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Año XVI - Edición 286 15 de junio de 2017

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Presentación del libro Constitucionalismo, garantismo y democracia. Puentes dialógicos entre el derecho constitucional y el derecho penal

  • Notas

El pasado 31 de mayo se presentó en el Salón Azul el libro Constitucionalismo, garantismo y democracia. Puentes dialógicos entre el derecho constitucional y el derecho penal (Editorial Ad-Hoc, Buenos Aires, 2016), dirigido por los profesores Roberto Gargarella y Daniel R. Pastor y coordinado por Juan Lucas Finkelstein Nappi. El acto de presentación contó con las intervenciones de Juan Lucas Finkelstein Nappi e Inés Jaureguiberry (docentes de las cátedras de Daniel Pastor y Roberto Gargarella, respectivamente) y exposiciones de los directores de la obra. 

En primer lugar, Juan Lucas Finkelstein Nappi expresó que el libro comprende los trabajos expuestos en una serie de encuentros de discusión y debate que venían siendo realizados, entre ambas unidades académicas, desde el año 2011. A ese respecto, sostuvo que dicho trabajo mancomunado había nacido como una necesidad de generar un espacio conversacional y dialógico entre dos unidades académicas que, si bien tienen muchos puntos de contacto, se inscriben en tradiciones intelectuales que difieren en algunos puntos: una tradición más liberal, de los derechos y muy preocupada por lo sustantivo y otra tradición que, sin negar su compromiso con esos puntos de partida, se aproxima al derecho desde una particular mirada sobre la democracia muy vinculada con los ideales de autogobierno colectivo, debate público e inclusión. Para concluir, destacó que esos encuentros habían resultado desde todo punto de vista enriquecedores dado que les habían permitido a ambas unidades académicas amplificar significativamente el abordaje de ciertos fenómenos transversales a ambas cátedras.
A su turno, Inés Jaureguiberry formuló un repaso puntilloso respecto de los diferentes núcleos temáticos abordados en la obra: conexiones entre derecho penal y democracia a partir de la lectura crítica de Luigi Ferrajoli; cuestiones de género, de construcción e interpretación del derecho; neopunitivismo, etc. y, junto con ello, demostró que los diferentes marcos y tradiciones teóricas desde los cuales partían cada uno de los trabajos dedicados a esos temas habían permitido leerlos más integralmente y ahondar su nivel de problematización.

Por su parte, Roberto Gargarella destacó, al iniciar su exposición, que ambas cátedras continuaban el legado intelectual que respecto de cada una de ellas habían inaugurado los profesores Carlos Nino y Julio Maier y que el encuentro entre esas tradiciones, más allá de sus diferencias, implicaba llevar el debate sobre cuestiones comunes a un punto de altísimo nivel de importancia y elaboración. Tras lo expuesto, Gargarella se concentró en el abordaje de diversos puntos relativos a la conexión de sentido entre derecho penal y democracia y puso particular énfasis en las dificultades interpretativas del derecho en general y cómo esas dificultades que traducían desacuerdos debían resolverse en forma colectiva.

Por último, Daniel Pastor resaltó la iniciativa y centró su exposición en el desarrollo de una serie de razones por las cuales resultaba institucional y jurídicamente saludable establecer una limitación temporal al ejercicio de la función de los jueces; único modo, según sostuvo, de hacer realidad el principio de independencia judicial.

Finalmente, tuvo lugar un debate que incluyó, también, la participación de los profesores Lucila Larrandart y Julio B. J. Maier.