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Año IV - Edición 62 10 de marzo de 2005

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Homenaje al Dr. Horacio Pedro Fargosi. (17 de diciembre de 2004)

  • Notas

Señor Rector de la Universidad de Buenos Aires, Señor Decano de nuestra Facultad, académicos, profesores y amigos presentes. Esposa e hijos del profesor Fargosi.

Yo no voy a mencionar, como en el prólogo del libro lo hace en cambio el profesor Vítolo, fechas desde las cuales conozco al Profesor Fargosi: primero mi maestro, luego mi titular, hoy, mi amigo.

Sí debo decir, que estudié el Derecho Comercial en esta misma Facultad, con maestros de lujo: Carlos Juan Zavala Rodríguez, Horacio Pedro Fargosi, Jaime Anaya, Gervasio Colombres y Carlos Odriozola.

Desde el estudio de esa materia en un curso de seis meses de duración, con ese grupo de profesores de excepción, surgió mi vocación y gusto por el Derecho Comercial, disciplina a la que dediqué mi vida.

Cuando fui adjunto del profesor Fargosi, recibí de él, enseñanzas de primer nivel, un especial afecto y una gran confianza que él depositó en mí. Lo que para mi actuación académica fue un compromiso, no abandonado hasta hoy.

Fargosi es el arquetipo del profesor- maestro, esos maestros de los cuales quedan ya pocos.

Fargosi fue un talentoso hombre público cuando tuvo que desempeñar un cargo de ese tipo, y siempre sobresalió como gran abogado.

Pero aquí en esta Casa, en nuestra Casa, en esta Facultad y Universidad que aún hoy es la mejor del país y la mayor de Latinoamérica, aquí brilló su nivel académico, su incansable saber y su ejemplo de permanente lectura y estudio, junto a la cortesía del sabio: la claridad de sus enseñanzas.

Fargosi fue y es un profesor y un expositor brillante. Lo veremos en unos minutos en su propio discurso.

Fue un tratadista notable y de una gran profundidad en sus doctrinas y enseñanzas. Siempre apuntó, al escribir, a la búsqueda de lo mejor, de la más pura exposición del arte del Derecho.

Pero además, sobresalió por sobre otros por su talento, ese don de Dios que no lo reciben todos los hombres.

La educación en la Argentina, en todos los niveles, ha pasado por un período lánguido. Pero desde hace varios años, los profesores de esa Casa, luchamos por recuperar el brillo y la grandeza, el nivel que teníamos en la época en que Fargosi era nuestro titular.

Y digo nuestro titular, porque al haber sido adjunto de Horacio Pedro Fargosi disfruté de su ejemplo, de su arquetipo de maestro, de su hábil conducción de una Cátedra que no siempre fue fácil.

Yo he trabajado con el maestro en lo académico y en lo profesional. Su talento se ha revelado en uno y otro campo. Su creatividad, su indudable habilidad para “ver” anticipadamente doctrinas, conceptos, o percibir nuevos caminos para nuestra disciplina, siempre estuvo y está, brillando entre sus pares.

Fue Fargosi el primer Director del Departamento de Derecho Económico y Empresarial. Hoy nos guía con sus consejos para desempeñar el mismo cargo.

Hoy, nuestro titular, permítanme que también, por un momento, me vuelva a sumar a su Cátedra, recibe un justo homenaje de sus últimos Adjuntos, Jefes y Ayudantes.

Este homenaje es poco comparado con lo que él dio a nuestra Universidad, a nuestra Facultad. Es poco con lo que dio a la Ciencia Jurídica.

Pero vale mucho la generosa iniciativa del profesor Vítolo -  también nuestro amigo de tantos encuentros,  Congresos y sesiones académicas - iniciativa seguida con devoción por sus otros compañeros de claustro.  Vale tanto – lo sabemos los que como él somos profesores desde lo mas intenso de nuestro ser – que será uno de los mayores premios del maestro, nuestro profesor emérito, esto es: el reconocimiento de sus discípulos, de todos los que fuimos sus alumnos y luego colegas, de la Universidad, de esta Facultad y de su Departamento, que hoy temporalmente dirijo y represento.

Nuevos vientos corren en la Facultad. Su Decano, Atilio Alterini, ha promovido el reconocimiento de los que han logrado cargos académicos, de los que se van, de los que son promovidos a otras categorías docentes. Este es un signo positivo y reconfortante: el reconocimiento de quienes trabajaron duramente.

Volviendo a nuestro homenajeado: queremos tenerlo en primera fila, y lo invitamos desde ahora, como figura principal del Primer Congreso Internacional de Derecho Comercial que celebraremos, organizado por este Departamento, en junio de 2005.

Creo, querido Horacio, que puedes estar tranquilo: tus desvelos, tus incansables lecturas y estudios que luego nos transmitiste, no se han perdido. Como los grandes maestros que siempre son recordados, te estamos dando el testimonio de nuestro cariño y de nuestro reconocimiento.

Te estamos diciendo de tu vigencia, de la permanencia de tu modelo, de la actualidad de tu talento.

Señor Profesor Emérito:
Los que estamos aquí congregados, luego de mi epítome, breve porque importan mas tus palabras que las mías, te decimos en forma resumida pero enmarcadas en un gran cariño y respeto: muchas gracias por tu devoción a tus alumnos, a tus profesores, a esta tu, nuestra,  Facultad.

Adhesiones Recibidas

  •  Instituto de Derecho Económico “Issac Halperin” de la Fundación para la Investigación y Desarrollo de las Ciencias Jurídicas.
  •  Instituto de Derecho Comercial de la Universidad Notarial Argentina.
  •  Fundación Etcheverry para la Investigación y Estudios Internacionales (FEIEI).
  •  Instituto de Derecho Comercial de la Academia de Derecho de Córdoba.
  •  Cátedras de Derecho Comercial de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba.
  •  Cátedra de Derecho Comercial de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Belgrano.
  •  Fundación Académica Argentina de Derecho Económico.
  •  Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires.
  •  Fundación Justicia y Mercado.