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Año IX - Edición 164 01 de julio de 2010

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Presentación del libro “La política criminal de la droga”

  • Notas

El 16 de junio se llevó a cabo en el Salón Azul la presentación del libro “La política criminal de la droga”, obra dirigida por la Profesora Adjunta de la Facultad Dra. Mónica Cuñarro. En el evento estuvieron presentes Mónica Pinto (Decana de la Facultad), Eugenio R. Zaffaroni (Ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación), Marcelo Saín (Titular e Investigador –UNQUI-), León Carlos Arslanian (ex Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires), Gastón Chillier (Director Ejecutivo del CELS), Margarita Stolbizer (Diputada Nacional) y Agustín Rossi (Diputado Nacional).

“Da gusto ver un trabajo desde el Estado con este nivel de minuciosidad, de investigación, de detalle y, sobretodo, con este nivel de relevamiento de información y de propuestas”, expresó en primer término Gastón Chillier. Asimismo, destacó que la Comisión Nacional Coordinadora de Políticas Públicas en materia de prevención y control del tráfico ilícito de estupefacientes, la delincuencia organizada transnacional y la corrupción refleja un excelente ejemplo de cómo formular una política pública, siendo de gran valor su aporte porque “en nuestro país es muy deficiente la política sobre drogas”.

A su vez, manifestó que la obra recoge un debate que se está dando a nivel mundial y que también la Comisión recepta parte de los debates y “al mismo tiempo ha influido en posiciones del Estado Argentino, en foros internacionales donde se está dando la discusión, a partir del fracaso rotundo de la política de persecución penal de las drogas y, de alguna manera, una transición a una política que apunte a la reducción de daños”.

En tal sentido, aclaró que uno de los principales problemas que manifiesta el sistema penal Argentino en la actualidad es que gran parte de los Tribunales que deberían investigar los casos más importantes o los delitos más complejos están más dedicados a investigar y sancionar el consumo personal, que indudablemente acarrea consecuencias para el funcionamiento del Sistema Penal y de las políticas de seguridad.

Finalmente, reconoció que el libro es el “emergente del trabajo de la Comisión y que el gran aporte del mismo es la forma seria de trabajo en discusión – evaluación – diseño de política pública y que rompe con el paradigma actual punitivo”.

Acto seguido, el Dr. Marcelo Saín entendió que, desde el punto de vista institucional, el texto junto a los trabajos que nuclea “refleja toda la labor de la Comisión pero, básicamente, la decisión política de un gobierno que dijo que en este punto hay algunas interpretaciones novedosas”. En su opinión, el trabajo de la Comisión sumado a ciertas posiciones de algunos funcionarios del actual gobierno “han marcado un nuevo lineamiento político, en donde se destacan dos cuestiones particulares, explicitadas por funcionarios y reflejadas en los documentos producidos por la Comisión”, en primer lugar, el reconocimiento del fracaso de una estrategia punitiva; y, en segundo, la expansión del narcotráfico en Argentina.

Luego, señaló que lo destacable del proceso es que “es la primera vez en 20 años que en la Argentina, de alguna manera, se rompe el consenso ortodoxo en materia de problemática de drogas y que se pone en tela de juicio aquello que todo el mundo sospecha por lo bajo: que era inviable”.

Para concluir, opinó que la obra y la labor de la Comisión constituye un piso “en el cual habría que indagar la posibilidad de continuidad en varios aspectos porque tendrá sentido si, de alguna manera, gran parte de esto se convierte en política de estado”.

A continuación, el Diputado Agustín Rossi aseveró que lo primero y último que habría que decir y concluir es que “en 35 políticas el eje estuvo en la represión, en donde el paradigma fue la criminalización del adicto, en donde las políticas han demostrado, claramente, sus fracasos y no han logrado ninguno de sus objetivos”.

Del mismo modo, subrayó que el reconocimiento del fracaso de las políticas empleadas “es el paso inicial para empezar a tener una mirada distinta, ya que nos encontramos en los albores de la construcción de un nuevo paradigma, con una mirada absolutamente distinta”.

En consecuencia, afirmó que habría que acentuar el esfuerzo en la conversión del adicto en un paciente -que es una política de salud- obteniendo resultados más claros y concretos, y así “lograr un Estado presente y activo en todo lo que son este tipo de políticas”.

En conclusión, manifestó que anteriormente el Estado miraba hacia un costado en el problema de las adicciones, sin involucrarse, pero “en los últimos 7 años hemos recuperado un Estado fuerte, con recursos, capaz de pararse en el centro del dispositivo de la sociedad, así que tenemos un Estado apto para llevar adelante cualquier tipo de política”.

A su turno, la Diputada Margarita Stolbizer dijo que el gran desafío que tiene este tiempo que nos toca vivir “es rediscutir el papel de cada uno de nosotros frente a una sociedad que sufre, permanentemente, todos los días”. Al mismo tiempo, las responsabilidades implican la discusión de una política pública, “que siempre es la discusión consensuada de una política sostenible en el tiempo”, continuó.

En cuanto al libro, reconoció que presenta “un gran valor político, doctrinario, estadístico, de investigación pero, fundamentalmente, propositivo y de acción”.

Concluyentemente, destacó el valor que tiene el plan de acción que acompaña a la obra y señaló que el propósito es “lograr hacer conmover las emociones del lector y llevarlo a hacer, la búsqueda de una mayor conciencia sobre esto nos tiene que llevar a hacer”.

Entretanto, el Dr. León C. Arslanian entendió que al creer, por bastante tiempo, que el problema de la droga se reducía a saber si la tenencia de estupefacientes para uso personal debía o no ser castigada, desembocó en una mirada parcial y sesgada sobre un fenómeno complejo.

Por otra parte, señaló que uno de los problemas más grave que tuvo que enfrentar al ser Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires fue “la demanda social, persistente, sobre la autoridad más visible, que era el Ministerio de Seguridad, de combatir o hacer desaparecer a los quioscos ambulantes o proveedores cotidianos, que suministraban, entregaban o vendían a chicos”.

Seguidamente, señaló que en el año 2005-2006 de los procedimientos o tenencia para consumo, simple o comercio, “en la mayoría de ellos, el 51% era por tenencia, mientras que por comercio el 38%”, en cambio en el año 2009 se invirtieron los valores, siendo los detenidos por tenencia, un 35%, mientras que el comercio subieron al 55%.

Para finalizar, declaró que para solucionar el presente problema se necesitan políticas y, a su vez, la estabilidad de las mismas, junto a un cambio de paradigma que debe ser protegido, para que tenga entidad de política de Estado.

Seguidamente, el Dr. Eugenio R. Zaffaroni se refirió a la burocracia internacional y consideró que la sociedad argentina está madura como para tener un debate serio y devolver el problema al espacio de salud. Hizo mención además a la triste realidad del paco y aseguró que no se puede resolver mediante la prohibición o la pena al consumidor cuando tenemos claro que tiene en peligro su vida. Explicó entonces que los tóxicos lícitos e ilícitos se estratifican socialmente y que el efecto criminógeno que tiene el tóxico es la violencia que ha causado su prohibición. En tal sentido, precisó que en nuestro país generalmente se debe al abuso del alcohol. Consideró, por último, que combatir el tráfico es absolutamente incuestionable pero la política respecto de las víctimas del consumo es esencial.

Asimismo, la Dra. Mónica Pinto resaltó que si bien el libro trata el tema de la droga en la política criminal, la obra efectúa un planteo desde los derechos. Aludió entonces a la criminalidad organizada trasnacional donde está ubicada la droga, la cual creció debido a la globalización. Sin embargo, observó que ésta también supuso generalizar y universalizar los derechos humanos. Respecto a las políticas que criminalizan al tenedor para consumo personal, entendió que en realidad se lleva una imagen distorsionada de la víctima. “Cada vez que existen decisiones que suponen una fecha de entrada pero no de salida de un tratamiento en un lugar de internación, estamos transformando a todas estas personas en sujetos pasivos de penas privativas de libertad que no fueron dictadas por la comisión de un delito”, afirmó.

Asimismo, remarcó que “ahora que tenemos mecanismos de prevención en materia de derechos humanos, vamos a tener mecanismos nacionales e internacionales que puedan llegar a todos los lugares donde se encuentren personas privadas de libertad”. Instó entonces por un enfoque interdisciplinario en la cuestión y consideró que el libro es la base de una seria política pública.

En último lugar, la Dra. Mónica Cuñarro manifestó que no es sencillo hablar de política criminal y de drogas en sintonía con los Derechos Humanos, por ello la “interpelación que trata de provocar el libro, nos lleva a agradecer especialmente a ciertos organismos, como el Centro de Estudios Legales y Sociales”.

Por su parte, resaltó que el aporte de la obra y de la Comisión es “el esfuerzo hecho para tratar de aportar algunas sugerencias, que pueden ser tomadas o no, y que son perfectibles, como cualquier otra, para generar políticas públicas”.

Del mismo modo, aclaró que será un honor que el Congreso “nos llame para debatir, para clamar dudas y colaborar en todo lo que se pueda, porque me parece que esta es una tarea que excede a los políticos, ya que todos somos responsables para cambiar las políticas públicas”.