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Año XXIV - Edición 423 12 de junio de 2025

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Jornadas de capacitación ambiental. Eco Derecho Verde. Programa UBANEX

  • Notas

El pasado 22 de mayo, en la Sala de Audiencias, tuvo lugar una nueva edición de las jornadas de capacitación ambiental en el marco del programa UBANEX “Eco Derecho Verde”. La actividad estuvo a cargo de Andrea Frascarelli, abogada y docente de la Facultad de Derecho de la UBA, quien brindó una exposición centrada en los principales desafíos del derecho ambiental contemporáneo, con especial énfasis en las herramientas jurídicas disponibles para enfrentar la crisis ecológica actual. La jornada fue organizada por la Secretaría de Extensión Universitaria y convocó a estudiantes, docentes y público interesado en la relación entre el derecho y la sostenibilidad ambiental.

La jornada comenzó con unas palabras de apertura a cargo de Luciano Pagano, coordinador de Extensión Universitaria. En su intervención, brindó una contextualización del área y sus actividades, haciendo especial énfasis en los desafíos y aprendizajes que dejó la pandemia, particularmente en relación con el avance de la era digital. A partir de ese contexto, explicó cómo desde Extensión Universitaria se redefinieron los objetivos y se profundizó el compromiso con la comunidad. Pagano destacó la diferencia entre los programas de extensión y los cursos tradicionales, subrayando el carácter gratuito de los primeros y su fuerte componente social. Además, remarcó que estos programas no sólo tienen un enfoque académico, dada la participación de profesionales, sino que también buscan incluir activamente a los/as no docentes. En este marco, señaló que la jornada de capacitación ambiental tenía como objetivo principal fortalecer los vínculos entre estudiantes, docentes y no docentes de la Facultad, al tiempo que promover la cooperación con la organización CEIBO en materia de reciclaje. “Tenemos que recuperar la misión social, que es la esencia de la universidad pública y del programa de Extensión Universitaria”, planteó.

La siguiente en tomar la palabra fue Andrea Frascarelli, quien también destacó el rol del programa, comparándolo con la labor de Extensión Universitaria. En ese sentido, lo definió como “un brazo extendido de la Facultad hacia la sociedad”, una metáfora que, según expresó, puede aplicarse a todos los programas vinculados a esta área. En cuanto a la gestión de residuos, Frascarelli señaló que se trata de un problema que genera gran preocupación desde el punto de vista ambiental, no sólo por los desechos en sí, sino también por el volumen que se maneja. Esto la llevó a exponer algunas de las problemáticas que agravan la situación, como la falta de espacio físico para llevar adelante las operaciones necesarias y la escasa implicación de la población. “Parece que no queremos saber nada, y que cuando los definimos, ya hay un rechazo”, afirmó. Desde una perspectiva jurídica, propuso repensar el concepto de residuo: “Lejos de ser algo con un valor negativo, explicó que muchas veces se trata simplemente de objetos cuyo propietario ha dejado de considerar útiles, abandonando así su derecho de propiedad”. También hizo referencia al rechazo social que suelen generar las plantas de tratamiento de residuos, no por la labor en sí, sino por su cercanía a las zonas residenciales y los riesgos que implican cuando no se cumplen las normas de seguridad y control. Frente a esta situación, advirtió sobre los peligros de la inacción, que derivan en el incumplimiento normativo y en un deterioro creciente de las condiciones urbanas. En relación con el marco jurídico, Frascarelli repasó la normativa especial vigente para cada tipo de residuo, como los patogénicos o los residuos peligrosos, y explicó que se evalúan características como la corrosividad o la toxicidad para determinar su tratamiento adecuado. También mencionó la Ley 24.051 y la legislación porteña conocida como “Basura Cero”, que impone mayores responsabilidades a los grandes generadores de residuos. Finalmente, hizo referencia al contexto de la propia Facultad, señalando que también debe prestarse atención a los residuos generados en las aulas. Retomó así la idea de “desmitificar la figura del residuo”, esta vez resaltando su posible valor productivo, ya sea como insumo contractual o como fuente de energía a través de su procesamiento. Cerró su intervención enfatizando la importancia de la separación de residuos, como paso clave para lograr una gestión ambiental verdaderamente eficiente.

Más adelante, se contó con las palabras de Ana María Sánchez, trabajadora de la economía de los residuos, quien puso especial énfasis en la formalidad del trabajo que desarrollan. En ese sentido, remarcó que su labor está lejos de la informalidad con la que muchas veces se los asocia. Aclaró además que su tarea no consiste en tratar “basura”, sino en la recuperación de materiales, rechazando expresamente el uso de ese término. “Nuestro trabajo consiste en que cada uno de estos materiales son recursos, y eso significa que ese recurso nos da un derecho”, afirmó con contundencia. Esta reflexión la llevó a destacar el marco legal que ampara su labor y, en particular, a subrayar la importancia del vínculo con la Facultad de Derecho. Fue esta institución, recordó, la primera en firmar un convenio el inicio de un trabajo conjunto que luego se extendió a otras universidades.

La actividad continuó en un carácter de conversatorio, donde intervinieron tanto el público como los/as expositores/as principales.