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Año XX - Edición 359 12 de agosto de 2021

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XXI Jornada Mercosur-Unión Europea

Pasaporte sanitario: ¿solución o problema?

  • Notas

El pasado 23 de junio de 2021 se desarrolló la XXI Jornada Mercosur-Unión Europea que, en esta ocasión, versó sobre "Pasaporte sanitario: ¿solución o problema?". Expusieron Calogero Pizzolo (profesor titular de Derecho de la Integración y Derechos Humanos, UBA; catedrático Jean Monnet) y Aude Maio-Coliche (embajadora de la Unión Europea en la Argentina). La presentación estuvo a cargo de Andrea Mensa González (profesora adjunta de Derecho de la Integración).

Comenzó introduciendo Calogero Pizzolo. En este sentido, señaló: "Esta emergencia pública mundial que desató el COVID-19 afectó directamente a la integración regional en su base, bloqueó lo que es una libertad esencial identitaria de la integración: la libre circulación de personas en un espacio común y el consiguiente derecho a residir en el lugar de destino, en el Estado receptor. Esa libre circulación se afectó como pocas, las fronteras que se mantenían en el imaginario social y que desaparecían en la práctica diaria comenzaron a materializarse nuevamente. Comenzaron las restricciones no solo para circular entre estados vecinos hermanados por un proyecto y una idea de integración común si no comenzamos a sufrir restricciones hacia el interior de nuestros Estados".

Por su parte, Aude Maio-Coliche explicó: "Quería recordar que en el tratado de la Unión Europea (UE) la política de salud no es una política comunitaria (...) El papel de la Unión Europea en la política de salud es complementario de las políticas nacionales". Sin embargo, detalló que como resultado de la integración regional que en la Unión Europea garantiza la libre circulación de bienes servicios, capitales y personas, hay aspectos de salud que deben ser tratados en el ámbito de la UE para garantizar estas libertades fundamentales; precisamente como competencia complementaria a la de los Estados miembro.

A partir de la crisis causada por el COVID-19, comentó que en un principio la reacción de los países europeos fue proteger a sus propios ciudadanos, al ser esta su función principal. Pero luego de algunos meses comenzaron a cooperar de manera más eficaz, ya que esta es la base de la integración europea. Por ejemplo, respecto a la cuestión de las vacunas, los países miembros decidieron comprar vacunas de manera conjunta anticipadamente. Como consecuencia de esta compra conjunta, la expositora resaltó: "El éxito de esto ha sido que casi todos los países de la Unión Europea pueden vacunar a su población de manera concomitante, es decir, con la misma velocidad más o menos". Asimismo, remarcó: "Trabajando al mismo tiempo para que países terceros puedan conseguir vacunación (...), quiero recordar que la Unión Europea exportó la misma cantidad de vacunas que las que usó para su propia población y desde el principio está conciliando con el COVAX para que lleguen vacunas a todos los países del mundo".

Luego, volvió a referirse a la cuestión de la libre circulación y señaló: "El cierre de fronteras, necesario en el momento, nos afectó muy duramente por el nivel de intercambio que hay entre países europeos; ya sea de bienes, de personas, de servicios, de capitales (...) Esta circulación intensa es lo que hace a la vida dentro de la Unión Europea y la vida económica también. No ignoran que el turismo es un aspecto muy importante de la actividad económica". Como consecuencia, comentó que en la Unión Europea el PBI generado por el turismo bajó a la mitad. Entonces, en razón de la importancia de la libre circulación en general y el turismo en particular, nace la necesidad de restablecerlos de la manera más intensa posible, pero sin reactivar la pandemia. El resultado del plan propuesto por la UE es el Certificado COVID Digital, principalmente en miras del cercano verano europeo. Además, la expositora mencionó: "La Unión Europea puso en marcha una plataforma técnica y de interoperabilidad. El objetivo de este certificado es que se pueda reconocer en todos los países, con un código QR. El certificado atesta que uno tiene una vacunación completa, figura el tipo de vacuna de la cual se trata.

También puede atestar de una prueba PCR o antígeno y certificar la recuperación de la enfermedad COVID de menos de 180 días. Son todos los criterios que permiten demostrar que la persona no se va a contagiar o no está contagiada". Y aclaró: "El Certificado COVID Digital no es una condición previa para la libre circulación porque eso es un derecho fundamental en la Unión Europea. El certificado lo que pretende es facilitar la libre circulación, mientras respetando las necesidades de política de salud".

En cuanto al planteo de los datos personales, subrayó: "Contiene algunos datos personales (...), pero estos datos personales no se podrán almacenar cuando al ser leídos por los lectores de la plataforma técnica".

Por otro lado, expuso en cuanto a cómo se define la posibilidad de circular en el territorio europeo: “Primero, todos los que son nacionales europeos o residentes en Europa pueden viajar a Europa. Segundo, hay criterios que dependen de la intensidad de la presencia del COVID en los países de origen. Se puso en marcha un marco con diferentes colores, hay países verdes, naranjas, rojos, rojos oscuros y gris, que no dan datos. Hay un criterio que es la notificación del número de casos COVID en los últimos 14 días por cada 100.000 habitantes, un país es verde si tiene menos de 50 casos por 100.000 habitantes en los 14 últimos días. También hay otro criterio que es la taza de positiva en la última semana en el contexto de testeos, entonces se calcula la taza de positividad y el número de testeos comparado a una población de 100.000 habitantes". Rojo oscuro es más de 500 casos por 100.000 habitantes, como es el caso de la Argentina actualmente, por lo tanto, no se puede viajar a Europa sin ser nacionales europeos o residentes allí excepto que haya una vacunación completa con una de las vacunas reconocidas por la Agencia Europea de Medicamentos o por la OMS.

"El Certificado es una herramienta de facilitación y no es condición para la entrada o la circulación de la Unión Europea, pero lo que estamos viendo es que la vacunación como tal tiende a establecerse como una condición dentro del territorio europeo para ciertas actividades. Y podemos imaginar que entes incluso privados van a pedir que haya cueva de vacunación para poder, por ejemplo, participar en un concierto en un lugar privado en un futuro. En ese contexto podría ser que el Certificado COVID Digital se vuelva una herramienta que define otras cosas, más allá de por lo que ha sido creado (...) Pero, obviamente, por el momento y por cómo está concebido, respetando las reglas de derecho y sobre todo las libertades fundamentales de los ciudadanos de la UE, el Certificado o el pasaporte sanitario, si lo llamamos así, es más una solución para reactivar circulación y la economía en Europa", finalizó.

En su turno, Calogero Pizzolo, se refirió al Reglamento 2021/953 del Parlamento europeo y del Consejo en el cual se regula el Certificado COVID Digital. En ese marco, expresó: "Aquellos que no son especialistas en derecho de la Unión Europea tienen que tener en cuenta que es un reglamento obligatorio en todas sus partes y tiene efecto directo, es decir, salvando las distancias, se asemeja a una ley nacional (...) Su validez en el tiempo es temporal. Está previsto finalizar a mediados del año que viene (...), luego puede ser prorrogado".

Asimismo, mencionó: "El propio reglamento define que es inoperable como la capacidad de los sistemas de verificación de un Estado miembro para utilizar datos codificados por otro Estado miembro". Y remarcó que el "núcleo crítico" del reglamento es el manejo que se haga de los datos personales. Sin embargo, no dejó de aclarar, como ya había mencionado la embajadora, que en el mismo reglamento existen una serie de salvaguardas. Pero, según lo que explicó el expositor, “los especialistas y técnicos abren interrogantes a qué sucedería con la lectura de esos códigos de barras y si esa información es posible almacenarla con fines operativos, por ejemplo, las compañías de transporte (...)". Aunque resaltó que “en todo caso, la Unión Europea tiene un reglamento general de protección de datos personales, que es modélico, el 679 del 2016". Por último, clarificó algunas cuestiones sobre el Certificado. Primero, integra información sobre el ciclo completo de la vacunación, pruebas diagnósticas y un certificado de recuperación. Segundo, cada certificado es independiente y no puede tener datos acumulativos, lo que consideró como una “medida importante para evitar manejos arbitrarios". Tercero, el formato tiene que ser legible para el ser humano, entonces la información no está encriptada, sino que en inglés y además en cualquiera de las 23 lenguas oficiales de la UE. Cuarto, es gratis. Y en quinto lugar señaló que “el reglamento establece con claridad que no es un documento de viaje (...). Por lo tanto, no es obligatorio. No puede dar un trato preferencial o de privilegio a quien lo posea".