Presentaci髇 de un nuevo tomo de la colecci髇 La Corte y sus Presidencias
El pasado 15 de abril, en el Salón Carlos Nino del Instituto Gioja, tuvo lugar la presentación del nuevo tomo de la colección La Corte y sus Presidencias, dirigida por Paula Gaido y Laura Clérico. Participaron en calidad de expositores/as: Micaela Itturalde, Alba Ruibal, Roberto Saba, Fernando Suárez y Guillermo Treacy. Asimismo, estuvieron presentes los/as coordinadores/as de la obra Laura Clérico, Paula Gaido, Martín Aldao y Leticia Vita.
Primeramente, Laura Clérico explicó que “la hipótesis del trabajo de toda esta colección es justamente barajar de nuevo las cartas y ver la producción de la Corte Suprema de Justicia de la Nación a través de la lente de las presidencias” buscando entrever “qué es lo que surge si se pone la mira, la perspectiva, por un lado, en las presidencias; y por el otro lado, las unidades de registro de eso no son sólo los focos jurisprudenciales, es decir, la jurisprudencia, podríamos decir, representativa de ese periodo sino también, y muy especialmente, las acordadas y resoluciones de las cortes”.
Seguidamente, Martín Aldao resaltó, en referencia a la corte que se estudia en la obra, que “ésta fue una corte funcional del liberalismo, que recortó derechos (…) y que se inserta en una tradición de cortes supremas que hemos tenido en argentina, unas presidencias de cortes supremas funcionales a las élites y sordas a las necesidades del pueblo”. También señaló que “precisamente por su brevedad es una corte muy interesante para analizar y ver cómo funciona el vínculo entre la presidencia de la Corte, lo que hace la Corte y el contexto político que le va condicionando un poco la cancha”.
Luego, Micaela Itturalde destacó la importancia de la colección de la obra presentada, puesto que “muchas veces las periodizaciones institucionales terminan siendo claves pese a que justamente no permiten miradas superadoras de determinados períodos, y me parece que una de las grandes potencialidades de esta colección es desmontar esas periodizaciones institucionales basadas en presidencias y pensarlas desde la corte, que es el objeto de estudio original que piensa la colección y especialmente el libro”. Tras esto, analizó las ideas que se plasmaron en la obra mientras estaba en desarrollo sobre el gobierno en la época de la corte a tratar, entre las que se destacan “por un lado, esta idea de que el gobierno de Menem representó un hito significativo en la historia política reciente argentina, que lo es por varios motivos, no sólo porque representó un antes y un después, un verdadero parteaguas en materia política, en materia económica, con objetos institucionales hasta la actualidad. Sino también porque, si nos vamos más in situ, el gobierno de Menem fue, hasta ese entonces, el único en el cual dos mandatarios de diferente signo político se sucedieron de manera pacífica, desde la sanción de la ley Sáenz Peña”.
A su turno, Fernando Suárez explicó el contexto sociopolítico en el que estuvo activa la Corte de Boggiano durante el gobierno de turno, señalando como “interesante” que “se encuentra como en dos momentos importantes. El primero asignado por estas dos leyes ómnibus, aprobadas por el Congreso de forma relativamente sencilla, que va a atravesar un poco la preocupación del menemismo con respecto a la Corte, en función sobre todo de todas las discusiones con respecto a las privatizaciones, que todas ellas tuvieron, o muchas de ellas, puntos críticos (…) y también otra innovación importante del menemismo que hoy parece un poco risible pero que entró como una suerte de pendiente resbaladiza, como dirían los filósofos morales, que es el uso de los decretos”.
Posteriormente, Alba Ruibal se refirió al trabajo de los/as autores/as a la hora de redactar sus capítulos en la obra, mencionando que “el capítulo de Micaela y Fernando está muy articulado con todos los demás, realmente es una obra muy sólida, muy bien presentada, muy articulada, muy coherente, a pesar de que, como ya lo han mencionado, la presidencia de Boggiano, incluso sumada a las presidencias de Nazareno y Levene, se trata de un período corto y en este sentido sería más difícil caracterizarlo”. Y agregó:”Como enseñaron Martín y Leticia en la introducción del libro, este período de alguna manera sintetiza las dinámicas de la Corte, por lo menos durante los primeros años 90’, y la reconstrucción del contexto histórico político de esos años que hacen Micaela y Fernando creo que realmente logra caracterizar cómo se configuró el inicio de esos años de la década, el contexto que marcó luego el funcionamiento durante todos los años noventa”.
A su turno, Guillermo Treacy se refirió al caso Polino, caso pertinente a la realización de la reforma constitucional de 1994, específicamente “ponía en discusión si se podía hacer esa reforma o no”, señalando primeramente que “si bien el fallo es de la corte Boggiano, no sé si es representativo del pensamiento de Boggiano porque él quedó en disidencia, ósea él fue una opinión minoritaria”, no obstante “este fallo me parece relevante haberlo elegido porque es como el fruto de un árbol jurisprudencial que va a tener muchas ramas, y algunas de esas ramas se van a repetir después en otros periodos de la jurisprudencia de la corte”.
Para finalizar, Roberto Saba analizó la reacción frente a la crisis económica del 2001 en comparación a la de 1989, respecto de “la movilización social, o la no movilización en torno a lo que paso con la corte”, explicando que “en el 2001 hay una situación de crisis descomunal, que produce una primera discusión sobre qué hacer con la corte en el contexto de que se vayan todos. Y surgen algunas ideas de qué hacer con la corte, porque no alcanzaba con que se vayan los jueces, sino que había que recuperar la confianza en la corte”.