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Año XI - Edición 193 24 de mayo de 2012

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Presentación del libro “Amenazas, respuestas y régimen político. Entre la legítima defensa y la intervención preventiva”

  • Notas

El 10 de mayo tuvo lugar en el Salón Rojo de esta Casa de Estudios la presentación de la obra “Amenazas, respuestas y régimen político. Entre la legítima defensa y la intervención preventiva” de Alberto E. Dojas, quien es profesor de la Maestría en Relaciones Internacionales de esta Facultad de Derecho, además de Master en International Affairs (Columbia University) y Doctor en Derecho Internacional (UBA). Durante la ceremonia, expresaron unas palabras la Decana Mónica Pinto, Raúl Vinuesa, Profesor Titular de la Facultad, y el propio autor del libro.

En la obra se reexamina la historia y las doctrinas del uso de la fuerza junto con el derecho internacional que lo ha regulado desde los comienzos de la sociedad internacional. Dojas explica que las categorías tradicionales que se han utilizado para analizar, justificar y establecer la legalidad del uso de la fuerza son insuficientes para comprender la complejidad de la interacción material entre las amenazas, las respuestas y las respectivas justificaciones por parte de los Estados. El autor considera que para construir una sociedad democrática y pacífica a nivel global, es necesario un cambio en la doctrina de la no injerencia en los asuntos internos del régimen político, que reconozca la intangibilidad de la persona humana y la plena vigencia de los derechos humanos.

El evento se inició con las palabras de Alberto E. Dojas que ante todo manifestó “es un placer poder estar junto a dos personas (Pinto y Vinuesa) por las que siento gran admiración no sólo intelectual sino personal”. Por otro lado, reconoció que a lo largo de todos estos años la Facultad de Derecho además de grandes amigos y amores forjó su manera de pensar el mundo y lo entrenó en la búsqueda de la verdad y la ética. “Estoy pues en gran deuda con esta querida institución y en mi pequeña medida procuro devolver todo lo que ella me ha dado, espero que este libro pueda ser una modesta contribución en este sentido”, prosiguió Dojas.

Para el expositor si un sistema político-jurídico no puede asegurar la vida, bienes ni intereses de sus miembros desarmados entonces cada cual se veo obligado a velar con sus propios recursos por su defensa. Cuando se carece de un orden social que regule y limite el uso de la violencia individual, según Dojas, se encuentra uno con la anarquía y la guerra civil. Y en esta anarquía o guerra civil, quienes finalmente vencen son los más fuertes y los más poderosos.

“A lo largo de la historia de la humanidad la proscripción de la violencia individual ha sido generalmente autoritaria: un grupo impone su orden al resto que acata la obligación mientras dura la imposibilidad de rebelión. La correlación de fuerzas entre los distintos actores determina los márgenes del uso centralizado de la fuerza”, enseñó Dojas. Desde ya que esto último se trata de un proceso complejo que tanto a nivel individual como estatal esta lejos de ser objetivo, despasionado o puramente racional. Un conjunto de elementos históricos, institucionales, culturales, ideológicos, religiosos y psicológicos tienen una influencia importante en la evaluación de la amenaza y en la razonabilidad o proporción de la respuesta.

El orador además indicó que un elemento esencial de toda sociedad humana civilizada es la existencia de una obligación de abstenerse de usar la fuerza contra los demás miembros de la comunidad, de modo que la violencia no sea utilizada con la sola cortapisa de la oportunidad o la conveniencia, sino que este sometida a una restricción ética reflejada en normas jurídicas consuetudinarias o formales. “La humanidad se enfrenta aun hoy con la esclavitud, el racismo, el genocidio y la discriminación por genero, raza, cultura, religión o ideas políticas”, lanzó el disertante.

Luego Mónica Pinto destacó “la seriedad y el rigor con que fue encarado el trabajo de Alberto (Dojas) que como él se encargó de decir fue una brillante tesis de doctorado”. Aún más, calificó de monumental a la obra y accesoriamente agregó que, en definitiva, Dojas ha sido el autor de un trabajo erudito. “La tesis está muy bien hecha pero una de sus cosas más originales es justamente el análisis de casos que Alberto (Dojas) hace y que después tiene una serie de gráficos que están en el libro”, resaltó.

Según Pinto, en el mundo internacional en el que nos movemos no fue factible pensar en una regulación del uso de la fuerza si no había una institucionalización que viniera en paralelo, es decir, era muy difícil pensar que cada uno de los sujetos podía auto inhibirse de recurrir a la fuerza. “En el borde del postmodernismo yo creo que la tesis de Alberto (Dojas) apunta a una sociedad global y apunta a muchos de los datos que permiten identificar algunas de las diferencias o de las tipicidades de esta sociedad global, respecto de la sociedad abierta pero no global que instituye el orden jurídico-político que entra a regir después de la segunda posguerra y que permite que el modelo de Westfalia sobreviva hasta por ahí nomás porque la horizontalidad del modelo de Westfalia de algún modo se da vuelta con la noción del orden público, con la posibilidad de considerar que la prohibición del uso unilateral de la fuerza es una norma de orden público”, reflexionó.

Finalmente, Raúl Vinuesa al tomar la palabra adelantó que no se referiría a la obra en cuestión sino al autor. Subrayó el hecho de que Dojas a lo largo de los años nunca cambió, aquella seriedad y rigor que estuvieron presentes desde los primeros años universitarios nunca se vieron perturbados. Recordó que era un alumno que se atrevía a hablarle al profesor de Hobbes cuando tal vez el profesor no recordaba que había escrito Hobbes. Dirigiéndose al autor le expresó: “Cuando uno te encuentra en Arenales 843, a la salida del estudio vas para la Cancillería, y yo te pregunto: ¿Cómo andan las cosas? (para responderme) ‘Y… ahí va’. Y ahí empieza Alberto (Dojas) con esa sensación de pesimismo, que no es pesimismo sino que es una gran preocupación por una serie de temas y el resultado de esa preocupación es justamente este libro”, estimó Vinuesa.

“A lo largo de la historia de la humanidad la proscripción de la violencia individual ha sido generalmente autoritaria: un grupo impone su orden al resto que acata la obligación mientras dura la imposibilidad de rebelión”, explicó Alberto E. Dojas.