Presentación del libro “Crímenes excelentes, delitos de cuello blanco, crimen organizado y corrupción”

• Notas

El pasado martes 29 de junio, tuvo lugar en el Salón Rojo de la Facultad la presentación del libro “Crímenes excelentes, delitos de cuello blanco, crimen organizado y corrupción” del Profesor Julio E. S. Virgolini. El acto fue organizado por el Departamento de Derecho Penal y Criminología y estuvo a cargo de los Dres. Jaime Malamud Goti, José María Simonetti y Alejandro W. Slokar.

Jaime Malamud Goti comenzó analizando el sentido de percepción de las personas y se preguntó por qué hay ciertos hechos o circunstancias en la realidad que no vemos.  Manifestó que la memoria es algo esencialmente normativo. Es decir, que sólo recordamos aquellos hechos que nos remiten a ciertas reglas o principios. Por eso, concluyó que no vemos algunas cosas seguramente por el significado que tienen. Así, se refirió expresamente a nuestra comunidad, calificándola como compuesta por “gente que se indigna y que siente culpa”.  Por ello, los actores de nuestra sociedad se expresan en dos sentidos: primero al efectuar un reproche, y segundo, al estar dentro del reproche mismo. Esta suerte de contradicción o de paradoja es lo que llevó al disertante a plantear la posibilidad de estar en una comunidad débil y descompuesta. Según él, una comunidad aparece como tal siempre y cuando existan en ella lazos de solidaridad, y que ésta importa indefectiblemente un carácter de igualdad. Entonces indicó que cuando en una misma sociedad hay personas que se encuentran por encima del reproche, hay otras que se encuentran por debajo; y que si esto sucede se quiebra la igualdad y, por ende, la comunidad misma.  Expresó que cuando estas diferencias no se ven con claridad la pregunta que debiera surgir es si realmente existe la Criminología. Según él, no se puede hacer Criminología sin estudiar filosofía política, y en ese sentido aseveró que el libro de Virgolini presenta un trabajo muy satisfactorio. Comentó que lo que se intenta mostrar en el texto es dónde se generan las conductas, convirtiéndose por momentos en un tratado del poder. Para culminar fue contundente: “La Criminología no es posible, sólo lo es en algunos aspectos”.

A continuación, Alejandro W. Slokar apuntó que el libro está basado en una tesis doctoral fruto del trabajo de años. A su vez, opinó que no se trata de un estudio inicial ni tampoco de una obra con pretensiones trascendentales. Consideró que en esta obra se aprecia la tentativa del autor de cruzar “el campus norteamericano con la matriz continental de la universitas de un modo normativo”. Fundó su tesis en que la historia de Occidente, desde Adán y Eva, siempre se construyó en base a la trasgresión y que esto es lo que constituye el signo patológico de todo sistema penal: la impunidad de los más poderosos. Sobre esta base se apoya toda selectividad “epi-démica” (sobre el pueblo). Aseveró luego que frente a los “crímenes excelentes” se alza una marginación social extendida que se arrastra desde los autoritarismos de los 70 y 80, pero que se ha potenciado exponencialmente con la corrupción de la década del 90. Concluyó diciendo que a millones de argentinos el Derecho no los alcanza, y que cuando lo hace es de un modo perverso a través el sistema penal. Este es el mensaje del libro: la imposibilidad del art. 16 de la Constitución Nacional.

El último en hablar fue José María Simonetti quien agregó que si bien coincidía en que la Criminología resulta imposible, es una ficción más dentro del Derecho.  Confesó que después de haber leído el libro ya no pudo seguir pensando la Criminología de la misma manera. Agregó que esta obra aparece en un contexto de planteos críticos a la materia. A su vez, se enorgulleció de que el núcleo en donde se realizó el trabajo haya sido la Facultad de Derecho de la UBA.  El libro es sobre los delitos de cuello blanco, el crimen organizado, la corrupción y su vinculación con la política, creándola y enfermándola, y sus consecuencias dentro de la Criminología. También destacó que se trata de un libro autosuficiente que no olvida a ningún autor y rescató que es el primer trabajo de este tipo que está sistematizado. Por último, resaltó el espíritu de compromiso y la honestidad intelectual del autor.