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Año XIII - Edición 231 12 de junio de 2014

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La revolución del shale gas en Estados Unidos y su impacto en el país y en el mundo. Experiencia aprendida, continuidades y cambios

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El pasado 21 de mayo se llevó a cabo en el Salón Rojo la conferencia La revolución del shale gas en Estados Unidos y su impacto en el país y en el mundo. Experiencia aprendida, continuidades y cambios”, la cual estuvo a cargo del Subsecretario de Energía de EE.UU., Daniel B. Poneman. La actividad fue organizada por el Centro de Estudios sobre Regulación Energética (CEARE).

La Decana Mónica Pinto inauguró la actividad y destacó la tarea de capacitación que lleva a cabo el CEARE, formando profesionales para ocuparse del trabajo que supone la regulación y la administración de las cuestiones energéticas.

Seguidamente, Daniel B. Poneman manifestó la atracción que le generó la Argentina en el marco de un estudio en el campo de la energía en el mundo en desarrollo. Poneman explicó que buscó casos de estudios que reflejaran distintos enfoques de desarrollo en relación con la energía nuclear. Así, seleccionó a la Argentina en una época en la que muchos países estaban llevando a cabo una política de “Plantas Llave en Mano”, es decir, un gobierno compraba una planta de energía nuclear entera, se encargaba de que todo el trabajo de ingeniería y las obras las hiciera un proveedor externo, quien después entregaba las llaves. Pero, por el contrario, la Argentina decidió desarrollar su propia tecnología y concentrarse en el desarrollo de sus propios conocimientos técnicos.

Posteriormente, relató que el presidente Obama en abril de 2009 viajó a Praga, en donde se refirió a su compromiso con la seguridad nuclear, y fue allí donde delineó una visión de un mundo libre de armas nucleares. A partir de este discurso de Obama, nació el marco para la cooperación en energía nuclear. A su vez, comentó que este foro se ha estado reuniendo a nivel ministerial todos los años.

“Tanto la Argentina como los Estados Unidos se encuentran bendecidos con una abundancia de recursos naturales”, indicó. De esta manera, remarcó que ambos países tienen abundantes hidrocarburos, como el petróleo y el gas, y enormes recursos en términos de energía renovable. “Tenemos grandes oportunidades para aumentar la eficiencia energética. Me parece que hay muchas oportunidades, tanto para los EE.UU. como para la Argentina, que nos pueden permitir profundizar y ampliar nuestra cooperación, porque nuestros intereses se encuentran alineados en dos ejes principales: la seguridad energética y la energía en el clima”, señaló. En cuanto a la seguridad energética, estimó que se necesitan combustibles fósiles, energía nuclear y energías renovables. En lo que respecta a la segunda dimensión, la energía y el clima, Poneman citó a Obama, quien dijo que ocuparse del problema del cambio climático no es solo una exigencia de la política, sino un imperativo moral, y además, un tema sobre el cual debemos hacer todo lo que podamos. De esta manera, hizo mención al plan de acción climático, el cual cuenta con tres pilares. El primero de ellos es la mitigación o la reducción, es decir, hacer todo lo que podamos para evitar las potencialmente catastróficas consecuencias del cambio climático. Seguidamente, se refirió a la adaptación, el segundo pilar, y reconoció que muchos de los efectos del cambio climático ya se sienten, como por ejemplo, las tormentas y las grandes inundaciones. “Esto exige que adoptemos medidas para que nuestra red sea una red con mayor capacidad de resiliencia”, evocó. Finalmente, señaló el tercer pilar del plan de acción climático: la cooperación internacional. “Cada uno de los pilares de este plan de acción incluye oportunidades y responsabilidades para la Argentina y para los EE.UU., de manera de trabajar juntos ambos países y profundizar la cooperación”, concluyó.

Por último, Daniel Cameron, Secretario de Energía de la Nación, recordó que el ministro De Vido firmó un convenio con Daniel B. Poneman, cuyo objetivo es profundizar la cooperación entre ambos países, y el cual abarca cuatro áreas: recursos no convencionales, redes inteligentes, eficiencia energética y energías renovables. Luego, aludió al peak oil (pico petrolero), en cuyo momento la raza humana no había encontrado las tecnologías para suplantar a los hidrocarburos. Asimismo, observó que los hidrocarburos todavía componen por lo menos un 65-70% de la dieta energética en el mundo y opinó que: “Con el tema del shale creo que la raza humana tiene cincuenta o sesenta años más de tiempo extra para encontrar los caminos”.

Por último, añadió que se está trabajando en redes inteligentes y en eficiencia energética, las cuales están orientadas a disminuir la intensidad energética. “Las energías renovables son un complemento importante, y como el resto del mundo, Argentina también va a hacer su trabajo y va a cumplir su rol, porque en definitiva todos vivimos bajo un mismo techo”, finalizó.

“Tenemos grandes oportunidades para aumentar la eficiencia energética. Me parece que hay muchas oportunidades, tanto para los EE.UU. como para la Argentina, que nos pueden permitir profundizar y ampliar nuestra cooperación, porque nuestros intereses se encuentran alineados en dos ejes principales: la seguridad energética y la energía en el clima”, señaló Daniel B. Poneman.