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Año XIV - Edición 249 04 de junio de 2015

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Reuniones abiertas sobre el nuevo Código Civil y Comercial

  • Notas

El 13 de mayo pasado tuvo lugar en la Sala Avellaneda de la Facultad de Derecho un nuevo encuentro en el marco de las Reuniones abiertas sobre el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.

Sebastián Barocelli tuvo a su cargo la presentación de los expositores y mencionó que el tema en esta oportunidad es la gestión básica de la prueba documental e informativa.

A continuación, Luis Enrique Arellano González resumió lo que es informática forense diciendo que “informática forense es a informática lo que medicina legal es a medicina”. Asimismo, declaró que la prueba documental informática no es otra más que la vieja prueba documental, y se gestiona igual, pero con un soporte cambiado. “Lo que antes era papel, ahora se vuelve digital, óptico o magnético, pero digital”, resaltó. De esta manera, comentó que la prueba documental clásica es reconocida por todos los códigos procesales. Por otra parte, se refirió a que cuando se debe recolectar prueba es importante no confundir puntos de asesoramiento, puntos de recolección y puntos de pericia. “Cuando estoy resolviendo puntos de pericia, estoy actuando como perito con la responsabilidad de funcionario público, si soy perito de oficio; mientras que cuando estoy respondiendo puntos de asesoramiento a veces soy perito y a veces no, depende de si lo que yo respondo se basa en mi arte o profesión o si lo que yo respondo se basa en mis sentidos”, diferenció. En este sentido, cuando se hacen puntos de recolección, no son puntos de pericia de ninguna manera. “Un punto de pericia es una pregunta y una pregunta lógica”, remarcó. Además, señaló que con la prueba documental informática hay un cambio porque se pueden usar medios remotos. “Nuestra justicia está a años de hacer esto, porque el derecho va detrás del caballo de la tecnología, pero nada impide que un juez que tiene capacidad para forzar un domicilio e ingresar con una orden de allanamiento genere una orden de allanamiento virtual, que me permita a mí ingresar a una empresa, descargar los datos de la empresa, todo legalmente. Hay una acción que me permite resguardar prueba y luego ofrecerla como prueba. Estamos lejísimos de eso pero hay que tenerlo en cuenta”, resaltó. Así, lo que antes era local ahora puede llegar a ser remoto. De esta manera, consideró que desde que comenzaron las comunicaciones digitales la privacidad se terminó de hecho, aunque sigue existiendo en la ley. “Hoy los jueces recién están empezando a entender qué diferencia hay entre prueba documental clásica e informática”, destacó. Así, recordó que la documental clásica es física, local y edilicia. En cuanto a la prueba documental informática, Arellano González la definió como una variante de la documental clásica y puntualizó que tiene las mismas pertinencias y funciona en el mismo sentido.

También hizo mención de la división entre perito oficial, perito de parte y perito de oficio. Explicó que el perito oficial trabaja para una institución, en la que tiene un grado y un cargo, y su sueldo es pagado por el Estado. El perito de parte es contratado y pagado por la parte y, finalmente, los peritos de oficio, que se trata de una lista. “Para anotarse en esa lista tiene que tener un título de grado. Para ser perito de parte, hay que exigirle lo mismo, salvo que quiera ahorrar plata y le va a salir más caro, porque si pone a alguien que no sabe termina arruinando la prueba”, remarcó. Del mismo modo, reseñó que si alguien necesita un perito en informática debe ser un experto en informática forense. “Un perito en lo que fuere tiene tres pilares. El técnico, dado por su propia profesión (…), un pilar que es criminalístico que le dice de qué manera se recolecta la información (…) ya que si no tiene metodología criminalística no puede trabajar (…) y debe tener un pie muy bien formado desde el punto de vista legal”, resaltó. Seguidamente, sostuvo la ventaja de ser perito de parte es que se debe atacar la prueba, no defenderla. “Siempre es más fácil atacar la prueba que hacerla bien”, resumió Arellano González.