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Año XV - Edición 276 03 de noviembre de 2016

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Reflexiones sobre la inflación actual

  • Notas

Coordinada por Isabel C. González Nieves y organizada por el Departamento de Ciencias Sociales, el 22 de septiembre en el Salón Azul se llevó a cabo la conferencia “Reflexiones sobre la inflación actual”, a cargo de Eduardo J. Rabinovich (Profesor Regular del Área de Economía y Finanzas - UBA).

Para comenzar, Eduardo Stordeur (h) pronunció las palabras introductorias y resaltó la importancia de este tipo de eventos. “Si uno quiere entender de modo completo y contestar las preguntas más importantes que se hace la disciplina legal, es necesario apelar al enfoque interdisciplinario”, remarcó.

Tras esto, Isabel C. González Nieves introdujo al expositor, Eduardo J. Rabinovich, quien indicó que la inflación es por definición una cuestión básicamente monetaria. “La inflación es un problema básicamente monetario que se traslada luego a la economía real. La inflación es el alza del nivel generalizado de los precios de todos los bienes y servicios de un país en un período dado”, destacó. En general, esto trae trastornos muy serios. Hay tres tipos de inflaciones: la inflación de demanda, que es cuando los precios suben porque la gente demanda más bienes y servicios, la inflación de costos, cuando los empresarios trasladan a los costos de sus bienes y servicios el aumento salarial a los trabajadores y la inflación estructural que se debe a los fallos de la estructura productiva de un país. Existen otros fenómenos inflacionarios, que son patologías del sistema económico, como la hiperinflación.

Rabinovich prosiguió diciendo que en la macroeconomía se estudia la ecuación macroeconómica fundamental, donde se trata de identificar, por un lado, a la oferta global o agregada, y por el otro, a la demanda global o agregada, que en equilibrio son iguales. Pero como en economía nunca se alcanza el equilibrio, siempre la oferta global es mayor o menor a la demanda global, que está constituida por el consumo de las familias, el gasto público, la inversión bruta de las empresas y el saldo exterior neto de la balanza comercial que es la diferencia entre importaciones y exportaciones. “Cuando la oferta global supera a la demanda global, hay más bienes para ofrecer a la comunidad y bajan los precios. La Gran Depresión de 1930 sucedió por una excesiva oferta ante una demanda insuficiente”, desarrolló.

Por otra parte, analizó que en el Presupuesto que el gobierno envió para el año 2017 al Congreso, se notan algunas fallas de contexto, ya que han enviado proyecciones para el 2018 y 2019 con un saldo negativo de la balanza comercial para esos tres años. “Aumenta el gasto social, bienvenido sea. (…) Lamentablemente, además del gasto social, aumenta el gasto en planes sociales. Este asistencialismo en sí no es malo, cuando se hace una o dos veces, pero si se sigue haciendo asistencialismo como hizo el gobierno anterior, en lugar de fomentar la cultura del trabajo, las cosas no van a caminar como corresponden”, remarcó.