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Año XIII - Edición 237 25 de septiembre de 2014

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Pasado, presente y futuro de la Argentina. Una visión desde la teoría del conflicto

  • Notas

El 27 de agosto pasado tuvo lugar la primera reunión del Seminario Permanente de Investigación “Remo F. Entelman: del objeto al sistema” que trató sobre “La Constitución inicial de la Argentina y su evolución progresiva”. El encuentro propuso realizar un examen del orden social argentino establecido en 1860 y hasta 1930, estando a cargo del profesor Héctor R. Sandler. La presentación estuvo a cargo de Rubén Calcaterra.

Héctor R. Sandler recordó que este seminario trata de presentar la teoría del conflicto conforme a los modelos dejados y sentados por el Dr. Entelman. “La pretensión mía desborda ese enfoque porque la teoría, tal cual la venía desplegando el Dr. Entelman, se está desarrollando intrasocialmente. Conflictos que existen entre las personas, grupos de personas, pero en el desarrollo de su vida civil”, consideró. Así, el trabajo del Dr. Entelman no se extiende a los conflictos internos abarcativos de toda una sociedad. El orador sostuvo que la ambición de su exposición es ver cómo la teoría forjada por Entelman para solucionar conflictos es aplicable cuando hay vastos conflictos sociales, que afectan a toda la estructura de la sociedad.

Este intento de extender la teoría del conflicto tiene que ver con que Argentina es un país tan conflictivo que no encuentra la paz política. Por otra parte, recordó que la primera parte de la Constitución no se ha modificado. Así, mencionó los principios en los que se fundamentó la Constitución de 1853. También resaltó que la etapa entre 1860 y 1930 se denomina “etapa del progreso” y que a partir de 1930, hay un problema social de constante disturbio. “Tenemos una primera etapa entre 1930 y 1943, que es el último gobierno conservador. A partir de 1943 comienza una etapa totalmente novedosa”, describió. De esta manera, en 1949 se dicta una nueva Constitución, pero luego del golpe a Perón se restablece la Constitución del 53-60. “No hay que ser muy inteligente para darse cuenta de que estamos en un zarandeo constitucional”, sostuvo. A partir de 1960, todos los datos sociales argentinos marcan la época de la decadencia. “Vean todos los edificios, dignos de mención de Buenos Aires, fueron construidos al filo del Centenario”, recordó. Asimismo, evocó que desde 1860 hasta 1910 llegaron siete millones de inmigrantes, que venían tentados para hacer su porvenir en nuestro país. En el mismo sentido, subrayó que Argentina formó una mixtura sin prejuicios y sin desigualdades.

Sandler se refirió también al golpe de 1930, “entre la imbecilidad y la codicia, ese golpe de Estado cortó el embrión de una democracia organizada”, entendió, y luego se produjo el fraude patriótico. En 1943 ocurrió otro golpe y aparece entre las sombras un “coronel sonriente”. “Este coronel sonriente, Perón, supo manejar muy bien los hilos para que ocurriera el 17 de octubre”, opinó. De esta manera, Perón sostenía que los dirigentes sindicales debían estar a favor del gobierno y así se formaron varios sindicatos. “Este coronel sonriente tendría muchos defectos pero no era estúpido. Sabía que la clase trabajadora argentina estaba asfixiada”. Recordó que el grupo de oficiales que hicieron la revolución eran simpatizantes de sistemas donde el Estado administraba la vida de los particulares. “Se llama sistema corporativo, donde no hay diputados sino congresos que representan los intereses. Esa idea estaba tan expandida en los años ’30 que cuajó en Italia, en la Alemania nazi, Stalin también adoptó la idea de la planificación de la economía y hasta Roosevelt dicta el New Deal porque parece que es el nuevo modo de organizar la economía. No se puede señalar a Perón como el inventor o el responsable de esto”, describió. En la misma línea argumental, prosiguió diciendo que se aceptó la idea de planificar la economía social argentina y esto llevó el nombre de “Primer Plan Quinquenal”. Para poder realizar este plan, se estatizaron la mayoría de las empresas productoras de energías y recursos. “Entre sabiendas y no sabiendas, se instaura un sistema económico que no tiene nada que ver con el de la Constitución de 1853/60”, indicó. Entretanto, remarcó que la Argentina no tiene un orden político democrático y de mercado, sino que lo tiene infestado por organizaciones estatales.

Seguidamente, sostuvo que partir del ’83 fueron tan tremendos los daños producidos que se juró nunca resignar de la democracia. Además, se ha dictado una Constitución que perfecciona los derechos en la medida que se respeta la parte de los principios fundamentales y se agregan instituciones para reforzarlos. “Han pasado varios años y no se han creado todas las instituciones”, indicó. En idéntica tesitura, sostuvo que muchas instituciones no funcionan porque se quieren aplicar libertades individuales en un orden económico tipo piramidal. Asimismo, recordó que la Constitución se inspira en la libertad individual, la igualdad de trato y la fraternidad. “Son los tres valores que inspiran la Constitución argentina. Todos somos libres e independientes para hacer nuestra propia vida. Hay igualdad de condiciones y además no tenemos que odiarnos”, resaltó.

“Son los tres valores que inspiran la Constitución argentina. Todos somos libres e independientes para hacer nuestra propia vida. Hay igualdad de condiciones y además no tenemos que odiarnos”, resaltó el profesor Héctor R. Sandler.