Jornadas de Práctica Profesional sobre violencia de género

• Notas

Con la organización del Departamento de Práctica Profesional, los días 8 y 15 de junio se realizaron dos jornadas de Práctica Profesional cuyo tema central fue la violencia de género. El primer día la jornada versó sobre “Violencia de Género. Hacia un nuevo paradigma de intervención” y el segundo día se centró en “Violencia de Género. Encontrando una salida y no soluciones fallidas”.

En el Aula Magna, el 8 de junio la actividad comenzó con el primer panel titulado “Hacia una mirada abarcativa de la problemática” y coordinado por Ricardo Sanchez Peña. En primer lugar, Elsa Zothner,integrante de la Oficina de Violencia Doméstica, estableció la diferencia entre lo que es la violencia y lo que es el conflicto. “El conflicto es una dificultad que hay entre dos o más individuos por intereses contrapuestos que llegan a una confrontación”, indicó y añadió que puede haber conflicto sin violencia. En cambio, la violencia siempre presupone un conflicto. “Cuando hablamos de violencia en general entendemos que hay un menoscabo, un daño hacia un prójimo. Hasta acá sería la definición macro pero cuando nosotros estamos hablando de violencia intrafamiliar y doméstica empiezan a surgir una serie de características propias”, diferenció. Luego, Tiberio Pardiñas, coordinador de Práctica Profesional, sostuvo que hay que reconocer que la violencia de género es un fenómeno que exige un abordaje interdisciplinario. También, se refirió a la tensión que considera existente entre el interés público que hay en la materia y la libertad individual. Mariana Riudavets,jefa de Servicio Social y de Psicología del Centro de Formación Profesional, manifestó, en primer término, que la herramienta inicial con la que cuentan tanto los psicólogos como los trabajadores sociales es la entrevista. “Una entrevista que lo que va a hacer es dar lugar a la palabra”, describió. Asimismo, aseveró que es fundamental dar la palabra y así poder generar un espacio donde se pueda llevar a la persona que realiza la consulta a reflexionar, a poder identificar cual es este conflicto y desde qué momento surge. Más tarde, Paola Legnazzi, integrante del Centro de Formación Profesional,se refirió a la modalidad de intervención del centro en el área que ella integra. “De acuerdo a cómo nos llega el caso es como lo trabajamos. En líneas generales puede llegar antes o después de hacer la denuncia (…). Siempre trabajamos con la entrevista como herramienta principal y de una manera interdisciplinaria con las comisiones de abogados”, desarrolló y añadió que “intentamos hacer un acompañamiento durante todo el proceso”. Santiago Flaherty, perito del Centro de Formación Profesional,manifestó que “nosotros creemos que el enfoque interdisciplinario tiene como condición el tener puntos de partida específicos y compartidos” y añadió: “Es decir, no quedarnos en el plano de lo que puede ser la multidisciplina como la adición de diferentes campos del saber sino un modo de interacción disciplinar del cual emerja un objeto distinto al que previamente puede haber sido delimitado por cada profesión o por cada disciplina en particular”.

Seguidamente, tuvo lugar el panel “En busca de cambios significativos”, coordinado por Gustavo Saa. En primer lugar, Gimol Pinto, integrante de la Defensoría General de la Nación, expresó que “es justo reconocer muchos avances que se han dado” e indicó que cuando empezó a estudiar solo existía la ley 24.417, “ley de violencia familiar que podía generar medidas en el ámbito civil sin la necesidad de la comisión de un delito y se podían poner medidas cautelares, era un avance en ese momento”. Luego se refirió a la ley 26.485, que es la reglamentación en el ámbito nacional a la Convención de Belém do Pará, “vino a poner más precisión sobre los temas. No es lo mismo hablar de violencia familiar que de violencia de género”, manifestó. A su turno, Roberto Juan Pablo Von Der Wettern resaltó que en el caso de la violencia de género, la perspectiva reviste muchísima importancia. En lo atinente al rol del abogado, aseveró que este tiene una esfera de acciones, tiene que buscar pruebas, demandar, asesorar y acompañar, pero los roles se pueden ejercer de manera diferente. “Entonces yo me voy a referir, estrictamente, al papel de abogado que acompaña a la mujer que ha sido objeto de violencia de género”.
Hacia el final, retomaron la palabra los integrantes de servicio social y de psicología del Centro de Formación Profesional.
En el Salón azul, el 15 de junio se desarrolló la segunda jornada. La actividad contó con un panel coordinado por Virginia Badino e integrado por Alicia Husni, Clara Gelman y Lucila Kleinerman. La coordinadora manifestó que a las situaciones de violencia que se presentan se les dan soluciones en un ámbito de emergencia sin una salida definitiva y que continuamente se aplican medidas cautelares con procesos indefinidos y situaciones que duran años y sin remedios. La idea es “encontrar la manera de trabajar sobre el grupo afectado a fin de ir logrando soluciones que los aparten de esa problemática”. Tras esto, se reprodujeron partes del film Te doy mis ojos y las panelistas intervinieron a fin de comentar y resaltar ciertos aspectos de la película.