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Año III - Edición 54 09 de septiembre de 2004

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Presentación del libro “Construcción del pensamiento. Decisiones metodológicas” del Dr. Ricardo Guibourg

  • Notas

El Dr. Ciuro Caldani comenzó rechazando la palabra “presentación” para esa ocasión puesto que “no se trata de un libro para ser presentado sino para ser vivido”. Según él, una filosofía que no vive en la gente “no sirve para gran cosa”. Luego de elogiar al autor, recomendó fuertemente su lectura porque rescató como saludable que la obra no se dirija a los grandes filósofos sino a todo hombre culto o que quiera cultivarse. “Se trata de una invitación a filosofar, a mirarse a sí mismo; hay un sentido de la humildad, de que no hemos inventado el mundo, de que lo recibimos y estamos instalados y limitados por ese mundo”. También resaltó que nada de lo que se escribe en el libro pretende ser una verdad indiscutible, y se percibe una generosidad para brindar herramientas para que los otros piensen con sus propias ideas.

A continuación, el Dr. Ciuro Caldani se introdujo de lleno en la obra y fue describiendo aquellas cuestiones que, capítulo tras capítulo, le llamaron la atención. Indicó que la dinámica del libro es a la manera de los diálogos socráticos de pregunta y respuesta. El primer interrogante es acerca de la existencia, donde el autor plantea que entre todas las preguntas que uno puede hacerse esta es la primera, no en un sentido cronológico sino porque no hay una respuesta previa que la condicione. Cuando nos preguntamos acerca de nuestra existencia, ninguna respuesta es útil salvo la afirmativa. Se trata de una idea pragmática. Como explicó el disertante, la de Guibourg es una filosofía construida que toma como existentes sólo aquellos objetos que juzga necesarios tener en cuenta para decidir sus acciones y asumir sus actitudes. También comentó que en el pensamiento del autor se encuentra permanentemente presente la cuestión de lo material y lo empírico; y aprovechó para citar del libro un capítulo en el que se dice que los objetos inmateriales son construcciones abstractas hechas a partir de cualidades de otros objetos materiales y abstracciones previamente conocidas. A la hora de preguntarse cómo comprendemos la realidad que nos rodea, se sostiene que lo hacemos “mediante la construcción y el empleo de modelos”. Según él, un modelo es una representación parcial de un segmento de la realidad, objeto, acontecimiento o estado de cosas. Cuando ese modelo nos satisface, decimos que hemos aprehendido ese segmento de la realidad, que lo conocemos o lo comprendemos. Para el Dr. Ciuro Caldani esa idea es profundamente rescatable ya que nos demuestra que sabemos muy poco, que sabemos pedazos de la realidad si es que tal cosa existe. Siguiendo con la idea de construcción, para Guibourg la verdad es un constructo, concebido como una propiedad que atribuimos a ciertas proposiciones cuando queremos indicar que merecen nuestra aceptación. O sea, una propuesta es verdadera o falsa sólo dentro de un mismo sistema de pensamiento. La polémica se encendió al momento de discutir sobre el concepto de causalidad. Para Guibourg todos los acontecimientos son susceptibles de ser interpretados causalmente, mientras que el Dr. Ciuro Caldani lamentó tener que discrepar puesto que para él el autor se metió en un atolladero cuando dice que todo es una construcción y a su vez defiende tanto la causalidad. Así, se jactó en tono amigable de ser más constructivista que el autor, porque preferiría restar determinismo causal y agregar mayor libertad humana. Finalmente, el Dr. Ciuro Caldani rescató la esperanza de felicidad que invoca el pensamiento plasmado en el libro y dejó como enseñanza que conviene tener la mente abierta a las nuevas ideas y no rechazarlas sólo porque jamás habíamos oído semejante cosa.

A continuación, el Dr. Eugenio Bulygin comenzó señalando que se trata de un libro insólito como libro de Filosofía, porque en general en esta materia se hacen demasiadas citas de autor, y en este caso no hay ningún abuso de erudición. Para sincerarse, dijo que las primeras páginas del libro le parecieron aburridas y que incluso tenía testigos que podían probarlo. Pero a medida que avanzaba le iba gustando cada vez más porque se trata de una reflexión muy auténtica sobre todos los planteos filosóficos tradicionales: los problemas del yo, el otro, lo material, la causalidad, la justicia... Si bien rescató la honestidad del autor, manifestó con jocosidad no estar de acuerdo con que no se profesaran verdades absolutas puesto que para él sí hay algunas.  Siguió alimentando el debate discrepando con el Dr. Ciuro Caldani en cuanto al concepto de causalidad. Para Bulygin el dilema entre libertad y determinismo es falso, la libertad presupone determinismo. Según él si no hubiese determinismo no tendría ningún sentido dictar normas; precisamente “se dictan normas para determinar conductas”. Lo que Guibourg plantea es que todas las conductas están determinadas, sólo que no somos capaces de percibir todas las causas. Para terminar la discusión sostuvo que “sólo hay libertad si es posible predecir el comportamiento”. Finalmente, rescató que el lenguaje utilizado por el autor es laxo y a la vez sumamente serio.

Para cerrar el acto, el Dr. Ricardo Guibourg agradeció a la editorial y a los amigos que presenciaban la presentación. Explicó que para él la Filosofía es un estudio muy largo, complejo, aburrido, y con un lenguaje complicado. Dejó luego traslucir sus intenciones: “Me pareció muy útil analizar las razones últimas de las personas y reconstruir esas razones en algún sistema de pensamiento donde el autor fuera al mismo tiempo su usuario y su responsable”. Agradeció finalmente a la Facultad e invitó al auditorio a brindar por el porvenir del pensamiento.