son una solución para el mundo, pues, como todos sabemos la región Asia-Pacífico no tiene un sistema de protección regional. Pero, desde mi punto de vista sería bueno aprender más sobre el impacto de los instrumentos regionales, especialmente el caso de la Convención Interamericana para la protección de los Derechos Humanos de las personas mayores".

"Desde mi perspectiva, es importante continuar el diálogo con los Estados miembros por regiones, poder participar y generar intercambios con la más amplia cantidad de actores, incluyendo a las propias personas mayores", concluyó. Participaron y coordinaron la jornada: Perla Goizueta, Isolina Dabove, Carolina Iglesias, Marcelo Alegre, Luz Melón y Martín Ava.