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Año XVIII - Edición 327 03 de octubre de 2019

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La violencia y la relación con los animales no humanos. Un abordaje socio-jurídico

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El Departamento de Ciencias Sociales llevó adelante el encuentro "La violencia y la relación con los animales no humanos. Un abordaje socio-jurídico" el pasado 3 de septiembre en el Salón Rojo.

Expusieron María José Domínguez Edreira (docente en Derecho Animal; coordinadora del Seminario de Investigación de Derecho Animal del Gioja; docente en la Actualización de Derecho Animal dictado en la Universidad de Palermo) y Mauricio Trigo (presidente del Instituto de Derecho Animal del Colegio de Abogados de Dolores PBA). Moderó Susana Dascalaky.

El encuentro comenzó con unas palabras de apertura por parte de la vicedirectora del departamento organizador, Andrea Gastron, quien manifestó una serie de agradecimientos.

Seguidamente, tomó la palabra Susana Dascalaky. A modo de introducción, contó: “El tema se viene abordando hace muchos años principalmente en Estados Unidos donde hay organizaciones que se dedican a estudiar esta temática. Nos dicen que esta violencia interespecie hoy se ve reflejada como la punta de un iceberg en la crueldad hacia aquellos que nos acompañan a diario: los animales no humanos o los animales de compañía”. Agregó, en este sentido, que “es una antesala para ver todo aquello que se desarrolla en nuestra sociedad de forma violenta, devela todo lo que es la crueldad hacia los animales no humanos, el abuso o la crueldad en el trato a los niños, el abuso la crueldad en el trato a los abuelos, el abuso y la crueldad en el trato también a las mujeres víctimas de violencia de género”.

Asimismo, sostuvo que “el tema ya no queda solamente en el trato o la crueldad hacia los animales no humanos sino que ellos nos ayudan a prevenir determinadas situaciones, a investigar determinadas situaciones con todos los órganos de control social y en el ámbito de la Justicia accionar y condenar todos esos actos de crueldad”, y explicó: “Los actos de violencia hacia los animales son una forma de poder y de control que se utiliza para manipular para intimidar y para tomar represalias contra otros en la violencia doméstica; es parte de un ciclo intergeneracional de violencia”.

Acto seguido, María José Domínguez se refirió a la violencia social y su repercusión en los animales no humanos. En primer término, desarrolló acerca de la teoría del apego dentro de los humanos y luego la trasladó a la relación entre humanos y no humanos. Para ello, detalló que “los humanos están biológicamente predispuestos para buscar y mantener contacto físico y emocional con figuras que se vuelven familiares”.

También se enfocó en la teoría de la cercanía emocional del licenciado Marcos Díaz Videla. “Va un paso más allá que la teoría del apego, donde se hace el traslado de la interacción entre madre e hijo hacia los animales no humanos. En este caso sería dada entre el cuidado responsable y el animal de compañía porque es lo más cercano que tenemos”, describió y agregó: “De esta forma los animales de compañía proveen proximidad, sentimientos positivos, el deseo de estar cerca del animal brindando apoyo y consuelo en momentos de necesidad mutua”.

Finalmente, Mauricio Trigo especificó que “la violencia interespecie tiene un rasgo característico que es la transversalidad: no diferencia clases sociales, por lo tanto no diferencia especies y el derecho de los animales no humanos creo que es el que hoy está en el centro, a pesar de que hace un tiempo se hablaba del derecho ambiental como el que estaba en el centro”. En este marco, añadió que “atraviesa todas las demás ramas del derecho: toca el derecho comercial (la compra y la venta), al derecho del consumo (consumo carnes y de derivados), al derecho penal, al derecho procesal penal, al derecho constitucional y al derecho ambiental”. Además aseveró: “Los distingo del derecho ambiental porque los animales no humanos no son parte del ambiente, son individuos como nosotros que se benefician o se perjudican con el mismo ambiente”.

Por otro lado, reflexionó que hay situaciones que no se asumen como violencia porque están naturalizadas y sostuvo que “el primer punto es empezar a combatirla (...) y que se empiece a reproducir lo contrario a lo que se ha venido reproduciendo”. También puso de manifiesto la necesidad de tener en cuenta que “si la crueldad y el maltrato contra los animales ya es delito, no digamos que es un delito menos grave. Es delito aunque tenga una pena menor que otros”.