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Año V - Edición 84 20 de abril de 2006

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La Protección Internacional de los Derechos Humanos

  • Notas

La recientemente inaugurada Asociación de Abogados Judíos de la República Argentina (AAJRA) hizo su presentación en sociedad el 21 de marzo, en los salones de nuestra Facultad. Para semejante ocasión preparó una jornada que tocara una temática base dentro de su plataforma de ideas: “La Protección Internacional de los Derechos Humanos”. A esta Primera Conferencia Anual, fueron invitados especialmente el Embajador de Israel en Argentina, representado en esta oportunidad por su consejero, Moti Efraim; el Presidente de la International Association of Jewish Lawyers and Jurists, Alex Hertman; el legislador porteño Sebastián Gramajo –en representación de Vilma Ibarra– y Daniel Sabsay, Profesor de Derecho Constitucional de la Facultad. La actividad fue declarada de interés legislativo por la Legislatura de la Ciudad de Bs. As.

César Rosenstein, miembro del Comité Ejecutivo de AAJRA, explicó cuáles son las metas perseguidas por esta nueva ONG: “No se trata de una organización religiosa ni confesional, sino que su participación es laica y pluralista”. Así, resaltó “el compromiso con la vida, la igualdad económica, la democracia y sus instituciones, a la vez que se condena absolutamente la desaparición forzada de personas y el terrorismo de Estado”.

Luego, Moti Efraim comentó las particularidades del sistema jurídico israelí, donde desde 1948 la protección de los derechos humanos ha recaído en el Poder Judicial, ya que no existe todavía una Constitución ni una declaración escrita de derechos. “Se decidió confiar a la Kneset (Parlamento Israelí) la tarea de preparar unas leyes básicas que con el tiempo serán parte de la Constitución” —agregó. De este modo, ya se cuenta con una ley de libertad de ocupación y leyes de dignidad humana y libertad (contra todo acto que afecte la integridad física y personal). Por lo tanto, la Corte Suprema ha cumplido una importante función dictando resoluciones que han protegido esos derechos y reconocido también la igualdad ante la ley. Al Alto Tribunal se llega a través de recursos contra la arbitrariedad y constituye un símil del Equity —o Instancia de Equidad— anglosajón. Cada año se presentan más de 1.000 recursos y se ha aceptado a su vez que en Cisjordania se pueda recurrir a la Corte por abusos de las fuerzas militares.

Por otra parte, Israel ha suscripto 6 convenciones internacionales de derechos humanos y ha presentado informes sobre su situación. Sin embargo, Moti Efraim lamentó el “permanente trato perjudicial” que Israel recibe por parte del Comité de la ONU en Ginebra. Aunque reconoció el valor de la reciente resolución que propuso recordar el Holocausto todos los 17 de enero.

A través de su experiencia internacional, Alex Hertman aclaró que existe una diferencia sustancial entre lo que es la Ley judía –modificada a lo largo de miles de años– y el sistema de justicia de Israel –que es el derecho positivo que rige hoy en día en el país–. La Ley judía está formada por leyes religiosas y principios morales (lo que es conocido como Halajá) y lo interesante es que los derechos humanos y sus principios están en tensión con la vida religiosa, cuya misión última es servir a dios. “El judaísmo, ¿puede ser una fuente de los derechos humanos?” —preguntó Hertman— y reconoció tres consagraciones básicas: el derecho a la vida, el derecho a la dignidad de la persona y el derecho a la educación. En ese sentido, citó varios pasajes primordiales del pueblo judío. La Torá dice: “no lucharás contra la sangre de tu prójimo”; lo que fue interpretado en el siglo XII por el talmúdico Rambam del siguiente modo: “Quien destruye una vida humana ha destruido todo el universo; quien salva a una sola persona ha salvado a toda la humanidad”. En cuanto al derecho a la educación, Hertman recordó que durante miles de años el sistema de la Ley judía fue el único que protegía ese derecho, poniendo la obligación sobre los padres, los profesores, los ricos y la comunidad en general. Sobre la dignidad, explicó que ésta procede de la Creación (Bereshit) dado que el hombre fue hecho a imagen y semejanza de dios; quien los creó a todos iguales. “Hoy el terrorismo es el gran desafío a la democracia, puesto que no pueden utilizarse todos los medios que resultarían efectivos para defenderla” —continuó. Comentó que la Corte Suprema israelí puso límites muy estrictos al tratamiento de los terroristas detenidos o sospechados, sin que se pueda recurrir a la cruda violencia ni a la tortura o al menoscabo de la dignidad humana para obtener información. “Israel hoy es una democracia defensiva, pero no una democracia descontrolada” —aclaró.

Más tarde, Sebastián Gramajo enfocó su discurso hacia el lado de los derechos políticos. Desde la fe católica, citó a San Agustín, quien decía: “Amigos son dos que miran en una misma dirección”. De esta manera, demostró que hay profundos valores compartidos por diferentes sectores de la sociedad. Ya entrado en tema, consideró que hoy existe una conciencia común en la población de que hay ciertos derechos que deben ser respetados, pero hay otros, como los derechos políticos, que son sistemáticamente ignorados. En ese sentido, recordó los arts. 37 y 38 de la Constitución Nacional que establecen una serie de derechos de participación democrática. “¿Por qué los partidos políticos entraron en tal descrédito? ¿Por qué la política hoy es una mala palabra?” —se preguntó. Por eso, sostuvo que una de las tareas fundamentales para quienes “como yo, y quienes han tenido el privilegio de pertenecer a una comunidad que les ha legado valores democráticos y humanitarios”, es la de transmitir esa tradición incansablemente y alentar que por la vía política se concreten los ideales perseguidos.

Finalmente, Daniel Sabsay, hizo un breve repaso a las reformas constitucionales introducidas en el año 1994 en materia de derechos humanos. Aclaró en primer término que es necesario tener en cuenta que “nuestro recorrido institucional hasta hoy fue bastante pendular y poco ideal”. “La reforma constitucional del ‘94 ha venido a incorporar toda una gama de derechos que la sociedad argentina logró después de luchas y esperas muy sufridas” —agregó. Así, sostuvo que el art. 75 inc. 22, y su enumeración de tratados, fue sin dudas la modificación más novedosa. “Esto da una posibilidad de evolución muy importante de la parte dogmática” —explicó. Luego, hizo remisiones a otras importantes incorporaciones, como las jurisdiccionales, de igualdad de géneros, defensa de la democracia, formas semi-directas de participación, derechos de tercera generación, del ambiente y del consumidor; como así también al deber de acción positiva del Estado en favor de los discapacitados, las mujeres y los pueblos originarios. Para terminar, y a diferencia de quien lo antecedió, Sabsay reconoció un fuerte crecimiento de la sociedad civil en materia de participación política, dado que se verifica la existencia de cerca de 100.000 ONGs en todo el país; “una de las cuales acaba de presentarse”.