¡Seguinos!

Año IX - Edición 165 01 de septiembre de 2010

Buscar

Jornada sobre adopción homolesboparental

  • Notas

Con el objetivo de reflexionar sobre la adopción en parejas del mismo sexo, el 13 de julio se llevó a cabo la “Jornada sobre adopción homolesboparental” en el Salón Rojo de la Facultad de Derecho. El evento se dividió en dos paneles que versaron sobre temas sociológicos y jurídicos.

A modo de introducción, la Decana de esta Casa de Estudios, Dra. Mónica Pinto, indicó que este debate es de la democracia porque ésta no sólo se trata de una forma republicana de gobierno, la división de poderes y el control de constitucionalidad, sino que se caracteriza también por una ciudadanía plena y cuando la igualdad se viola deja de serlo. En tal sentido, resaltó que se trata de un debate central de la democracia como forma de vida totalmente necesaria para diseñar un plan de vida. A su vez, subrayó que el orden jurídico vigente en Argentina consagra el principio de igualdad, otorgando iguales derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales para todos los habitantes y que el Parlamento democrático es el ámbito para la consagración de la legislación aplicable bajo la jurisdicción de nuestro Estado.
Asimismo, aseguró que “no se está hablando de dogmas; éstos pertenecen a las religiones, no se discuten ni se razonan, deben ser considerados como tales, quedando sustraídos al campo de trabajo de la legislación civil”. De este modo, aclaró que las inclinaciones religiosas no quedan modificadas por el imperio de las normas civiles, por tanto no se debe tener ningún tipo de aprensión por una norma civil que pretenda ser igualitaria.
Añadió entonces que en Argentina el principio de reserva existe, permitiendo que aquellos que quieran suscribir dogmas puedan hacerlo. Hizo referencia también a que disminuir la exclusión es una tarea ineludible de la democracia y destacó que la sociedad en la que vivimos presenta varias.

Con respecto a la adopción, comentó que esta institución en nuestro país requiere de una profunda revisión ya que, en principio, todos son potencialmente susceptibles de recibir niños en adopción. Por ende, “si se pensara un standard distinto para las parejas del mismo sexo y no estuvieran en condiciones de recibirlos, vulnera el principio de igualdad”, expresó.

Mencionó también que el Derecho no construye realidad, esta última existe. Postuló entonces que “el Derecho debe saber leer la realidad y en la capacidad para poder leer la realidad están sus chances de efectividad”. Consideró asimismo que las consecuencias que se derivan del matrimonio entre parejas del mismo o de distinto sexo deben ser iguales. Hizo alusión entonces a que actualmente, estos matrimonios de facto existen y a partir de las adopciones monoparentales se pueden dar crianzas de niños formados por personas del mismo sexo.
“Es un deber ineludible del Derecho regular esta realidad, porque la falta de regulación supone sacarle cuerpo de democracia, sin consagrar la base de derechos humanos”, manifestó. Por último, explicó que la dignidad de las personas siempre fue protegida y que la gran novedad de los derechos humanos es la base de igualdad.

Acto seguido, el “Primer panel: aproximaciones sociológicas” estuvo compuesto por César Cigliutti (Presidente de la Comunidad Homosexual Argentina), el Dr. Alfredo Grande (médico psiquiatra y psicoanalista, asesor psiquiátrico de la Comunidad Homosexual Argentina) y la Lic. Valeria Paván (psicóloga y coordinadora del área de salud de la Comunidad Homosexual Argentina).

El primero en tomar la palabra fue César Cigliutti, quien recordó que en el comienzo de la organización que preside, ésta se encargaba de enfrentarse a la violencia policial y luego llegaron al ámbito de las Naciones Unidas, en la comisión de Derechos Humanos. También se refirió al primer libro editado por la CHA, denominado “Adopción: la caída del prejuicio”. Finalmente, sostuvo que no hay ninguna doctrina, partido político ni dogma que pueda sostener la desigualdad de las personas ante la ley.

Seguidamente, la Lic. Valeria Paván comentó que cuando se realizó la presentación del libro había mucho material clínico que respaldaba la hipótesis de que los hijos de parejas del mismo sexo no muestran diferencias en el desarrollo respecto del funcionamiento cognitivo, sexual y social. Sin embargo, precisó que en los casos donde se han observado una desestabilización, se encuentra más relacionada por la circulación en el intercambio de bienes que circulan al interior del núcleo familiar que por la forma de cómo la familia está estructurada. Explicó entonces que, por lo general, los núcleos problemáticos que detectaron están vinculados con lo social, es decir que encuentran obstáculos cuando desarrollan su vida social.

Para concluir, el Dr. Alfredo Grande identificó a la necesidad como aquello que no puede no ser satisfecho. Así, distinguió las necesidades que no son básicas satisfechas y aquellas básicas que están insatisfechas. Examinó entonces que el humano tiene un registro placentero cuando se satisface esa necesidad básica y denominó a esta impronta placentera de la necesidad básica satisfecha plenitud, la cual implica la potencia de su repetición transformadora. En consecuencia, “para que el sujeto se pueda instalar en un proceso de creación primero debe llegar al estado de plenitud”, sostuvo. También hizo referencia a las funciones materna y paterna, remarcando que se trata de roles. Advirtió entonces que necesidad, deseo y derecho son distintas formas de hablar de lo mismo, están en consonancia. “Si se sostiene el triple tránsito que va desde la necesidad cuasi biológica, hasta el Derecho como garantía histórica se produce la fusión entre legitimidad y legalidad”, consideró. A su vez, analizó que la adopción consiste en el procedimiento de construcción de autoestima de un niño, donde debe existir libertad de elegir, pensar, ser, amar y odiar. Por ende, “la condición homosexual no es inhabilitante de ejercer deberes y derechos; una crianza sin culpa es una crianza para la libertad”, finalizó.

A continuación, se realizó el “Segundo Panel: aproximaciones jurídicas” con las exposiciones de la Dra. Marisa Herrera, la Dra. Laura Musa, la Abog. Odile Pedrido y el Abog. Pedro Paradiso Sottile.

Al inicio, la Dra. Marisa Herrera interrogó cuál es el concepto de familia que debería receptar la regulación infraconstitucional para estar acorde con el principio de igualdad y no discriminación, uno de los pilares de la doctrina internacional de los Derechos Humanos y perspectiva obligada desde donde mirar los conflictos sociales. Para ello, destacó las diferentes situaciones que pueden presentarse sobre este punto: la adopción unipersonal por una persona homosexual; la adopción de integración del hijo –biológico o adoptivo- de uno de los miembros de la pareja y que pretende tener un vínculo jurídico con el otro a través de esta figura y la adopción conjunta por dos personas del mismo sexo que, a su vez, se subdivide por una pareja casada y por parejas convivientes. En tal sentido, presentó algunos argumentos esgrimidos por diferentes tribunales extranjeros, como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, la Corte Constitucional Colombiana y un reciente precedente del Superior Tribunal de Justicia de Brasil.
“En un Estado Democrático y laico es jurídicamente imposible sostener que a determinadas personas no se les reconozcan ciertos derechos fundamentales en razón de su orientación sexual”, concluyó.

Posteriormente, la Dra. Laura Musa mencionó que el objetivo y obligación de la Institución es la defensa de los derechos de la infancia, desde la perspectiva de los derechos humanos, por ende “toda vulneración a los derechos es materia de nuestro propio trabajo, no sólo desde la vocación y de la posición ideológica”.

A su vez, remarcó el trabajo de la Comunidad Homosexual, la cual ha trabajado y ha avanzado con un gran dinamismo, ya que “desde el `97 hasta a hace un par de años este era un tema que nadie podía creer, siquiera, que estábamos en un dictamen, que hoy día es parejo”. En cuanto a la ley de adopción, aseveró que es absolutamente antidemocrática y excluyente del derecho de muchos de los chicos, caracterizándola como una ley que se ha basado sobre injusticias que padece la Comunidad Homosexual.
Finalmente, sostuvo que “sería muy bueno una sinergia, una unión de fuerzas, de quienes defendemos los derechos de la infancia, desde una perspectiva política e institucional, y quienes defendemos, al mismo tiempo, los derechos de una sociedad”.

Por su parte, la Abog. Odile Pedrido señaló que “hace diez años ni en esta Facultad ni en Facultades privadas se hablaba o se podía hablar de homosexuales, lesbianas, transexuales, matrimonio homosexual ni unión civil”. Resaltó, a su vez, que “en la actualidad se convive con ciudadanos que no tienen el goce y el ejercicio pleno de todos sus derechos por cuestiones que algunos sectores, contrarios, legitiman a través de factores médicos, psicológicos y religiosos”. Asimismo, recordó un proverbio chino que sostiene que la vida se divide en cuatro emociones: el placer, la felicidad, el dolor y el amor; por tal motivo, no se puede negar que el derecho es vida siempre.
Para concluir, deseó que “los heterosexuales, las lesbianas, los gays y los transexuales podamos expresarnos en libertad y en igualdad, en la diversidad habiendo planteado una situación social relacionada estrechamente con el prejuicio y la discriminación”.

Acto seguido, el Abog. Pedro Paradiso Sottile opinó que “el principio de igualdad únicamente se va a tornar vivo y va a dejar de ser un hermoso enunciado, cuando se respete y reconozca los derechos de los diferentes; es ahí donde la democracia va a tener una mejor y mayor calidad en todos sus aspectos”. Consecuentemente, indicó que “el tema planteado de la adopción de niños por parte de matrimonios homosexuales fue utilizado por los grupos opositores para evitar el debate de fondo”. Por su parte, observó que la sociedad está entendiendo que hay derechos que deben reconocerse y respetarse, ya que “en una democracia joven una discusión como la del matrimonio igualitario abre las puertas a muchas otras discusiones de nuestra comunidad”.

Por último, expresó que quienes pretenden cambiar el nombre de matrimonio, en todo su concepto jurídico, buscan cercenar derechos como la adopción, la fertilización asistida y la objeción de conciencia para los funcionarios; “no hacen más que demostrar y mostrar la verdadera cara de los personajes que se sienten en una cruzada”, finalizó.