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Año IX - Edición 166 16 de septiembre de 2010

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Presentación del libro “Homenaje a Carlos S. Nino”

  • Notas

Con el fin de presentar la obra “Homenaje a Carlos S. Nino”, el pasado 30 de agosto se reunieron en el Salón Rojo la Decana Mónica Pinto y los profesores Marcelo Alegre, Roberto Gargarella, Lucas Arrimada, Eduardo Barbarosch y Martín Böhmer. El libre, coordinado por Marcelo Alegre, Roberto Gargarella y Carlos Rosenkrantz, reúne artículos que examinan la obra del destacado jurista homenajeado.

En primer término, la Decana Mónica Pinto subrayó que Carlos Nino fue un hombre que decidió poner su saber y su forma de pensar al servicio de la construcción de un país, constituyendo una figura medular en el periodo de reestablecimiento democrático que la Argentina experimentó formalmente a partir del 10 de diciembre de 1983. Señaló entonces que la contribución de Carlos Nino en la nueva lectura de la democracia Argentina fue relevante y muy valiosa, como también fue central en la forma en que esta Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires enfocó su nueva lectura del Derecho.

“Permitió una mirada mucho más amplia y enriquecida de cómo y para qué necesitábamos a los abogados en esta democracia que estábamos reinstalando como país y que tenemos que reconstruir todos los días”, finalizó.

Por su parte, el Prof. Marcelo Alegre mencionó los dos tipos de críticas que Nino realizaba al presidencialismo: una instrumental o mecánica y otra más principista. La primera se basaba en el hecho de que el presidencialismo tiene ciertas dificultades inherentes que lo hacen poco apto para resistir situaciones de conflictividad política, haciéndolo débil y vulnerable frente a las crisis, lo cual generaba el problema de que la inestabilidad de un gobierno podía traducirse en inestabilidad de todo el sistema. A su vez, criticaba que era un sistema difícilmente compatible con una visión igualitaria y deliberativa de la democracia. “La visión deliberativa de la democracia comprende el diálogo y el intercambio de razones, centrada en la idea del debate público, intenso y robusto”, expresó. Sin embargo, aludió a la figura del presidente latinoamericano que resulta una negación de la idea de debate público con personajes de corte imperial que se encuentran por encima de los debates cotidianos. Así, comentó que a Nino le preocupaba cómo la institución del hiperpresidencialismo conspiraba contra el elemento básico de una noción normativa de la democracia que es el debate público.

A continuación, el Prof. Roberto Gargarella analizó la influencia de la visión de Nino acerca de la democracia deliberativa sobre la teoría del castigo y se cuestionó por qué no hubo un mayor impacto de su teoría de la deliberación democrática sobre su teoría del castigo. “Pudo haber habido un desarrollo diferente sobre cómo la teoría de la democracia deliberativa podría impactar en el modo en que se piensa las normas penales”, manifestó. Asimismo, hizo referencia a la pérdida de legitimidad de las normas cuando existe la ausencia de participación en la creación y donde existe una fuerte exclusión de la sociedad, tomando como ejemplo la dictadura. Aludió también a la existencia de normas penales creadas en fuerte exclusión de la sociedad en el plano económico, teniendo en cuenta que el aspecto central de la democracia es la inclusión. Resaltó entonces que el otro pilar es la deliberación, la discusión pública y consideró que la democracia deliberativa debía impactar sobre la teoría del castigo en cuanto a cómo pensar el proceso penal y la sentencia.

Posteriormente, el Prof. Lucas Arrimada aseveró que “las ideas de Nino están muy presentes en el debate político y constitucional actual, además de que ha sido protagonista de los hechos más importantes de la primera etapa de la democracia y de su consolidación en la década del 90”. Además, hizo mención al trabajo de su autoría presentado en el libro, el cual consiste en un análisis de la teoría de la democracia deliberativa de Nino aplicada a la reforma del 94.

Por último, remarcó que Nino analiza los defectos del presidencialismo e identifica dos aspectos estructurales de la política argentina: la tendencia del corporativismo social y político, como comportamiento cultural en toda la sociedad; y el uso dogmático de los derechos humanos. “Ese legado demuestra la actualidad del pensamiento de Nino”, concluyó.

Más adelante, el Prof. Eduardo Barbarosch destacó el desarrollo de las ideas de Nino y se refirió al trabajo crítico del libro que lo aborda desde el punto de vista metaético. Observó entonces que Nino revolucionó la Facultad de Derecho porque la mayoría eran positivistas y escépticos morales, desarrollando la concepción metaética del objetivismo moral, por la cual ciertos valores como la autonomía o la dignidad humana fundaban la necesidad de un liberalismo de carácter igualitario. Sin embargo, aclaró que no hay estrecha relación entre la posición metaética y la posición ético normativa. “Nino defendía al liberalismo igualitario y su lucha era frente al neoliberalismo conservador que imperaba durante la época en que vivió”, postuló. Para concluir, marcó que en este momento Nino estaría criticando la razón populista y teniendo ciertos reparos con los que hoy se autodenominan republicanos.

Hacia el final, el Prof. Martín Böhmer recordó que el 29 de agosto fue el aniversario del fallecimiento de Nino y que el mismo día se cumplieron 200 años del nacimiento de Juan Bautista Alberdi, lo cual coincide con el festejo del día del abogado. De tal modo, destacó que Alberdi creó un sistema político que nos permitió establecer las instituciones que armaron el Estado nacional hacia fines del siglo XIX y comienzos del XX. “Resultó un proyecto exitoso de inmigración, educación y creación de Estado nacional relativamente homogéneo y presente en todo el territorio nacional”, sostuvo. A su vez, advirtió que se trataba de un proyecto excluyente, no democrático y concentrador de poder, y la práctica que se llevó cabo era anómica, corporativista y no defendía los fundamentos liberales del proyecto, siendo Carlos Nino el pensador argentino que termina con ese proyecto político. Para finalizar, instó a asumir que el Derecho no es un conjunto de proposiciones normativas sino una práctica social.