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Año XVIII - Edición 320 23 de mayo de 2019

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Jornada ítalo-argentina sobre juicio por jurados y prueba digital

  • Notas

El Seminario permanente de la cátedra Daniel Pastor realizó la Jornada ítalo-argentina sobre juicio por jurados y prueba digital el 9 de abril en el Aula 1 de Extensión Universitaria.

Para comenzar, Marcelo Haissiner (secretario de Coordinación y Relaciones Institucionales) dio la bienvenida a la jornada y recordó que Luca Marafioti ya en el 2011 dictó una conferencia sobre la prueba digital y el juicio por jurados: “Aquella conferencia del profesor Marafioti se convirtió en un texto pionero en español sobre las cuestiones de la prueba digital y en uno de los asuntos más innovadores y de mayor actualidad para el proceso judicial”. En relación con la actividad, agregó que “por eso es muy importante la labor que, en equipo, van a desarrollar en esta jornada los expertos de las universidades de Torino, Roma y Tre, conjuntamente con la Universidad de Buenos Aires con este modelo tan rico que consiste en que cada experto de Italia exponga su punto de vista y que un experto de la casa le efectúe sus observaciones y comentarios antes de abrir debate con el resto del público”.

A continuación, Luca Marafioti (Università degli Studi Roma Tre) comenzó diciendo que “la especialización del saber cada vez más presente en la sociedad moderna parece delinear, en referencia al título de nuestro encuentro una nueva etapa en el inexorable proceso tecnológico del que está participando también el proceso penal”. En este sentido, sostuvo que “no cabe duda de que el delicado tema de la prueba tecnológica se ha convertido y seguirá siendo fiel infierno para el procesalista penal”. Sin embargo, explicó: “No se trata de asumir posiciones retrógradas o anticientificistas pero ante la contribución cada vez más frecuente del proceso tecnológico a la reconstrucción probatoria por medio de los actos procesales parece necesario asumir una posición crítica”. Y detalló que “de hecho, la dimensión tecnológica de la prueba, revela, al mismo tiempo, una dimensión antigarantista intrínsecamente peligrosa y siempre subestimada que podría representar la antesala de errores judiciales no menores que los del pasado”.

Asimismo, indicó que “la prueba tecnológica corre el riesgo de asumir repentinamente un inesperado rol de probatio probaticio que puede atribuir mucho más significado del que revelaría en sí misma”, destacó que “entonces, en lugar de reposar en el mito de la digital evidence perfecta, parece necesario permanecer aferrados a una cauta y correcta valoración del eventual significado iniciario que el dato digital pueda revestir”.

Hacia el final, reflexionó: “Es por medio de la combinación entre institución y razón, los dos ojos de nuestra mente, que es posible ver al proceso tecnológico sin temor de sentirnos abrumados”.

Posteriormente, brindaron su aporte Anna Caligaris (Università degli Studi di Torino), Pablo Eiroa (UBA), Marco Pittiruti (Università degli Studi Roma Tre), M. Elena Godoy B. (UBA), Giulia Fiorelli (Università degli Studi Roma Tre), Nicolás Guzmán (UBA), Karma Natali (Università degli Studi di Torino), Juan Pablo Alonso (UBA), Francesco Caprioli (Università degli Studi di Torino), Ivana Quinteros (UBA) y Daniel Pastor (UBA).