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Año XXI - Edición 384 01 de diciembre de 2022

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Perspectivas de la protección de los/as consumidores en tiempos de crisis

  • Notas

Bajo la organización del Instituto Gioja, el 3 de noviembre pasado, se desarrolló el encuentro "Perspectivas de la protección de las y los consumidores en tiempos de crisis". Disertaron: la Dra. Teresa Moreira y el Dr. Sebastián Barocelli. Asimismo, laDra. Natalia Torres Santomé ofició de moderadora.

A modo de introducción, Natalia Torres Santomé habló del proyecto de investigación, destacando que “Durante el período 2020/2022 abordó exclusivamente los escenarios de emergencia a propósito de la situación en la que de repente nos vimos todos y todas inmersos, fue así que el proyecto se generó pensando, en principio, en lo relativo al covid-19, pero proyectándolo a otros escenarios de emergencia”.

Acto seguido, Teresa Moreira se refirió a los problemas que tienen sumido al mundo en una “crisis encascada”, mencionando así: el cambio climático, el Covid-19 y la guerra en Ucrania “Estas crisis amenazan con hacer descarrilar el desarrollo de los mil setecientos millones de personas más vulnerables del mundo”. Luego, aportó datos específicos de la pandemia, explicando que “la pandemia había dejado profundas cicatrices en todo el mundo en desarrollo, desde 2019 el número de personas que pasan hambre ha aumentado en cuarenta y seis millones en África, en unos cincuenta y siete millones en Asia, en unos catorce millones en América latina y el Caribe, otros setenta y siete millones de personas viven ahora en la pobreza extrema, mientras tanto, más de seis millones de vidas se han perdido a causa de la enfermedad Covid-19”. En la misma línea, brindó datos de la guerra en Ucrania y describió que “tras una recuperación económica robusta, aunque desigual en 2021, marcada por la interrupción de las cadenas de suministro y un mayor aumento de la inflación en varias décadas, la guerra en Ucrania sorprendió a la economía mundial agitando los mercados mundiales de alimentos, fertilizantes y combustibles en los que tanto Rusia como Ucrania desempeñan un papel central (...) esto provocó subidas históricas de los precios de las materias primas y un endurecimiento general de las condiciones financieras mundiales, además de un incremento de las tasas de inflación”. Tras esto, analizó las concepciones que “configuran la protección de los/as consumidores/as en los últimos años, la económica, la cívica y la social”: “Cuando en el ’62 el presidente Kennedy habló de la defensa de los consumidores, el sustento intelectual era evidentemente económico. La disparidad de información, de poder de negociación y de recursos entre consumidores y empresas, era tal que, si se dejaba al mercado competitivo ejercer su dinámica, las empresas tendían a cometer abusos que resultaban en un perjuicio, no sólo a la persona consumidora, sino a toda la sociedad en su conjunto en forma de precios más altos y peores servicios (…) más tarde, con la reafirmación de los derechos de los/as consumidores/as en las legislaciones nacionales, incluso elevadas a rango constitucional, se completó la idea de la persona consumidora no sólo como un ser económico, sino también como ciudadano”. En idéntica tesitura, agregó: “es por ello que los derechos como el de ser oído, de recurso a la solución de controversias y reparación, el de la salud y seguirá y el de la información hicieron su aparición en la política pública que antes había sido meramente económica (…) más recientemente, con la crisis de Covid-19, observamos que estas políticas se pusieron al servicio de los más vulnerables, como un dique de contención contra la exclusión y la pobreza, así la tercera concepción es social”.

Posteriormente, Sebastián Barocelli llevó a cabo un análisis de tres claves: las cosas que la pandemia nos reafirmó, provocó y surgió. Respecto a la primera clave, dijo: “Creo que el tiempo de la pandemia y estos tiempos de crisis reafirmaron algo que los que somos profesores de derecho al consumidor decimos siempre, todos y todas como consumidores somos vulnerables, en el mercado, por la sociedad de consumo, por las fallas del mercado, y eso se vio especialmente acentuado en los tiempos difíciles. Asimismo, cuál tiene que ser el rol del Estado en esa cuestión ya que no podemos aceptar un Estado que simplemente sea un espectador del mercado, sino que necesariamente debemos asumir, quienes cumplimos funciones públicas, el rol indelegable de regular, de controlar y de velar porque los derechos de quienes más lo necesitan sean protegidos”. También destacó que “sin duda el tiempo de pandemia nos colocó en el lugar de la urgencia, recordaba cuando veníamos para acá aquellos tiempos de marzo del 2020 que creo que a todas y todos nos tomó con sorpresa y que, en muy poco tiempo, nos obligó a tomar muchas decisiones en nuestras vidas, y quienes desempeñamos y desempeñábamos funciones públicas también, problemas vinculados en su momento al abastecimiento de productos esenciales como las mascarillas, el alcohol en gel, las prácticas abusivas que si bien están siempre en el mercado, ese tiempo de pandemia también fue especial para el desarrollo, las ventas de pánico, incumplimientos en las entregas de productos, el aceleramiento en la utilización del comercio electrónico, pensemos en el año 2020 el noventa por ciento de los reclamos en Argentina fueron, en materia de defensa del consumidor, de operaciones desarrolladas en línea. Y ahí obviamente nos encontró asumiendo esas dos funciones, la de regulación y la de control”. Sobre estas últimas funciones enumeró las distintas regulaciones a la protección de los consumidores, donde se destacan entre otras: la internalización de las normas Mercosur en materia de protección al consumidor, la ampliación del botón de baja para muchas actividades, etc.