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Año XIX - Edición 339 25 de junio de 2020

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Inteligencia artificial y derecho al trabajo

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El pasado viernes 22 de mayo el Centro de Graduados organizó, a través de su cuenta oficial de Instagram, el taller titulado “Inteligencia artificial y derecho del trabajo”. El mismo estuvo a cargo Casiano Highton, docente de la Facultad.

De modo introductorio y en relación con la temática del taller, explicó que el desarrollo creciente de la tecnología en los últimos años ha tenido un fuerte impacto en el derecho al trabajo y definió a la inteligencia artificial como la combinación de algoritmos planteados con el propósito de crear máquinas que presenten las mismas cualidades que los seres humanos. Así mismo, explicó que la big data es el conjunto de datos que recolectan las redes sociales y las diferentes aplicaciones para que las empresas u organismos puedan mejorar sus ventas luego de un proceso en donde se filtra y se separa la información según el perfil de los/as consumidores/as.

Respecto al uso de inteligencia artificial en litigios, comentó: “Tenemos dictámenes, sentencias y demandas que se hacen con algoritmos. También existe un sistema de arbitraje automatizado en donde uno puede someter un conflicto a un determinado algoritmo y este lo resuelve de manera automática. La realidad es que las cosas que hace veinte años nos parecían toda una novedad, hoy en día nos parecen normales u obsoletas”.

Sobre el impacto que tuvo en el trabajo, aseveró: “La inteligencia artificial y la tecnología produjeron, realmente, una automatización en el trabajo y un cambio fuerte en la economía. La industria está cada vez está más automatizada por la aparición de robots que hacen todos los procesos industriales. Por ejemplo, las máquinas o robots que hacen toda la línea de fabricación de autos. Existen, también, operaciones comerciales que se hacen a través de múltiples algoritmos como la fabricación de un hardware o un teléfono”.

Luego, haciendo referencia a las diferentes conjeturas que hacen los científicos, opinó: “En el futuro el trabajo va a estar más en los servicios que podamos dar y en las ideas que podamos aportar y generar que en la producción porque la industria va a estar totalmente automatizada. Actualmente, las empresas industriales perdieron fuerza frente a los gigantes tecnológicos. Hay empleos que directamente van a ser totalmente automáticos. Ya se superó la etapa del cajero automático que reemplazó al cajero manual como antes la etapa de la red eléctrica que reemplazó al farolero. Ya estamos mucho más allá de eso”.

Respecto a las plataformas digitales que registran acuerdos de trabajo entre dos o más partes, afirmó que si detrás de un smart contract existe un fraude al derecho laboral, como una relación de dependencia, corresponde aplicar las leyes de orden público. No obstante, es sabido que muchos de estos contratos se dan entre personas que viven en diferentes países por lo que en la práctica sería muy difícil juzgar con nuestras leyes a alguien o algo que está fuera de nuestra jurisdicción.

Llegando al final, cuestionó a los algoritmos que se usan en algunos países para producir pruebas: “La problemática de los algoritmos que detectan mentiras o de los que generan dictámenes o sentencias es que deberían ser de código abierto y no lo son. Deben ser sistemas públicos y transparentes porque la persona afectada por esa resolución tiene que saber en qué se basó el algoritmo para poder hacer una crítica razonada y apelar la sentencia”.

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